Abrazar el Dolor, Agradecer la Resistencia


Abrazar el Dolor, Agradecer la Resistencia

Por: Erreh Svaia

Full Metal Lifehacker

Tenemos un miedo casi irracional a la negatividad “eres muy negativo”, “tienes pésima actitud”, por años escuché éste tipo de afirmación hacia ciertas personas cuyos comentarios realmente estaban retando un estatus quo, con la capacidad suficiente para echar abajo los planes de cualquiera y proponer mejores ideas, aunque tal vez con miedo de llevarlas a cabo, debo decir que de inicio resulta difícil entender ésta situación, etiquetamos a ciertas personas como “tóxicas” y aislamos cualquier oportunidad de sacar provecho de su pensamiento divergente, de su posible capacidad de ver “afuera de la caja” o de su capacidad de establecer el llamado “pensamiento lateral” del que nos hablara Edward De Bono y que ha resultado tan útil en muchos planteamientos de ideas.

Me he topado con esa “actitud negativa” o “tóxica” en muchas ocasiones, pero rara vez esa actitud vino de alguien que no tuviera algo que aportar, por lo general quien ni siquiera entendía una situación, o tenía una actitud apática al respecto permanecía en silencio, afirmaba con la cabeza, acataba sin cuestionar y al final ejecutaba de pésima manera ¿Eso es acaso ser positivo y tener una “buena actitud”? Hablamos aquí de un “falso positivismo” o de un “positivismo negativo”, si se me permite semejante incongruencia gramatical, un “positivismo” que en realidad resulta saboteador en cualquier proyecto, un troyano que a final de cuentas se volverá en nuestra contra a pesar del aparente acuerdo con nuestras ideas.

A veces esa “negatividad” o “toxicidad” agregan a nuestras ideas un siempre necesario sentido crítico, una oportunidad de afinar y reforzar de manera adecuada nuestros pensamientos, no me imagino la vida si todos dicen que si a mis ideas, por el contrario, encuentro bastante edificante encontrarme con esa resistencia, con ese cuestionamiento, con esa oportunidad de hallarme con otra “visión” de lo que estoy planteando, nunca un músculo se desarrollará plenamente sin la adecuada resistencia, nunca una espada llegará a tener el filo perfecto sin la fricción adecuada, nunca la mente alcanzará el desarrollo supremo sin arduas horas de dedicación y estudio ¿Esperamos entonces que nuestras ideas tomen en correcto curso si no podemos sacar provecho de esa resistencia, de esa “negatividad” que podemos canalizar hacia lo positivo en un proceso químico que nos resulte útil, sin poder asimilar esa “toxicidad” a nuestro favor, en ejercicio de exquisita alquimia?

La genial Pema Chodron, una religiosa budista escritoras de estupendos libros como el clásico “When Things Fall Apart” habla de abraza esa negatividad, nos acerca a ese concepto Budista en el que entendemos que el sufrimiento no es malo, sino que es parte de la vida misma, y nos ayuda a entender la realidad y vivirla de la manera adecuada, en lugar de negarnos a entender y comprender la realidad y vivir en una burbuja que nos arrastrará más abajo aún si no la enfrentamos de manera frontal e inmediata, lo que no aceptamos no seremos capaces de entender, y lo que no entendemos no seremos capaces de solucionar, existen cosas bajo nuestro control que aceptándolas podremos solucionar, mientras que otras que escapan a nuestra influencia también deben ser aceptadas y dejarlas ir, de otra manera se convierten en lastre imposibles de solucionar y que arrastraremos haciendo imposible nuestra existencia, el sufrimiento no es malo, ni injusto, es parte de la vida, la negatividad no es mala, ni la toxicidad, el tema es como asimilamos tales situaciones, acepto el sufrimiento porque quiero entenderlo, quiero ser mejor y en algún momento superarlo, acepto la toxicidad como parte de un proceso gradual de fortalecimiento (no olvidemos esa antigua práctica desarrollada por el rey Mithridates VI, quien temeroso de morir envenenado por sus muchos enemigos, desarrollo un método mediante el cual con la ingesta gradual de pequeñas cantidades de veneno consiguió desarrollar una inmunidad a éstas sustancias, o los manejadores de serpientes de Burma, que gradualmente se van aplicando tatuajes con el veneno de varias serpientes convirtiéndose en seres inmunes a las mordidas de éstos reptiles) , “Lo que no te mata te hace más fuerte” señalaba Nietzsche, Nassim Nicholas Taleb le llamaría “la anti fragilidad”, otros hablarán de procesos científicos de adaptación y evolución como cuando una cucaracha sobrevive a un insecticida y desarrolla y transmite a sus descendientes un gen resistente a ese veneno, de igual forma que el ser humano desarrolla defensas al ser inoculado con una versión debilitada de cierto agente causante de una enfermedad, sólo abrazando y aceptando ese sufrimiento, adquirimos anticuerpos para superarlo y seguir adelante con nuestra vida, sólo aceptando esa toxicidad, es como podemos salir adelante más fuertes y enriquecidos en nuestra persona.  

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