El Embrujo Nacionalista

El Embrujo Nacionalista

Por: Erreh Svaia

Craneoscopio

Albert Einstein señaló en alguna ocasión, que el nacionalismo “es una enfermedad infantil, el sarampión de la humanidad”, al respecto podríamos decir que es una suerte de arrogancia (superioridad) que genera un falso orgullo (siempre inflado o exagerado) por un país (“nosotros somos los buenos”), lo cual comúnmente termina en un conflicto con otro país, México no es la excepción cuando hablamos de nacionalismo, basta ver el fervor con el que se enseña en las escuela el respeto a los símbolos patrios, la creación casi de “santos” a partir de los héroes de la historia, a los cuales se les perdona no pocos “defectos” con el fin de crear una narrativa que intoxica hasta cierto punto, la mente de la sociedad civil, creando “fenómenos entrañables” como la independencia, la reforma, la revolución y otras más, meros mitos que buscan llevar al ciudadano a experimentar la idealización de su país por encima de las demás.

En años recientes hemos visto la exaltación del nacionalismo como una visible estrategia conducida por políticos de naturaleza populista que van más allá de la ideología de la izquierda o la derecha, a fin de cuentas, el nacionalismo ha resultado una herramienta efectiva para “capturar” y controlar amplios sectores de la población, además de ser la excusa perfecta para el interés de varios sectores privados que buscan proteger sus intereses económicos de la “invasión” de la inversión extranjera, un fuerte revés al proceso de globalización iniciado unas décadas atrás, y para el cual, el nacionalismo pareciera ser la estrategia para contrarrestar su avance, un gran detrimento al progreso y a la competitividad.

Así como Europa fue victima de dos Guerras Mundiales, exaltadas por el nacionalismo tan arraigado en esa región (y que gente como Vladimir Putin, explota hoy de manera oportunista), así México ha padecido por décadas de la enfermedad llamada “nacionalismo revolucionario”, una suerte de antorcha justiciera supuestamente heredada del carácter “social” de la nefasta revolución mexicana, surgido de éste movimiento, el PRI Sistema, o partido hegemónico o de estado, creó un sistema corporativista bajo la bandera social que perduró muchos años, y que creo una especie de ADN en los procesos políticos del país, más allá de ideologías y que se traducía en la búsqueda, concentración y conservación del poder.

Hoy nos acercamos a fechas peligrosas por la manera en que se han construido incontables mitos alrededor de ellas, la primera el 16 de septiembre, la conmemoración de la Independencia del país, exaltada como una de las fechas más importantes del año, cimentada sobre un cúmulo de mentiras que hacen ver a los “héroes” nacionales como figuras casi perfectas de ideales más allá de lo humano, cuando la realidad es que la historia ha sido siempre cínica y movida por intereses personales, una historia a medias que ha ocultado detalles escabrosos y que ha dejado mentira tras mentira con hechos inverosímiles y continuamente inexactos, un estallido social “iniciado” por un sacerdote criollo, un suceso derivado principalmente de reacomodos globales, como la invasión francesa a España, una “independencia” más pactada que realmente ganada y que no cambió mucho la realidad del país, que continuó con viejas estructuras coloniales casi hasta la época de la revolución, la otra gran mentira, 100 años después.

Por otro lado, los hechos ocurridos el 2 de Octubre, fecha marcada por el anterior sistema represor (el PRI Sistema surgido del reparto de poderes durante Revolución Mexicana) y autoritario, derivado de sucesos globales (como el Mayo del 68 en París), y parte de la Guerra Fría, con la creciente actividad comunista en el país, mucho se ha hablado de los hechos ocurridos la noche del 2 de Octubre en Tlatelolco, pero poco se ha hablado de como por un lado, se evitaron los avances de radicales de izquierda impulsados por países como la Unión Soviética, China y Corea del Norte, por otro lado, como de la manipulación de los hechos para obtener ventajas políticas, un gobierno que quedó discapacitado para ejercer el estado de derecho, y una oposición que aprendió a jugar históricamente el papel de víctima, por otro lado, sin duda el inicio de la caída del PRI Sistema, que se daría hasta el año 2000.

El periodo comprendido entre el 16 de Septiembre y el 2 de Octubre se convertirá en un período sensible para los avances “nacionalistas” del actual gobierno conservador, que buscará continuar en sus avances para sacar provecho del trance nacionalista que pareciera en ocasiones nublar la mente de muchos y continuar dividiendo a la población, considerando que de la mano del nuevo gobierno, el manto del “nacionalismo revolucionario” que pasó por el PRI y el PRD, hoy parece volver a ser uno de los mitos que se quiere fortalecer, para contrarrestarlo, es fundamental conocer bien la historia y entender que eso altos ideales no han sido otros que intereses personales, verdades a medias y mitos construidos para crear una narrativa que no pretende otra cosa que la creación de un ente colectivo que poco a poco vaya minando la identidad individual, el libre albedrío y la capacidad de pensar y cuestionarnos a nosotros mismos sobre nuestro destino.    

El Neo Nacionalismo va al alza, se vienen fechas propicias para su propagación, hay que estar atentos, ya sabemos en que han terminado éstos “brotes” de esta enfermedad.