Kiss, Music From The Elder (1981) ESP

Kiss, Music From The Elder (1981) ESP

Por: Erreh Svaia

Rock N Roll Animal

Seguramente el disco más controversial de Kiss, Music From The Elder, un disco conceptual, pretendida banda sonora para una cinta que nunca existió, posiblemente Music From The Elder sea, por razones injustificadas, cabe mencionar, uno de los discos más detestados por los seguidores más acérrimos de ésta banda, un disco en el que Kiss, ya en decadencia tras los excesos comerciales y publicitarios de los 70s, trata de desintoxicarse y reinventarse, algunos guiños al “rock progresivo” están presentes, la producción melodramática del buen Bob Ezrin, e incluso la colaboración en algunas letras por parte de Lou Reed, todo eso además de un curioso cambio de imagen de la banda, que sin abandonar aún el maquillaje, cambiaba parte de su atuendo, como el cabello corto de algunos de sus miembros, tal vez un desafortunado guiño al punk rock.

Aun así el disco comienza con un duro riff galopante de guitarra a lo “Barracuda” de unas Heart y un sólido ritmo de rock que dan forma a The Oath, el giro aquí corre a cargo de la línea vocal de Paul Stanley, un tanto alejada de su modus operandi común, yendo más por lo operático, a un nivel similar a los desarrollos casi teatrales de un Peter Gabriel, que por esas épocas hacia lo suyo con los Genesis, rescatable en todo momento el dialogo de las guitarras de Stanley y Frehley, mientras que la saturación de efectos a cargo de Ezrin produce un efecto extraño de verdad, difícil hablar de algún atractivo comercial aquí con una pieza que ronda los 5 minutos.

Para Just A Boy el disco empieza a venirse un poco abajo, se apoya demasiado en un Tommy de los Who para poder sacar adelante algo que pareciera una mala imitación de las opera-rock de la legendaria banda inglesa, sin hacer en las perversas rareza geniales de Pete Townshend, con un concepto que de entrada se antoja aburrido, con un hilarante Paul Stanley totalmente fuera de su zona de confort en incapaz de adentrarse con profundidad en la temática total del disco, apenas rescatado por un Dark Light a cargo de Ace Frehely, quien pareciera ya mostrar su crecimiento como artista en solitario y que con su tema parece romper con la monotonía que abruma a Stanley, un tema de rock duro y de lo más rescatable de éste disco, además otra joya a sumarse a la carrera del siempre confiable Frehley.

No soy fan de los temas que Simmons suele escribir, enorme clichés sexistas la mayor parte del tiempo, pero Only You muestra una faceta diferente de Simmons, una definitiva desviación de Kiss, pero un experimento que me parece afortunado, y que se convierte también en parte de las fortalezas del disco, y que se suma entre las cosas rescatables, como World Without Here, otro tema “diferente”, pero no por ello deficiente, por el contrario, consigue capturar perfectamente un momento oscuro para el rock en el que los excesos daban paso a una resaca musical que Music From The Elder parece ejemplificar de manera sobresaliente, un sonido casi atmosférico apenas desgarrado por las guitarras de Frehley y el poderoso bajo de Simmons, que alcanza estruendosos niveles en tema como Mr. Blackwell, que consigue revelar algo de ese clásico sonido de la banda.

Desafortunadamente, Music From The Elder tiene algunos temas que en definitiva están de más, que restan poder y trascendencia a los temas rescatables, que bien pudieran haber conformado un buen EP, la extrañamente titulada “I” es otro tema que llama la atención, con un Paul Stanley excelso, en una suerte de Rock N Roll All Nite en reversa con suficiente carisma y rareza para no olvidarlo o desecharlo, sacando a la luz esa buena vocación para componer temas clásicos de la banda.

Music From The Elder es un disco que siempre he defendido, que esboza una destacada dinámica entre los estruendoso y lo etéreo, entre la belleza y lo grotesco, entre la luz y la oscuridad, es un disco incómodo claro, pero ara quien tenga la paciencia de escuchar y soportar los temas malos y las piezas instrumentales podrá rescatar y disfrutar buenos temas, dándose la oportunidad de apreciar una banda clásica atreviéndose a mucho, buscando salirse de su zona de confort, y lo mejor, saliendo adelante, por lo menos en algunos momentos.