Si Hay Un Perdedor No Hay Negociación
Por:Erreh Svaia
Dispersión Caprina
Hay un error garrafal cuando se aborda una negociación, y es la de imponerse por alguna razón a la otra parte, algunos ingenuamente podrán sentirse superiores a la otra parte, grandes negociadores porque lograron imponer su voluntad a la otra persona, el gran error existente aquí es precisamente esa versión de un acuerdo, en un acuerdo ambos salen ganando y ambos salen satisfechos, ambas partes deben sentirse motivadas por el resultado y la relación fortalecida, imponer la voluntad propia sobre los demás no es una buena negociación, de hecho no es ni siquiera una negociación, menos cuando la otra parte se siente afectada, agraviada o incluso engañada, si la otra parte queda inconforme, el negociador no ha sido efectivo y ha sido más un truhán o un bravucón en lugar de un exquisito ejecutante de las técnicas de la negociación.
Tyler Cowen menciona hoy en Bloomberg el ejemplo de la esposa, de cuando se tiene una discusión con ella y se impone en la discusión la voluntad propia, si la esposa (o viceversa, el esposo) no queda contenta con la resolución de la discusión o debate las probabilidades sin de que tu matrimonio no vaya precisamente viento en popa, si el acuerdo o resolución no dejó satisfechas a ambas partes, puedes tener por seguro que habrá consecuencias en el mediano o en el largo plazo.
Y esa es precisamente la historia de acuerdo a Cowen, de la aparente resolución del Nafta recientemente anunciada, unos EEUU que rompen la multidimensionalidad del acuerdo entre tres partes, que busca un acuerdo bilateral con el fin de obtener una mayor ventaja hasta cierto punto abusiva sobre México y Canadá, que deja a México un sabor a imposición y a Canadá una sensación de rechazo, una pésima negociación, con ciertos puntos a favor de los EEUU, que aunque pudieron ser peores para México, se pudo aprovechar la presión de los negociadores estadounidenses debido a la proximidad de las elecciones medias en Noviembre.
Los EEUU siguen quedándose solos y sin aliados confiables excepto regímenes dudososos como Rusia o Arabia Saudita, los más probable es que a largo plazo la relación entre México, Canadá y EEUU sufra mayores rompimientos y una sensación de injusticia ante el acuerdo, lo cual haga más onda la brecha entre los tres países en lugar de buscar una virtuosa unión al estilo europeo, muchos aplaudiran la imposición de Trump de un pago de 16 dólares la hora s los trabajadores de la industria automotriz, eso no pasará en México y es probable o seguro que muchos de éstos trabajos se vayan a EEUU, primero afectando el empleo en México, y después afectando en costos de producción a la industria automotriz en EEUU, la visión tan corta de Trump sin duda traerá consecuencias posteriores en las relaciones multilaterales en un grave revés a un mundo cada vez más conectado e involucrado, algo obviamente en beneficio de esos regímenes autoritarios para quienes el separatismo y divisionismo representa la mejor manera de seguir perpetuando su poder, Trump pretende ganar a corto plazo, el tiempo a mediano y largo será su verdugo, y desgraciadamente el de su pueblo que no supo guiar bien.
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