Alice In Chains, Rainier Fog, 2018
Alice In Chains, Rainier Fog, 2018
Por: Erreh Svaia
Rock N Roll Animal
Pareciera que lo único que perdió Alice In Chains luego de la muerte de su vocalista Layney Staley por tema de drogas y de su bajista Mike Starr, ha sido el miedo a perder algunos fans, popularidad y los reflectores, y es que desde que la banda regresó con nuevo vocalista, pareciera que como Daredevil, han perdido el miedo y eso los ha hecho incluso mejores, haciendo alusión a Nietzsche, hoy a 118 años de su muerte (escribí ésto el Sábado 25), “Lo que no te mata, te hace más fuerte”, y hoy en día Alice In Chains no son más populares de lo que fueron con Staley, pero me atrevería a decir que su música es más relevante, proponente y vital, la banda parece haber decidido empezar de cero y trabajar de manera afanosa en la construcción de algo muy propio una vez más, The One You Know, primer tema de su nuevo Rainier Fog inicia con un riff brutal, de crudeza admirable, el todo o nada, la permanencia, la insistencia, los elementos que hicieron grande a la banda de inicio, continúan ahí, riffs colosales, un sólido trabajo de la sección rítmica y esos coros que solo ésta banda sabe trabajar de semejante manera, dándole una textura muy particular a sus creaciones, William DuVall no es Staley, pero consigue mantener ante nuestros oídos a la banda intacta en su sonido primordial, y eso es ya algo sorprendente dado el detallado sonido de ésta.
Black Gives Way to Blue y The Devil Puts Dinosaurs Here han sido discos de una calidad irrebatible, poderosos de principio a fin, con un DuVall perfectamente integrado en la banda, con un sonido revitalizado que pareciera no haber perdido absolutamente nada de su esencia, tal vez lo único que podemos percibir como cambio es que la banda se ha vuelto más arriesgada, más atrevida, lo cual le ha costado popularidad, pero han sabido complementarlo con la sabiduría de los años que les permite sonar relevantes y dispuestos a todo, como en el tema que da titulo al disco, con una cadencia imposible de eludir, con una línea vocal fluida y perfecta, avanzando hasta el infinito pretendiendo nunca abandonarnos, la banda suena más satisfecha consigo mismos, pero no en un sentido de confort, por el contrario, pareciera que sus encuentros cercanos con la muerte los han hecho temer menos a asumir riesgos, como en Red Giant, otro portento de piezas en el que nuevamente se remiten a producir una colisión frontal entre etéreas vocales celestiales e infernales riffs monolíticos, furiosamente enfrentados con singular talento.
Drone parece evocar parte de la gran influencia que bandas como Black Sabbath tiene sobre el grupo, además del espíritu del blues, y esas vocales que me remiten en lo personal a bandas como The Hollies, o tal vez, yendo más allá, a los Crosby, Stills and Nash, incluyendo también algunas guitarras de Chris DeGarmo, miembro de los también residentes de Seattle, Queensryche, mientras que Deaf Ears Blind Eyes es un verdadero tour de forcé en lo que respecta a emotivas guitarras y vocales épicas por parte de DuVall, quien en Maybe también consigue un extraordinario trabajo vocal que sin duda se convierte en el principal atractivo de éste tema, que solamente suma a la formidable solidez con la que la banda ha construido éste disco, oscuro si, más oscuro de lo acostumbrado, con riffs en verdad espectaculares, como en So Far Under, la durísima Never Fade Away o la infinitamente expansiva All I Am, que cierra a la perfección un disco bastante introspectivo, arriesgado y de una sola pieza, que sigue mostrando una banda que se aleja de los reflectores, no en señal de retirada, sino para volverse más peligrosa, más sabia y al final más fuerte luego de que se ha resistido incluso a la muerte, si bandas como The Melvins o Mudhoney huyeron de Seattle para escapar de una muerte comercial segura por sobre exposición, Alice in Chains permaneció, disfrutó y después padeció, casi se viene abajo por completo y hoy en día como el ave fénix siguen resurgiendo una y otra vez, y Rainier Fog es una solida e indiscutible prueba de ello.
