¿Qué es la Cuarta Transformación?

¿Qué es la Cuarta Transformación?

Por: Erreh Svaia

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¿Qué es la Cuarta Transformación, sino una religión de estado? Una corriente que se dice transformadora y revolucionaria, poseedora de su Mesías incuestionable y sus profetas, que promete el cielo en la Tierra para aquellos que abrazan su dogma y sin cuestionar, siguiendo ciegamente, al tiempo que condena a aquellos que como Galileo Galilei, se atreve a disentir señalando que el universo no gira alrededor del Estado, o del supuesto Mesías, sin importar las multitudes rabiosas de inquisidores que pululan en las redes sociales, hace unos años, la corrupción era duramente señalada, los asesinatos a periodistas o activistas eran causa de muchos reclamos en las redes, hoy eso ha cambiado, el único reclamo que aparece en su gran mayoría, es dirigido hacia esos que se atreven a criticar al régimen.

Pero la Cuarta Transformación no es ni siquiera original en su denominación, ya hemos escuchado sobre la Cuarta Vía, la Cuarta Teoría Política, el Cuarto Giro y hasta Putin ha mencionado su Cuarta Transformación (que seguramente es la base original para el término que en México n o significó nada, más que un argot publicitario), tras los gobiernos de Iván el Terrible, Pedro el Grande y Vladimir Lenin, en México, la Cuarta Transformación es el supuesto “gran movimiento” que sigue a la Independencia, con su separación a conveniencia de los criollos, del yugo de la Madre Patria, tras la cual nada cambio; una Reforma, que trajo un nuevo sistema para dejar de favorecer a unos cuantos...y favorecer a otros cuantos, y nada cambió; la Revolución Mexicana, que buscó derrocar a una dictadura, terminó concentrando el poder en una nueva dictadura, y nada cambió; así también, la muy publicitada Cuarta Transformación no parece otra cosa que la Cuarta Simulación, más historia y narrativa que una realidad.

La Cuarta Transformación no es ni de izquierda ni de derecha, muchos hablarán sobre su pluralidad, a pesar de que lo que realmente se asoma es una gran confusión y absurdos malabares por mantener una conglomeración de diferentes intereses unidos de alguna forma, ya que se compone de esos ex PRIístas que se decían socialdemócratas y sólo adoraban al estado y se ceñían a su disciplina en busca de poder, de esos derechistas que se decían cristianos y demócratas, y eran en realidad adoradores del nefasto Yunque y su ultra conservadurismo atroz, y por si fuera poco, de esos que se dicen liberales, pero adoran dictaduras militares fascistas como la de Venezuela; al final, la Cuarta Transformación quiere ser todo, y por eso termina en nada específico, momentos de incertidumbre y liquidez como los que vivimos, ponen un alto grado de ansiedad en los más jóvenes, que los hacen cuestionarse sobre su futuro al tiempo que se decepcionan del presente mientras añoran un idílico pasado que nunca existió.

Es en ese momento en que la religión del estado busca dar el opio a las masas, la esperanza que sólo esconde y aplaza el tormento, y que atrae a aquellos nihilistas que quieren ver al mundo arder porque ya no creen en nada, que piensan que “no se puede estar peor”, que creen haber hallado una  “nueva religión”, la que ellos creen han erigido, aunque en realidad ésta sólo vea en ellos tontos útiles, instrumentos para la perpetuación del culto a la personalidad de su Mesías, el cual les demanda total sumisión a cambio del paraíso, el cual en realidad les arranca su humanidad y sólo les deja la condición de bestias al servicio del amo.

Vivimos ciclos de extrema libertad que nos traen épocas de libertad restringida, lo más probable es que hayamos huido de esa libertad que nos exigía responsabilidad y hayamos entrado en una época de libertinaje que nos pone a un pie de perderlo todo, del rechazo a la responsabilidad y la aceptación de un régimen autoritario que nos haga creer que hace todo por nosotros, como alguna vez lo hizo el PRI Sistema, como dijo Karl Marx, la primera vez fue una tragedia, la segunda vez será una farsa, eso es la Cuarta Transformación, una simulación y una farsa.