Rumbo a la Utopía Virtual
Por: Erreh Svaia
Dispersión Caprina
La visión original de Karl Marx era la de un mundo en dónde la propiedad privada no existiera, adicional a esto, Marx hablaba de como su visión “comunista” resultaba la respuesta al capitalismo salvaje de sus épocas y que veía como el futuro de naciones “súper capitalistas” como Inglaterra o Alemania, el sueño de Marx era que el comunismo fuera la conclusión lógica del capitalismo acelerado, nunca fue parte de su visión que éste fuera implementado en naciones “emergentes” o “subdesarrolladas”, de ahí los sendos fracasos cada vez que se ha pretendido implementar en lugares como la extinta URSS, China, Cuba o Corea del Norte, para que el comunismo pudiese funcionar, un principio fundamental era que el país fuese una nación capitalista rica y desarrollada, al estilo de los dos países mencionados al inicio.
Parte de la problemática es que el comunismo no fue bien recibido ni en Inglaterra ni en Alemania, en el Reino Unido más tarde vimos versiones cercanas a la socialdemocracia, al igual que en Alemania, peor el momento del “gran salto” nunca se presentó ¿Cómo saber que el capitalismo en estos países había llegado a su punto cúspide y que la transición al comunismo de Marx era requerida? Marx no nos dio una respuesta concreta, su gran aportación fue ese gran análisis del capitalismo que realizó, y una teoría visionaria que nunca fue bien aterrizada y que ha sido fuente de terribles descalabros económicos, políticos, sociales y humanitarios.
Si hablamos de un país capitalista altamente desarrollado en estos momentos, estaríamos hablando de los EEUU, aunque no podríamos afirmar que un capitalismo puro estuviese llegando a su fase máxima, si pudiéramos afirmar que como país capitalista es lo más cercano hoy en día a esa visión de Marx, y que mayor momento para que su sueño comenzara a convertirse en realidad, hasta cierta forma, que hoy en día ¿Por qué? Basta voltear a nuestro alrededor, Facebook o Google son empresas que ofrecen sus servicios “gratis” a la mayor parte de sus usuarios, mi cuenta de Facebook o mi Gmail no me han costado ni un centavo, hace meses, tal vez años que no he comprado una película (en DVD o en BluRay), un disco de música (en CD) y libros cada vez compro menos en físico, las películas por lo regular las veo en Netflix, no me pertenecen, la música por lo regular la descargo en formato Mp3, técnicamente no es mía tampoco, sé que los millenials un tanto más jóvenes que yo escuchan música vía Spotify o iTunes, tampoco son dueños de un objeto físico como solía ser el disco ¿Los libros? Aunque nada se compara con tener la versión física de un libro, es más fácil encontrar el tipo de libros que uno desea en línea y en electrónico, por eso empecé a buscar la música en formato digital, ya que las tiendas de discos no contaban con aquellos artículos que yo quería en especial igual los libros, y al igual que la música en formato digital, aunque ahora llevo cientos de discos en mi Kindle comprados en Amazon, o en mi teléfono móvil, prácticamente ninguno de ellos es mío, y con el tiempo los perderé.
Para las nuevas generaciones, éste cambio se presenta de forma aún más drástica, sus teléfonos móviles, a pesar de ser de sus “posesiones más preciadas”, no valen nada y se vuelven obsoletos con pasmosa velocidad, internet es intangible, lo tienen, pero a la vez no, muchos de ellos ya optan por rentar casa, no buscan tener un hogar fijo y convertirlo en su patrimonio, ¿Un auto, para qué? Si cuentan con Uber, incluso aún y si tuvieran una casa, ya existen empresas que rentan por semanas o meses muebles o aparatos electrónicos, no se diga aún más sobre las llamadas oficinas virtuales ¿Y el dinero? Gran parte de los pagos se hacen ya vía digital, el economista estadounidense señala todo esto en un artículo aparecido en Bloomberg hace unos días, los estadounidenses y el mundo desarrollado cada vez ira envejeciendo, reduciéndose y consumiendo menos, teniendo menos posesiones, nuestra información estará en la “nube”, nuestro dinero será virtual gracias a tecnologías como Blockchain, y aquella alucinante visión de Marx irá poco a poco haciéndose realidad hasta cierto punto, colisionará con la más reciente visión de Bill Gates que señala que gran parte de nuestras pertenencias estarán resguardadas en un dispositivo del tamaño de una tarjeta, ahí llevaremos gran parte de nuestras vidas, de nuestro patrimonio.
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