Un "Bukake" de Alta Tecnología




Un "Bukake" de Alta Tecnología

Por: Erreh Svaia

Dispersión Caprina

La aplicación en el rostro de células provenientes del prepucio de bebés Coreanos recién nacidos, es el tipo de cosas que suenan a culto satánico oculto en el sótano de un restaurante de pizzas en Washington DC, y sin embargo, no, no estamos hablando del fraudulento “Pizzagate” que involucraba a Hillary Clinton teorías de conspiración, en restaurantes de pizza que ni siquiera tenían un sótano y cuyo único fin era engañar ignorantes y crear falsos rumores camino a las elecciones presidenciales en los EEUU, que finalmente ganó Trump, y que creo que es algo que genera aún más pánico para algunos.

Pero si, la aplicación de células provenientes del prepucio de recién nacidos en Corea del Sur parece ser la nueva gran moda entre los entusiastas de los tratamientos anti envejecimiento, principalmente personajes del “star-system” en Hollywood, hablemos de gente como Cate Blanchett, Sandra Bullock o Kate Beckinsale que ya han probado el tratamiento y que han encontrado en esas células extraídas y después clonadas e inyectadas en el rostro con el fin de generar una especie de regeneración celular con el fin de eliminar el procesos de envejecimiento una desesperada medida para mantenerse en esa perpetua búsqueda de la “eterna juventud”, aunque sea algo sólo superficial y no algo más serio como las profundas investigaciones de gente como Aubrey de Grey o Ray Kurtzweil, que en realidad buscan un camino a la inmortalidad.

Tal vez esa búsqueda de la “juventud” superficial ha empezado a llegar demasiado lejos, por lo menos en la industria de la belleza, el proceso conocido como Factor de Crecimiento Epidérmico (FCE) implica la creación de un suero derivado de las células fibrosas del prepucio circuncidado de bebés recién nacidos, posteriormente el liquido es inyectado en la piel del rostro, algo así como hablar de un liquido producido a partir de varios penes (o parte de) y vaciado sobre la cara de la paciente, la verdad suena a algo así como el Bukake (salpicar), misteriosa forma de castigo japonés aplicado a las mujeres que cometieron infidelidad, y cuya retorcida versión ha sido adoptada por la industria de la pornografía.

Infinidad de mitos respecto a la industria de los tratamientos de belleza y de recién nacidos se han ido generando con el tiempo, historias macabras sobre enormes tráileres contenedores de fetos congelados abandonados en la carretera destinados para las empresas fabricantes de productos de belleza abundan en la red, y el FCE de alguna manera llega a reforzar éste mito, las poderosas células contenedoras del Factor Hormonal de Crecimiento siguen siendo la “panacea” de la industria, curiosamente una industria enfocada principalmente a la mujer, a futuras y actuales madres, resulta aún más paradójico usar productos supuestamente generadores de colágeno y elastina derivada de células de recién nacidos en el rostro al tiempo que tu bebé recién nacido acaricia tu cara, bastante bizarro a un precio de aproximadamente 650 o 700 dólares por aplicación, claro, después de esperar dos años en lista de espera para el tratamiento.  

Pareciera que más que el oro, lo que brilla en la mente de esos entusiastas de la “eterna juventud” superficial es la hormona del crecimiento, esa que nos hace crecer a velocidades sorprendentes durante nuestros primeros años de vida, esa que por años ha circulado en los gimnasios para aquellos entusiastas que buscan llevar sus cuerpos a un nivel más allá de lo humanamente normal, al final, cuando hablamos de éstos tratamientos en la industria de la belleza vemos más una triste obra de teatro en la que la fantasía se pone al frente, y la inevitable realidad nos sigue esperando a todos tras bambalinas, ya que ni esas células serán capaces de evitar el verdadero paso del tiempo.  

Al tiempo que el porcentaje de bebés circuncidados decrece en el mundo, el costo del tratamiento continua en ascenso, trayendo a la mesa implicaciones legales y éticas para su desarrollo, considerando la cada vez menor cantidad de materia prima, el origen legal de ésta (se cree que muchos de éstos prepucios existentes en el mundo son extraídos de forma ilegal de África, ¿Son recompensados económicamente de forma adecuada los dueños originales de esos prepucios?), y la posibilidad de que en lugar de usarse para fines meramente de vanidad, pudiesen ser usados con más impulso en la industria médica de regeneración de la piel en victimas de quemaduras y otras afectaciones de la piel.

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