Crea Un Problema
Crea Un Problema
Por: Erreh Svaia
El Craneoscopio
Seguramente, y lo aplaudo, el acuerdo más importante logrado
por el gobierno del presidente Andrés López es el recientemente aprobado con
respecto al uso de gasoductos para dotar a la industria eléctrica de materia
prima para la producción de energía, acuerdo que al ponerse en marcha dotará a
México del gas más económico generado en el mundo, el de los EEUU; resulta casi
cómico escuchar a los voceros del gobierno “alabar” el papel en las
negociaciones del director de la Comisión federal de Electricidad, Manuel
Bartlett en los trabajos de “negociación”, y si, es una tragicomedia
considerando que el mismo Bartlett se había constituido de inicio, como un intransigente
personaje dentro de las relaciones entre la dependencia de gobierno, las
empresas constructoras de dichos gasoductos, Bartlett, al más puro estilo de la
nefasta política nacional, creó un problema dónde no lo había, para después ser
anunciado como el “gran estadista” que fue pieza clave para su solución, sólo
los políticos mexicanos y uno que otro incauto se traga tantas mentiras.
En Febrero el mismo Bartlett detonó los altercados
denunciando a las empresas involucradas en la administración de los ductos, por
haber impuesto contratos abusivos y demandando el desconocimiento de éstos,
situación que puso al país en una posición bastante incómoda que sin duda sumó
al ambiente des desconfianza que prevalece entre los inversores nacionales y
extranjeros, en éste caso provenientes de los EEUU y Canadá, que ya
consideraban llevar el alegato a instancias internacionales, lo cual hubiera
sido causado un mayor daño y una mayor todavía, pérdida de la confianza que el
país continua sufriendo, ésta “reversa” que ha emprendido el gobierno a su
estridente reclamo, sin duda es una buena señal, puede ser que las “negociaciones”
hayan sido un mero circo para dejar más o menos “bien parado” a Bartlett, que
en realidad lejos del “ahorro” anunciado (solamente a nivel nominal) la
realidad es que traiga costos aún mayores para el país, e incluso elevó de 25 a
35 años el periodo en el que se liquidarán tales compromisos, parecería que Bartlett
se ha convertido en merecedor del premio “Alexis Tsipras, al Mejor Negociador”
de nuestros actuales salvadores de “izquierda”.
Repito que hay que aplaudir al gobierno, a pesar de la
pantomima, por haber cedido, si cedido, en una situación que tenía el potencial
de convertirse en un gran problema para el país, aún y que el problema no tenía
por qué suscitarse, aún y que el costo en el corto plazo será mayor, aún y que
quiera vendernos una tragicomedia como un triunfo épico, aún y que nos quiera “vender”
a un dinosaurio anquilosado como el gran negociador moderno (lo mismo hicieron
de forma desesperada ante la lamentable actuación de Marcelo Ebrard en la crisis
de los aranceles con EEUU), a largo plazo, asegurar el abastecimiento económico
de un combustible más limpio que el petróleo, con proveedores sumamente
competitivos, es una buena señal, una que de repetirse, esperemos no de manera
tan torpe, podría ser una señal definitiva de un gobierno dispuesto a aprender
de sus errores.
Eso ya nos tocará enterarnos más tarde, sobre cómo le “doblaron” las
manos al “gran negociador”, quien debió preocuparse bastante, aflojarse y cooperar de buena forma ante la fuga de información
que empieza a circular sobre su fortuna real de más de 800 millones de pesos, no
declarada, y que como muchos otros políticos falsamente austeros, como Alfonso Romo,
han repartido entre esposa, hijos y familiares con el fin de maquillar su
verdadero patrimonio, y si hablamos de Romo, hay otro punto en común, tanto
Romo como la familia Bartlett-Abdalá, fueron grandes beneficiarios del llamado
Fobaproa, ¿O apoco no lo sabían?, Si, eso que tanto denunciaron a grito alzado, fue algo de los que fueron partícipes y de lo que obtuvieron un gran beneficio.
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