Antihistoria de México

Antihistoria de México

Por: Erreh Svaia

El Craneoscopio

Antihistoria de México por Raúl Bringas fue un libro que empecé a leer tiempo atrás, no es un libro para digerirse en una lectura fugaz, tampoco creo que sea un libro para leerse una vez y olvidarse, es un libro casi de cabecera para poder consultarse a lo largo de la vida, sobre todo cada fecha histórica en que el aparato propagandístico del estado trata de avanzar con su adoctrinamiento nacionalista y su creación de mitos, los cuales, hay que entender que con la apertura hacia el exterior y con la información abundante en Internet, cada vez es más difícil de mantenerse, es quizá esa ausencia de mitos tan necesarios para mantener el espíritu colectivo, es parte de la incomodidad actual por parte de grupos nacionalistas que buscan cerrarse al exterior y concentrarse en crear una nueva narrativa que les permita la nueva imposición de nuevos mitos, no necesitamos ir muy lejos para voltear a ver a la Unión Europa, Rusia, China, los EEUU, Argentina, Brasil o Venezuela, sólo basta ver a nuestro propio país y la llamada “Cuarta Transformación”, el último mito lanzado por el nacionalismo revolucionario, tan lleno de mentiras a conveniencia como la Independencia, la Reforma y la Revolución Mexicana.

En Antihistoria de México, Bringas nos transmite una historia que se revela como eventos analizados de forma “cínica”, es decir, en nada se cree y de todo se duda, que lejos de idealismo que el aparato estatal ha tratado de adoctrinarnos con éste, se exhibe como un cúmulo de intereses personales de personajes tan humanos como ustedes o como yo, las líneas que Bringas escribe, van más allá de las nefastas ideologías de izquierda o de derecha que han buscado amparar o encumbrar cada uno de éstos capítulos históricos en el país, la Independencia, iniciada con el fin de mantener a una élite en el poder, y aprovechar eventos mundiales para librarse de la influencia española, o la Revolución, cuyos triunfadores no eran otros que Porfiristas desencantados que buscaban su turno para hacerse del poder y adueñarse de las riquezas del país, sin duda la lectura de éste libro, en un país como México, resulta de una naturaleza subversiva como pocas cosas que he tenido la oportunidad de leer, y es curioso que siendo un país como el que somos, no nos demos cuenta de nuestro pasado de la misma forma en que pudieran hacerlo países como Alemania o Rusia, con todos sus claro oscuros y tropiezos históricos.

En un país como México, que poco a poco va despertando de su pasado autoritario, es realmente una tragedia el dar un tiro de gracia a los restos del viejo sistema usando a una versión renovada del más viejo y autoritario sistema, y esa es precisamente la impresión que me queda al terminar de leer ésta larga obra de más de 500 páginas, en las cuales al analizar de una forma desideologizada la historia, nos damos cuenta que hoy en día, muchas de esa viejas prácticas del viejo régimen que se empezaban a venir abajo, comienzan lentamente ha ser restauradas y con nuevos bríos, la modernidad nos ha asustado y parece que hemos recurrido al viejo padre para que nos proteja del mundo moderno, parece que nos empecináramos en revivir al dinosaurio, a Juárez, a Madero, a Obregón, a Calles a Cárdenas ya muchos más personajes nefastos de la historia que nos enseñaron a idealizar y que pareciera que el efecto realmente ha funcionado.

El clímax del libro, que inicia prácticamente desde los orígenes del continente americano, concluye con los hechos de Octubre de 1968 y el colapso total de un sistema monstruoso que buscó perpetuarse a toda costa (con todos sus participantes enfermos de poder) y castró mediante un brutal sistema clientelar la iniciativa entera del país, hundiéndonos para siempre en la corrupción enquistada dentro de todo el sistema como forma de avanzar, un libro indispensable para entender la verdadera naturaleza del mexicano, confrontarla con nuestro presente y tratar de romper el embrujo del viejo nacionalismo revolucionario, otra de las infames mentiras que la historia nos ha dado.