Sobre la Cuarta Revolución Industrial


Sobre la Cuarta Revolución Industrial

Por: Erreh Svaia

Dispersión Carpina

Klaus Schwab es un economista e ingeniero de origen alemán, el ejecutivo de más alto nivel del Foro Económico Mundial (foro con un crecimiento extraordinario año con año luego de que Schwab fundara el Foro Económico Europeo hace ya algunos años) y escritor de uno de los libros más interesantes que he leído en los últimos meses abordando con una extraordinaria visión el tema de los cambios tecnológicos, algunos de ellos bastante abruptos que hemos vivido en los últimos años, dejando atrás las pasadas “revoluciones” comprendidas por las del transporte, la de la producción en masa y la de lasa computadoras, como antecesoras de la actual “revolución” tecnológica que ya empezamos a vivir, beneficios vendrán al por mayor, pero como todo salto a lo desconocido, también existirán algunas consecuencias, y es precisamente ese, otro de los temas fundamentales que aborda el libro de Schwab, un camino para adaptarse de la mejor forma a éstos cambios que dejarán a muchos atrás si no estamos preparados.

La Cuarta Revolución Industrial es un libro que señala de forma clara los cambios que se avecinan  con la llamada “revolución digital” (que algunos pudieran ver como una mera extensión de la “tercera revolución”) y señala algunas de las formas en las que debemos estar preparados para afrontarlos, la tecnología blockchain, cuyos principales usos hoy se limitan al llamado bitcoin, y que en un futuro cercano será adoptada por gobiernos y demás empresas (Estonia ya se nos ha adelantado con su E-government) y sin duda países como Singapur o Arabia Saudita estarán adentrándose en éste mundo en breve, la inteligencia artificial o AI que ya prácticamente es perceptible en el presente, el llamado “Internet de las Cosas”, que conectará de forma prodigiosa aparatos domésticos, ropa y otros objetos, hoy “inanimados” a la “red de redes” para junto al Big Data crear una red aún mayor ya no de humanos, sino de aparatos compartiendo información en todos los sentidos, la impresión 3D basada en la tecnología aditiva que revolucionará verdaderamente los sistemas de producción y que sin duda cambiará el rumbo de las manufacturas actuales, abriendo nuevas puertas hacia la creatividad y la innovación, además de la llamada Industria 4.0, que extiende el alcance de las máquinas de producción al mundo digital para insertar diagnósticos, mantenimientos y modificaciones disparadas a través de softwares poderosos.

Otro punto importante también señalado por Schwab es la llamada Biotecnología que habrá de imprimir su profunda huella en campos como la medicina que permitirá no sólo el análisis continuo de signos vitales, también la detección oportuna de enfermedades y la destrucción de males como las células cancerosas por medio de nano robots ¿Suena fantástico? Por supuesto, pero como todos los grandes avances hay algunos bemoles, la posibilidad de continuar mejorando el nivel de vida del ser humano podría traer consecuencias de mayor población, mayor demanda de recursos y desigualdad, por lo que no todo es brillante y hay que estar preparados.

Gobiernos más transparentes (menos corruptos) y esbeltos podrían ser el resultado de la tecnología blockchain, de igual forma el poder político o de estado como lo conocemos podía empezar a desaparecer y dar un giro a los gobiernos actuales como los conocemos, una mayor preparación para los funcionarios públicos será el orden del día en unos cuantos años, la desaparición de centros de atención telefónica, grandes sitios de empleo hoy en día darán paso a chatbots que atenderán y responderán de forma incansable mediante algoritmos las dudas y requerimientos de los usuarios, mientras que los vehículos autónomos, aunque sin duda serán de gran conveniencia y seguridad para muchos, para otros implicará la fuerte pérdida de una fuente de empleo, por otro lado, es posible que la manufactura casera de un salto cuántico una vez que la tecnología 3D, como otras, se vuelva accesible al bolsillo del consumidor y una ola de nuevos diseñadores inspirados más en el arte que en la producción en masa puedan ofrecer sus productos local y globalmente.

Schwab se encarga de ampliar nuestra visión con un ágil análisis de los que está por venir, no en un futuro lejano, sino prácticamente en un par de años, una verdadera “revolución” o salto abrupto que traerá cambios al por mayor, algunos para bien, y otros que mientras estemos preparados podremos asimilar de la mejor manera.     

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