La V铆a Chilena
La V铆a Chilena
Por: Erreh Svaia
Dispersi贸n Caprina
El primer gobierno socialista democr谩ticamente electo en Latinoam茅rica
surgi贸 en el entonces empobrecido Chile de la mano de Salvador Allende (luego
de 3 intentos no exitosos), una enrome esperanza puesta en 茅l que se convirti贸
en sorpresa luego de ponerse en evidencia su proyecto de nacionalizaci贸n de
ciertas industrias le valieron el rechazo de varios sectores del pa铆s, de
aliados pol铆ticos que le dieron la espalda a manera de reacci贸n contra su
radicalizaci贸n, vendr铆a un enfrentamiento entre poderes, luego de Allende trat贸
de romper el equilibrio entre 茅stos, lo cual finalmente devino en un quiebre “constitucional”
que se convirti贸 en una crisis econ贸mica profunda que provoc贸 un llamado al
derrocamiento del gobierno de Allende, un golpe de estado militar encabezado
por Augusto Pinochet pondr铆a fin de manera brutal al gobierno de Allende, y
crear铆a el espacio para la aplicaci贸n de las pol铆ticas de libre mercado bajo la
asesor铆a del economista Milton Friedman, quien vio la oportunidad y aprovecho
la “tierra f茅rtil” para experimentar con sus teor铆as sin obst谩culo alguno,
gracias a la “mano dura” de Pinochet aplicada contra cualquier tipo de disidencia.
Hoy en d铆a la econom铆a chilena es una de las m谩s fuertes y
con mayor esperanza de crecimiento en la regi贸n, su sistema democr谩tico
reestablecido en 1990 es considerado uno de los m谩s maduros en el pa铆s, de una
manera tr谩gica, Chile ha aprendido a alinearse a proyectos de bienestar a largo
plazo, manteni茅ndose ajeno a las olas de extremismo de izquierda o derecha
surgidas en la regi贸n, una experiencia no deseada, pero que le ha concedido a
茅ste alguna vez poco desarrollado pa铆s, una visi贸n madura y la oportunidad de
ver bajo una 贸ptica diferente el progreso del pa铆s y una disminuci贸n de las
inclinaciones radicales.
Luego de 2 intentos, Lula da Silva, candidato salido del mundo
del sindicalismo duro y al frente del Marxista Partido del Trabajo consigui贸 en
su tercera apuesta ganar la presidencia en Brasil, considerado el “candidato de
la esperanza”, la vocaci贸n social de Lula pudo empujar a gran parte de la
poblaci贸n en situaci贸n de pobreza para acercarlos a la clase media mediante
programas sociales de apoyo, pero la agradable sorpresa inicial perdi贸 impulso
ante la imposibilidad de poder trascender esos apoyos asistencialistas mediante
mejores oportunidades de salud, seguridad, educaci贸n y trabajo para esa nueva
clase media que surg铆a, mediante el clientelismo Lula pudo excitar las mentes
de la sociedad, pero una vez que se sal铆a de la pobreza, las oportunidades para
esa clase media se terminaban, y ni un segundo periodo le vali贸 para encontrar
la f贸rmula, incluso Lula dise帽贸 una f贸rmula para continuar su mandato en la
persona de uno de sus ministro, Dilma Rousseff (que pareciera revelar el siniestro
plan de entregar tras dos per铆odos el mandato nuevamente a Lula, a la manera de
Tabar茅 Vel谩zquez en Uruguay, quien al igual que Lula, pareciera haberse valido
de un ex guerrillero para la simulaci贸n estilo Putin), pero Dilma no tuvo el
mismo talento que Lula para mantener a la gente de su lado, el manejo de una
imagen triunfal que se trat贸 de transmitir mediante eventos como Copas
Mundiales de Futbol, Olimpiadas y una visita Papal fueron insuficientes para
que Dilma pudiera ganar apoyo e incluso fueron claves para revelar la
naturaleza corrupta en la que hab铆a deca铆do el gobierno del Partido del
Trabajo, Dilma fue destituida, sustituida por un presidente interino y Lula,
quien acelerando su plan de retomar el poder, fue puesto en prisi贸n ante las
acusaciones de ser parte del escandalo que tumb贸 a Dilma, nuevamente una gran
promesa era cortada de tajo, un presidente en funciones suspendido de su cargo,
y un nuevo gobierno recientemente electo en la persona de Jair Bolsonaro, quien
despierta ciertas sospechas por su simpat铆a a las viejas dictaduras militares
en el pa铆s, un ex militar de naturaleza belicosa cuyas “cartas fuertes” son su
promesa de acabar con el socialismo y de orientar al pa铆s hacia el libre
mercado de la mano de su ministro Paulo Guedes, a quien la ultra derecha
pretende posicionarlo como una versi贸n moderna de Milton Friedman, en un
paralelismo con chile que parece anticipar un r茅gimen implacable contra la disidencia
y un nuevo experimento de shock hacia una econom铆a latinoamericana, un giro
radical y de naturaleza extrema que podr铆a dar esa dura lecci贸n a un pa铆s sobre
los peligros del extremismo, es dif铆cil saber los alcances que tendr谩 el gobierno
de Bolsonaro, pero de confirmarse la se帽ales duras que 茅ste ha dado, se pod铆a
hablar del peligro que corre la democracia Brasile帽a a manos de un populista de
derecha que aplicar谩 de forma despiadada el experimento ultra liberal con el
fin de demostrar su punto.
Claro, los Chilenos maduraron y aprendieron a rechazar los experimentos
radicales y a buscar proyectos a largo plazo buscando la continuidad y
mantenido en equilibro sus poderes de gobierno, la autonom铆a de sus instituciones,
la democracia, la moderaci贸n, la transparencia y la participaci贸n ciudadana con
el fin de avanzar siempre al frente, para Brasil pudiera estar por llegar una
dura lecci贸n, y en el caso de M茅xico, si esos que vendieron grandes esperanzas incumplibles
y pretenden aplicar iniciativas
radicales polarizando a la sociedad y enfrent谩ndola contra los mercados, un
nuevo viraje hacia un autoritarismo m谩s brutal pudiera encontrar tierra f茅rtil ¿Tendremos
que recibir una dura lecci贸n para llegar a la madurez? ¿Seremos capaces de
aprender en cabeza ajena y evitarnos perder libertades y derechos?



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