Cosmópolis, Nosotros y el Yuan
Cosmópolis, Nosotros y el Yuan
Por: Erreh Svaia
El Craneoscopio
“Un espectro persigue al mundo, es el espectro del capitalismo”
Don DeLillo
En su libro Cosmópolis, Don DeLillo nos habla sobre el viaje
físico de su personaje principal Eric Paker a través de la ciudad de Nueva York,
al tiempo que la fortuna de éste joven asesor de inversiones se desploma en una
batalla contra el Yen japones, para efectos de la adaptación a película, la
cinta, a cargo del genial cineasta David Cronenberg, se acerca más a nuestra
realidad, ya que en Cosmopolis, la cinta, Paker pierde su fortuna en una
apuesta casi suicida contra el Yuan (algo que sin duda llamaría la atención del
osado George Soros), la moneda china, cualquiera de las dos versiones que queramos
considerar, fácilmente podría convertirse en una alegoría directa a nuestros
tiempos, cabe de antemano señalar la afinidad por parte de Cronenberg a éste
tipo de cintas y a éste tipo de autores, que parecerían en cierta forma
herederos de gente como William S. Burroughs, de quien Cronenberg es un ávido
fan, James G. Ballard, el autor de Crash y ahora DeLillo autor de Cosmopolis.
Hoy en día, pudiéramos afirmar que vivimos en la
novela/película de Delillo/Cronenberg, al tiempo que experimentamos un innecesario
viaje a través de la turbulenta modernidad, así como Paker decide un día
atravesar la ciudad en su ultra moderna y sofisticada limusina para obtener un simple
corte de pelo, así parecieran nuestros viajes en la hiper acelerada carretera
de la información, Internet, en ocasiones con búsquedas superfluas que nos
terminan enganchando en temas más complejos, en ocasiones usando tácticas
propagandísticas incluso, para robar de forma criminal nuestra atención, todo esto,
en ambos casos, sumergidos en datos, datos y más datos, todo esto al tiempo que
el dólar y el Yuan (realmente) se enfrentan en una lucha sin ganadores, que
sacude de manera estruendosa la economía mundial y de la cual, por la
interacción de las economías en la era de la globalidad, difícilmente avizora
un desenlace favorable para alguna de las partes.
La manera en que se aborda un posible colapso del
capitalismo, y de la economía en general en la novela/película, podrían ser más
una alegoría al 2008 y la crisis mundial, aunque se asemeja más a los
escenarios que podemos ver hoy en día (¿cybercapitalismo?), a medida que crecen nuevas profecías
(siempre presentes desde épocas incluso de Karl Marx) sobre el colapso “inminente”
del capitalismo, hay enojo en las calles y las potestas hacen complicado al
avance de la limusina de Paker, de la misma forma en que el enojo inunda hoy en
día las redes sociales y nos encontramos con el cada vez más prevaleciente
fenómeno de los “slackeractivistas”, o “activistas de sillón”, personajes que
asumen que sus protestas desde sus cómodas habitaciones, podrían tener efectos
en la sociedad en general.
Dos eventos más van haciendo más complejo el viaje de Paker,
uno de ellos, una vista presidencial y las tremendas desviaciones que se sufren
por éste evento, el otro, el funeral de un artista de hip hop considerado por
muchos casi un dios, nada lejano de nuestra realidad en que figuras como Donald
Trump o Vladimir Putin son vistos casi como íconos pop de nuestro tiempo,
admirados por muchos incautos de forma incondicional sin siquiera poder
entender la profunda realidad de dichos personajes, por otro lado podríamos
hablar de la existencia de figuras dentro del mundo del hip hop en Rusia, que
parecen una amenaza para el régimen de Putin, una aún mayor que activistas como
Alexei Navalny, al grado que Putin no debe tardar en salir a las calles con una
gorra de beisbol con la visera hacia atrás, tratando de conectar con la
juventud que ya no le respeta como hacen los viejos.
La novela/ película no deja de resultar de un asombroso
paralelo con el mundo en que vivimos, uno que a pesar de lo civilizado,
pareciera hallarse en todo momento al borde del colapso, uno en que nos atormentamos
de manera constante sobre la búsqueda de los algoritmos, los patrones y la simetría
para tratar de dar sentido a la incertidumbre, la cual hasta ahora nos hemos
dado cuenta que ésta ahí, un mundo que enloquece y se enfurece por su
incapacidad de encontrar las respuestas, siendo que no ha aprendido aún a hacer
primero las preguntas correctas, al final, nos hallamos con todo un alegato que
podría ser fácilmente ignorado al poseer una profunda racionalidad en medio de
un mundo cada vez más cegado por las emociones irracionales, así, Paker busca “volver
a sentir”, disparándose en la mano frente a su ex colaborador, que perdió su
trabajo apostando contra un algoritmo, ¿Alguien dijo Black Mirror? Debieron
consultar antes a DeLillo.
Anarquía, Cybercapitalismo, Hip Hop Global, Examenes Rectales y Poetisas Ultra millonarias, nada lejos de nuestro mundo actual, citando a un autor tan interesante como DeLillo, Thomas Pynchon, "¿Porqué las cosas deberían ser fáciles de entender?"
Anarquía, Cybercapitalismo, Hip Hop Global, Examenes Rectales y Poetisas Ultra millonarias, nada lejos de nuestro mundo actual, citando a un autor tan interesante como DeLillo, Thomas Pynchon, "¿Porqué las cosas deberían ser fáciles de entender?"
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