The Vaselines-V For Vaselines

The Vaselines-V For Vaselines

“Soy William Wallace, y el resto de ustedes serán perdonados, regresen a Inglaterra y díganles que Escocia es libre.”

William Wallace

Escuchar a los Vaselines en tiempos del Èbola resulta en verdad extraño y bizarro, son tiempos extraños y la jovial inocencia que exhiben los Vaselines en la superficie (superficial, claro, si vemos a detalle estos chicos se aventaban un cover de la tremenda Divine, heroína travesti de los mejores filmes del enorme John Waters) de su música simplemente parece fuera de época, una vez más.

V For Vaselines, con su portada más inspirada en el audaz Tom de Finlandia, que en la actualización de la banda, que alguna vez apareció en uno de sus discos como dos pueblerinos risueños sobre una bicicleta (en una recopilación que editara la tremenda Sub Pop en los 90s), dice mucho del presente sonido de la banda, con guitarras que rugen como motores de motocicleta los Vaselines se presentan en esta ocasión, inspirados, según comentan ellos en su recién retomada admiración por los Ramones, argumento no tan disparatado si reconocemos que  parte esencial de los Vaselines a los largo de su inconsistente y legendaria carrera ha sido el unir en matrimonio los sonidos más inocente y puramente pop con ciertos destellos disonantes de rebeldía, algo de suponerse si recordamos la fascinación que Cobain sentía por ellos, una obvia influencia en los dinámicos rangos compositivos del fallecido líder de los Nirvana.

Formados a mediados de los 80s, en la recientemente impetuosa e independentista Escocia, por Frances McKee y Eugene Kelly, los Vaselines pudieron haber pasado inadvertidos en la historia de la música, de no ser por el amor que Cobain sentía por sus composiciones y por su afán de sacar a la luz todos aquellos grupos oscuros que le habían influido, la labor más rescatable que hizo Cobain en su vida, en mi opinión.

La banda mostró interés de recuperar su carrera en el 2006, algunas giras cortas y presentaciones sorpresas parecieron ser sus tímidos pasos hacia un regreso musical pleno, encontrando esta vez apoyo de una institución musical escocesa de la época, los Belle & Sebastian, banda con una obvia influencia de los Vaselines, y finalmente en el 2010, Sex with an X, implicaría el buen retorno a los estudios por parte de la banda.

V For Vaselines es un segundo intento de continuar su carrera en la época actual, un disco revitalizado en apariencia, con unos Vaselines intensos en el primer tema, High Tide Low Tide, un obvio intento de reconciliar su esencia y aquello que encantó a Cobain en sus años mozos, una suerte de combinación de melodías dulces y un acompañamiento estruendoso, resultando en una entrada que evoca a la perfección los mejores momentos de la banda, sin explotar la nostalgia del todo, The Lonely LP repite los bajos distorsionados del primer tema, aunque la banda reduce un poco el frenético paso a favor de una melodía que resulta más arrebatadora y ensoñadora gracias a esta estrategia, con una perfecta interacción entre Frances y Eugene que actualiza a la perfección la magia de este dúo.

Inky Lies resulta en un trabajo exquisito de pop, mientras que Crazy Lady usa màs una combinación de acompañamiento duro y una melódica línea vocal inconfundiblemente pop, que llevan al tema a niveles sumamente infecciosos.

Hay feroces guitarras adornando One Lost Year, la influencia del punk rock parece haber enterrado sus colmillos en estos Vaselines, si, resultando en una versión pop de los enromes Ramones, manteniendo el dinamismo en todo momento en los temas, sin hacer a un lado las estupendas melodías, marca propia de esta banda.

Mientras que Sex with an X sonaba atemporal y buscaba esforzarse por poner a tono a la banda en un mundo que ya casi les olvidaba nuevamente, V For Vaselines sufre un poco al encontrar a la banda mejor establecida, mejor aclimatada y por ello aceptando su madurez, audaz en su propuesta sí, pero un tanto afectada por lo demasiado profesional que termina resultando esta grabación, Frances y Eugene continuando siendo un par de compositores excepcionales, pero parecen sonar mejor cuando nadie espera nada de ellos, a cuando las expectativas sobre su música son altas.