La Negociación, el Ajedrez, el Póker y el Judo
La Negociación, el Ajedrez, el Póker y el Judo
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Por: Erreh Svaia
Podríamos buscar definiciones estrictas para tratarnos de
explicar ¿Qué es la negociación? Una de ellas dice: “Discusión cuyo objetivo es
llegar a un acuerdo.”, otra dice: “una discusión estratégica que buscar resolver
un problema de forma que ambas partes lo encuentren aceptable.”, una más dice: “Proceso
de interacción entre dos partes que busca descubrir puntos en común para poder
resolver cierto conflicto.”, todas ellas, definiciones acertadas y puntos de vista
enriquecedores sobre la negociación, la cual practicamos casi desde el día en
que nacimos con el fin de obtener algo; los niños, como señalé antes, lo
practican a la perfección, no temen pedir algo, y mucho menos saben insistir en
ello, también de forma casi natural, saben que se tiene que dar algo a cambio.
Por varios años me ha tocado de forma progresiva aprender sobre
la negociación, de una manera muy burda al principio, imponiendo la fuerza, hasta
cierto punto, después la clásica escuela del “ganar-ganar” que todo mundo te enseña
en las escuelas, pasando por otros métodos de negociación más duros, la llamada
“escuela soviética” en la cual el intercambio de información es muy cerrado, o la
escuela de Jim Camp, en la cual básicamente se habla de un ganador y un perdedor
(lo que nos remonta a El Arte de la Guerra, el clásico de Sun Tzu), lo cual sin
duda añade un toque de brutalidad a los procesos, pero como bien sabemos, la
inteligencia es más poderosa que la fuerza bruta, razón por la cual llama mi
atención un personaje como Gorilla Grodd, un súper villano, enemigo del
personaje de cómics Flash, un gorila con una inteligencia super desarrollada ¿Qué
personaje tan más poderoso no? O que decir de Lex Luthor, quien en base
solamente a su inteligencia se enfrenta con un “semi dios” como Superman, Pero
pasemos a cosas más serias.
¿Cómo veo la negociación? En parte la veo como un juego de ajedrez,
en la que cada “jugador” va tomando posiciones a la par que avanza el proceso,
mi primera educación en cuanto a la negociación implicaba el contra ataque, por
cada ofensiva que ejecutaba la otra parte, había que responder, el resultado
era una negociación áspera, tensa y muchas veces de un resultado desfavorable e
insatisfactorio para alguna de las dos partes, bajo el punto de vista del
proceso de ajedrez, ambos jugadores van más allá, realizan movimientos buscando
que el otro los pueda leer, y cada uno de éstos movimientos va más adelante,
preparando el escenario para una jugada maestra posterior; yo no sabría decir
aquí, si hablamos específicamente del ajedrez, o del juego chino Go, ambos
soberbios juegos de estrategia que van entrenando a la mente de forma muy particular,
desarrollando la paciencia, el análisis de la contra parte y el pensamiento
estratégico que busca ir un paso más adelante que la otra parte.
Pero también podemos ver la negociación como un juego de Póker,
en el cual, el asunto se vuelve más interesante a media que nos vemos forzados
a decidir en base a lo que tenemos (entender bien nuestra propia posición e
información), y a la poca o mucha información (en ocasiones nada, lo cual nos
debe hacer sentir cierta atracción por la incertidumbre) que se va liberando
durante el proceso (en ocasiones saber cuándo ceder o de plano, retirarnos), esto
nos va permitiendo elaborar ciertas estrategias en las cuales tratamos de
persuadir a la otra parte de que es lo que le conviene o como le hacemos
percibir mayor valor en lo que está recibiendo de manera que quede satisfecho y
acepte llegar al acuerdo (a veces llegando al mismo engaño, lo cual es
peligroso y nos pone cerca del territorio de la manipulación), lo cual hace del
póker una interesante escuela para la persuasión, la cual considero una de las
mayores y más importantes habilidades dentro del proceso de negociación, el
cual si quisiéramos verlo de una manera muy fría y desnuda, pudiéramos definirlo
como una mezcla de aplicaciones de psicología y matemáticas, y nada más.
Pero también podemos hablar de arte marcial como una
influencia dentro de los procesos de negociación, sobre todo, disciplinas que
involucran un mayor trabajo intelectual como el judo, el jiujitsu y el aikido,
en los que los despliegues físicos o de fuerza no son tan inmediatos, en los
que se estudia lentamente al contrincante, en el que se van poniendo ciertas
señales para buscar envolver al oponente, aquí ya estamos viendo una negociación
un tanto más compleja en la que definitivamente la otra parte no quedará tan
satisfecha, y que aplica a situaciones en las que salir bien librados de la negociación
es cosa cercana a la vida o la muerte ¿Alguna vez te han apuntado con una
pistola? Bueno, esa ha sido mi mejor negociación, mi esposa y mis hijos aquí
siguen vivos junto a mí, y quien nos apuntó también salió ileso, pues bien, esa
visión hasta cierto punto “arte-marcialista” de la negociación nos da esa ventaja
cuando nuestra posición es más vulnerable que la de la otra parte, en ocasiones
resistirnos o buscar contrarrestar el ataque de forma similar nos resultará
imposible, por lo que se aplica una de las máximas de éstas disciplinas, en
especial del judo, “Si te empujan, estira, si te estiran, empuja”, usa la fuerza
del oponente para sacarlo de balance y obtener una ventaja sobre él.
¿Qué tipo de negociación quieres llevar? Tu decides, ¿Qué
estilo de negociación quieres adoptar? El que mejor se acomode a tu personalidad,
¿Qué estrategia decides aplicar? Adáptate a las circunstancias y busca sacar el
mejor provecho.
No soy el mejor ajedrecista del mundo, pero me encanta jugar
con mis hijos, no soy el mejor jugador de póker, pero estoy tratando de
aprender para sentirme confiando ante la incertidumbre, y mis conocimientos de
artes marciales son muy básicos, pero los suficientes para entenderlos y
aplicarlos en muchos aspectos de la vida diaria, sobre todo, cuando se
presentan situaciones adversas en las que necesitamos obtener una ventaja sobre
un rival más fuerte que nosotros.
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