Un Fantasma Recorre el Mundo





Un Fantasma Recorre el Mundo

Por: Erreh Svaia

Dispersión Caprina

Un fantasma parece empezar a  morir en éstos días en México, el “fantasma del neoliberalismo”, ese “extraño enemigo” que el populismo anuncia como el culpable de todas nuestras desgracias hoy en día, y como de costumbre suelo repetir la siguiente cuestión, he conocido gente que se denomina a sí mismos “nazi”, “capitalista”, “comunista”, “fascista”, “monarquista”, “populista”, a pesar de las muchas connotaciones negativas que éstos términos pudieran implicar, sin embargo, al día de hoy no he podido encontrar a alguien que se denomine “neoliberal”, y es que pareciera que el “neoliberalismo” lejos de ser una realidad, se ha convertido en un termino gestado y usado únicamente para denominar a un contrincante, para muchos, neoliberales fueron Friedrich Hayek, Ludwig Von Mises, Margaret Thatcher, Tony Blair, Felipe González, Emmanuel Macron, Carlos Salinas de Gortari y muchos otros, aun así, en ningún momento, ninguno de ellos se han auto declarado “neoliberales”, eso sí, muchos de sus detractores han optado por denunciarlos una y otra vez como tales.

Para tratar de entender esa obsesión por acusar al “neoliberalismo” de todos nuestros males, en primer lugar, deberíamos por lo menos conocer los orígenes del término, y para esto deberíamos conocer sobre el Coloquio Walter Lippmann, una suerte de “think thank” concebido por el escritor y periodista estadounidense de izquierda Walter Lippmann, quien busco reunir a varios intelectuales, pensadores y economistas con el fin de analizar las causas de la Gran Depresión Económica, y buscar soluciones para salir de ésta, el eje común de éste era un análisis del liberalismo clásico, por un lado, Hayek y Mises oponiéndose al procesos de intervención estatal para corregir la economía, teoría en ascenso mundial y que gente como Lippmann y Alexander Rustow apoyaban, de hecho, sería precisamente Alexander Rustow, un sociólogo y economista alemán de ideas socialistas, quien acuñaría el término “neoliberalismo”, y después del rompimiento de dicho coloquio, con la división entre Hayek, y Mises a favor del llamado laissez-faire, contra Lippmann y Rustow a favor de una planeación central y un papel más preponderante del estado.

Es posible entender las acusaciones de Lippmann o de Rustow contra Hayek y Von Misses, hasta las posibles descalificaciones acusándolos de “neoliberales” por su apoyo incondicional al llamado laissez-faire y la auto regulación de los mercados, pero también cabe señalar que en el mundo hoy en día, países acusados de “neoliberales” como Estados Unidos, Inglaterra o México, poseen las mismas estructuras inmensas de burocracia y gobiernos que intervienen en la economía que Rusia, Cuba, Venezuela o Suecia, vemos como en EEUU, las intervenciones políticas de Donald Trump en la economía, son similares a las de Nicolás Maduro, y mientras Maduro podría acusar a Donald Trump de “neoliberal” por su idolatría a Reagan, en realidad, Maduro no actúa de manera dan diferente a Trump, considerando que el “neoliberalismo” acuñado por Rustow, en el que el estado interviene de manera dominante en la economía, no es tan diferente al gobierno de Vladimir Putin, o al de Enrique Peña, y por las señales que hemos visto en Andrés López, tampoco de éste.

En realidad el término “neoliberal” se ha acuñado para denostar a un contrincante y para ponerse supuestamente del lado del “pueblo” en una batalla contra “las élites”, Marine Le Penn y Jean Luc Mélenchon lo usan de igual forma contra Macron, Pablo Iglesias en España lo usó contra Pedro Sánchez y ahora son aliados, Hugo Chávez lo usó contra Vicente Fox alguna vez, y después su heredero, Nicolás Maduro descontó varios ceros a la moneda, acción denostada como “neoliberal” durante el gobierno de Carlos Salinas en México, hoy Andrés Manuel también acusaría a gobiernos del PAN y del PRI, pero gran parte de su gabinete y colaboradores provienen de esos gobiernos.

Se dice que el populista busca crear un enemigo imaginario que materialice y simplifique su carencia de propuestas, y es precisamente de dónde se han originado éste tipo de calificativos vagos y oscuros como el “neoliberalismo”, “la mafia del poder”, “el PRIAN”, para ser el “héroe”, requieres de un “villano”, y esa es precisamente la narrativa infantil que tratan de impulsar en la población con el fin de sustituir propuestas reales y soluciones eficientes.
        

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