Grabadoras de Carne y Hueso y las Cintas Genéticas que Llevamos

Grabadoras de Carne y Hueso y las Cintas Genéticas que Llevamos

“La memoria es ese diario que todos cargamos.”

Oscar Wilde

Hace unos años un buen amigo y yo platicábamos sobre el objetivo de la vida, sobre algunos personajes privilegiados en su capacidad de aprender y de usar sus conocimientos, mi amigo hablaba sobre una especie de banco de almacenaje de todos los conocimientos y como estos personajes habían sido capaces de trascender y de alguna manera alcanzarlos, conectarse a esa base de datos o “nube” en algún lugar del universo, hoy en día creo que he escuchado o leído algo similar en escritos sobre el gran Nikolai Tesla, algo sobre poder acceder a esa “base de datos” y obtener inteligencia prodigiosa, lo único que nunca me pareció congruente sobre esta teoría era el hecho de ¿Cómo había llegado esa inteligencia a ese “almacén”?, ¿Cómo se acumulaba ahí? Y sobre todo el hecho de si todo esto fuera cierto, ¿A qué tanta información se podría tener acceso, a una parte, a toda? No me hacía mucho sentido que gente como Einstein o Tesla hubiesen elegido solo una parte o que acusando a todo el banco de datos hubieran usado solo una parte.       

Durante la conversación me vino a la mente una idea que en lo personal no había escuchado de nadie, simplemente se me ocurrió en ese momento, comente a mi amigo sobre la posibilidad de ser como neuronas dentro de un gran cerebro, y sobre nuestro objetivo en esta vida de neuronas, precisamente era almacenar información, recuerdo con mucho orgullo la cara de sorpresa de mi amigo, asombrando y preguntándome de dónde había sacado esa idea y yo manifestando únicamente que se me había venido a la mente e ese momento.

Hoy en día por casualidad, irónicamente, me encontré con un artículo sobre Richard Dawkins, en el cual Dawkins manifiesta que los seres humanos somos poco más que una especie de empaque protector de genes, los cuales no son otra cosa que grabadoras de información infinita, que vida tras vida van guardando información y transmitiéndola de generación en generación, corriendo este proceso en forma interminable, ¿Podemos imaginar la cantidad de información guardada en nuestros genes? En mi loca mente me resulta fascinante pensar si alguna vez esta información será recolectada de alguna manera, ¿Acaso por una inteligencia superior? Tal vez la que hizo correr este loco procesos de recolección de datos sobre la vida en este planeta, tal vez nuestra insignificante existencia en este planeta no es más que unos segundos en la vida de otra civilización y esta información que nuestros genes recolectaran por millones de años les serán útiles para algún fin, tal vez para algún día habitar nuestro planeta.

Sobre este último pensamiento me viene otra idea, ¿Y si somos una especie de bacteria? Tal vez fuimos inoculados en este país, para descomponerlo, para hacerlo fermentar o prepararlo de alguna manera para establecer la condiciones favorables para la llegada de alguien más que así lo requiere.

Millones morimos, y probablemente mientras halla trascendencia generacional hemos cumplido nuestro cometido en este mundo, guardar esa preciosa información y pasarla más adelante, si es así, que precioso sistema de grabación somos y que espectacular y exitoso experimento protagonizamos, buenos algunos que sentimos el impulso de seguir aprendiendo día a día, muchos otros simplemente existen sin enterarse o involucrarse con el resto del mundo, unos grabaremos más y otros menos, ¿Cuanta información inconsciente seremos capaz de reunir? ¿Y si pudiésemos trampear el experimento y obtener esa información para nuestro uso, `parte la usamos, pero la parte a la que no podemos acceder?

Por otro lado, si nuestro objetivo es simplemente destruir el planeta o cambiar las condiciones de este, también vamos muy avanzados, tal vez el mal que creemos estar haciendo, a fin de cuentas es nuestro objetivo natural, ojala que no sea así.