Por: Erreh Svaia
Rock N Roll Animal
Pareciera que lo único que perdió Alice In Chains luego de la muerte de su vocalista Layney Staley por tema de drogas y de su bajista Mike Starr, ha sido el miedo a perder algunos fans, popularidad y los reflectores, y es que desde que la banda regresó con nuevo vocalista, pareciera que como Daredevil, han perdido el miedo y eso los ha hecho incluso mejores, haciendo alusión a Nietzsche, hoy a 118 años de su muerte (escribí ésto el Sábado 25), “Lo que no te mata, te hace más fuerte”, y hoy en día Alice In Chains no son más populares de lo que fueron con Staley, pero me atrevería a decir que su música es más relevante, proponente y vital, la banda parece haber decidido empezar de cero y trabajar de manera afanosa en la construcción de algo muy propio una vez más, The One You Know, primer tema de su nuevo Rainier Fog inicia con un riff brutal, de crudeza admirable, el todo o nada, la permanencia, la insistencia, los elementos que hicieron grande a la banda de inicio, continúan ahí, riffs colosales, un sólido trabajo de la sección rítmica y esos coros que solo ésta banda sabe trabajar de semejante manera, dándole una textura muy particular a sus creaciones, William DuVall no es Staley, pero consigue mantener ante nuestros oídos a la banda intacta en su sonido primordial, y eso es ya algo sorprendente dado el detallado sonido de ésta.
Black Gives Way to Blue y The Devil Puts Dinosaurs Here han sido discos de una calidad irrebatible, poderosos de principio a fin, con un DuVall perfectamente integrado en la banda, con un sonido revitalizado que pareciera no haber perdido absolutamente nada de su esencia, tal vez lo único que podemos percibir como cambio es que la banda se ha vuelto más arriesgada, más atrevida, lo cual le ha costado popularidad, pero han sabido complementarlo con la sabiduría de los años que les permite sonar relevantes y dispuestos a todo, como en el tema que da titulo al disco, con una cadencia imposible de eludir, con una línea vocal fluida y perfecta, avanzando hasta el infinito pretendiendo nunca abandonarnos, la banda suena más satisfecha consigo mismos, pero no en un sentido de confort, por el contrario, pareciera que sus encuentros cercanos con la muerte los han hecho temer menos a asumir riesgos, como en Red Giant, otro portento de piezas en el que nuevamente se remiten a producir una colisión frontal entre etéreas vocales celestiales e infernales riffs monolíticos, furiosamente enfrentados con singular talento.
Drone parece evocar parte de la gran influencia que bandas como Black Sabbath tiene sobre el grupo, además del espíritu del blues, y esas vocales que me remiten en lo personal a bandas como The Hollies, o tal vez, yendo más allá, a los Crosby, Stills and Nash, incluyendo también algunas guitarras de Chris DeGarmo, miembro de los también residentes de Seattle, Queensryche, mientras que Deaf Ears Blind Eyes es un verdadero tour de forcé en lo que respecta a emotivas guitarras y vocales épicas por parte de DuVall, quien en Maybe también consigue un extraordinario trabajo vocal que sin duda se convierte en el principal atractivo de éste tema, que solamente suma a la formidable solidez con la que la banda ha construido éste disco, oscuro si, más oscuro de lo acostumbrado, con riffs en verdad espectaculares, como en So Far Under, la durísima Never Fade Away o la infinitamente expansiva All I Am, que cierra a la perfección un disco bastante introspectivo, arriesgado y de una sola pieza, que sigue mostrando una banda que se aleja de los reflectores, no en señal de retirada, sino para volverse más peligrosa, más sabia y al final más fuerte luego de que se ha resistido incluso a la muerte, si bandas como The Melvins o Mudhoney huyeron de Seattle para escapar de una muerte comercial segura por sobre exposición, Alice in Chains permaneció, disfrutó y después padeció, casi se viene abajo por completo y hoy en día como el ave fénix siguen resurgiendo una y otra vez, y Rainier Fog es una solida e indiscutible prueba de ello.
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