Mark Lanegan Band- Phantom Radio (2014)



Mark Lanegan Band- Phantom Radio (2014)

“Exponte a tu miedo más profundo, después de eso, el miedo ya no tiene poder, y el miedo a la libertad se disminuye y desvanece, entonces eres libre.”
Jim Morrison

Para bien o para mal, Mark Lanegan suena a una curiosa mezcla de Tom Waits y Ian Astbury, el vocalista de los The Cult, mientras que Lanegan difícilmente transitaría los idiosincráticos rumbos que la carrera de Tom Waits suele dejar atrás, su interpretación vocal que emana directo del alma le pone cercano al místico vocalista de los The Cult, si ese que alguna vez tuvo el valor para ponerse en los zapatos del Rey Lagarto y liderar a los restantes The Doors.   

Para los que no estén familiarizados con Lanegan, les diré que le conocía al frente de los interesantísimos Screaming Trees, una banda con la complicada tarea de mezclar la furia del hardcore punk de los avanzados Black Flag, con el rock clásico de unos Cream, esos que tenían en su alineación al dios de la guitarra, Eric Clapton, en un mundo ideal, los Screaming Trees debieron ser tan famosos como los Pearl Jam, pero este no es un mundo ideal, o tal vez sí, no lo fueron porque los Screaming Trees nunca fueron “grunge”, como Soundgarden, Nirvana, Alice In Chains o Pearl Jam, y de alguna manera eso le dio por lo menos a su vocalista, Lanegan, una carrera que trascendería aquella burbuja de atención puesta en Seattle.

Lanegan se ha hecho de una sobresaliente carrera como Singersongwriter obsesionado por una parte con las imágenes de la vieja tradición folclórica americana, algo que le pone a tono espiritualmente con alguien como Nick Cave, pero por otro lado Lanegan parece interesado en mantener las cosas difíciles, en años recientes, sus discos se han adentrado en un aventurado territorio en el que resaltan inesperadas influencias como lo son Kraftwerk, New Order, Echo And The Bunnymen, o los Joy Division, Lanegan ha conseguido llevar esa espirituosa voz como de lija a sitios diferentes, que uno no podría anticipar, convirtiéndolo en un experimentador que reclama y con razón mucha atención.

Phantom Radio, su disco más reciente y en el cual se hace acompañar de su banda, nuevamente le pone en oscuros y sorpresivos territorios, hay oscura música bailable con tintes nostálgicos que podrían situarle cercano a unos New Order, con esas guitarras como lluvia nocturna y ritmos que parecerían danzar a la par que unas vibrantes notas emanadas por teclados se llevan por los aires, si, Lanegan es otro rollo.

Su primer tema abre con guitarras góticas y de inmediato un ritmo se alza añadiendo un sabor un tanto bailable, aquí la atmósfera se enrarece cada vez más y pareciera que los legendarios New Order en un arranque de recuperada juventud se pusieran como banda de respaldo de Mark, mientras que Judgement Time le encuentra como una especie de místico Ian Astbury poseído por Jim Morrison interpretando un tema de esos de perdición y redención, de los que suele componer Cave, Lanegan mantiene una interesante línea gótica bien aferrada al folclore del gótico americano, alejándose de los desvaríos vampíricos de unos Bauhaus o de la tristeza pop interminable de Robert Smith y sus The Cure.

Floor Of The Ocean nuevamente nos lleva de manera tímida al piso de baile, una formula inesperada, insólita, pero que Lanegan y su talento hacen posible, acercándose un poco aquí a una mezcla de Morrison y a un Tom Waits bastante discreto.

La hiriente voz de Lanegan llega a su plenitud en The Killing Season, perfectamente arropada por un tímido arreglo electrónico, los sonidos aquí conjurados parecieran poco adecuados para Lanegan, pero este parece llevar su nave por buena ruta en medio de una posible tormenta, su experiencia con diversos colaboradores le ha hecho sabio en cierta forma y eso le da seguridad para jugar con sus bien cimentadas composiciones, un buen tema es un buen tema ya sea un funk, un jazz, un blues o reggae, y Lanegan lo deja bien claro aquí, su pasado, plasmado en sus primeros discos solistas han quedado atrás, ya no es ese fantasmal vocalista que se ocultaba tras las sombras, y aunque estas aùn prevalecen en su trabajo, hoy en día son atravesadas por luces estroboscópicas y rayos color neón, una evolución similar a la de Leonard Cohen en su MONUMENTAL Death Of A Ladies Man, de alguna manera Lanegan ha conseguido transitar esa ruta y adaptarse a la turbulencia, algo que Cohen no pudo del todo, y en Seventh Day, Lanegan puede jactarse de haber creado algo muy personal y universal a la vez, algo cercano a la genialidad.

Pero no todo es pistas de baile en el fúnebre mundo de Lanegan, hay momentos verdaderamente tortuosos y de gran belleza lúgubre, como en la fantasmal I Am The Wolf, o la majestuosa Torn Red Heart, que da muestras del tremendo talento como compositor de Lanegan, sus temas suenan más densos y penetrantes que nunca, Lanegan ha aprendido mucho a través de los años y por ello el alguna vez críptico vocalista de los Screaming Trees, aquí suena como un consumado veterano sin temor a exponer su alma al desnudo y declararse triunfador.     

Si este disco no convierte a Lanegan en una estrella de primer nivel, no se perderá mucho, porque esta obra mayúscula es su confirmación como uno de los grandes singersongwriters del momento, uno lleno de coraje y talento, audaz como pocos y con la experiencia de un veterano de muchas batallas, Lanegan ya tiene la batalla ganada.
     

            

Comments

  1. ¿Cuál es el mejor disco de los Screaming trees?

    Saludos.
    Esteban

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