Fourth World Magazine-The Spectacle Of Light Abductions

Pasa algo curioso con los grupos cuando se dividen, claros ejemplos de esto están los At The Drive In (que sacaron su nombre de una canción de los metaleros pop Poison), cuando el grupo se separó surgieron Mars Volta y Sparta, Sparta conservó el sonido, una especie de evolución de los primeros Fugazi, Mars Volta mutó y adapto el rollo post punk y lo sumó a la psicodélica de los Syd Floyd (Pink Floyd con Syd Barrett), quienes se llevaron los aplausos fueron los segundos, un caso más que me gusta bastante Green River, esos chicos de Seattle de la era “pre grunge” que nunca fueron aceptados del todo por el mainstream ya que se acercaban mucho al sonidos de los Stooges (pues que no el grunge era una herencia musical de Iggy y sus chamacos?), Green River se dividió y Mudhoney conservó ese sonido sucio y la otra mitad se convirtió en Mother Love Bone y posteriormente en Pearl Jam, quienes finalmente se llevaron los aplausos, relativamente hablando, porque se convirtieron en apestados después de la caída del “grunge”, y en dónde bandas que buscaron a toda costa separarse del movimiento cuando surgió la etiqueta, como los Melvins y los ya mencionados Mudhoney, retomaron fuerza.

Valga mi larga introducción para mencionar un caso más y adentrarnos en el tema principal, los Skaters, esa banda de lo fi y drone que nos “atascó” de discos en la década pasada, con una producción en serie enorme que fácilmente nos hacía llegar 6 o 7 producciones por año,  sin olvidar que trabajo de los Skaters se nutría del drone principalmente, los Skaters le dieron una nueva estética al noise, lo condujeron a través de nuevos canales, y lo llevaron a un alto grado de conceptualización, haciendo que este se fusionara con la parte kitsch del pop de los 80s, poco a poco se fueron permeando en su sonido sintetizadores y sonidos provenientes de aquellas épocas, “recuerdos vagos” de los Skaters de su infancia “ochentera”, luego de la disolución del grupo, no sabemos si definitiva o no, James Ferraro se metió en un rollo hiper abstracto, llevando el concepto de “pop bizarro” a la era digital, dándonos como resultado el Far Virtual Side, uno de los discos más significativos de vanguardia del año pasado, su compañero de los Skaters, Spencer Clark, se quedó custodiando el sonido de los Skaters, con menor repercusión, pero con una nueva obra que es importante resaltar.

Fourth World Magazine es el nuevo proyecto de Clark, y podemos afirmar que Clark ha seguido una línea muy clara desde su época con los Skaters, un sonido lo fi, que toma giros ritualísticos, en momentos, otras se adhiere un poco al dadaísmo de los primeros Residents y otras pareciera seguir un poco la senda de Warhol, tomando sonidos cotidianos y retorciéndolos a su gusto, Insectlightduct Enocunter pareciera recurrir un poco los experimentos de “loops” del maestro minimalista  Steve Reich, presentándonos la repetición a grados extremos, que nos establecen una curiosa conexión directa con el mundo del Footwork procedente de Chicago, por otro lado, Clark nos deja bien claro que este trabajo consiste en un soundtrack para una invasión extraterrestre que pudiera suceder, tema que también lo liga directamente con los italianos My Cat Is An Alien en esos rollos cósmicos kitsch y en el uso de juguetes como pistolas espaciales para crear atmósferas y sonidos lejanos a lo común.

Sky-Brid Showers presenta percusiones de mano, y esos ejercicios distorsionados de sintetizador que resultaban característicos de los Skaters, algo que cabe resaltar en la nueva obra de Clark es que pareciera salirse un poco del rollo lo fi,  que no llega a la estética impecable de Ferraro, si pareciera querer presentar una mejor producción y sonidos más claros, una clara muestra de madurez y seguridad en sus facultades como compositor, mientras que Starchild´s Birth es noise hecho con sintetizadores, noise sublimado, música llena de luz, que de alguna manera pudiera presentar alguna influencia de los primeros ejercicios electrónicos de grupos alemanas como los Popol Vuh (antes de que se volvieran acústicos y dejaran la electrónica), claro ejemplo de ello sería Starswept podría ser el momento más claro del disco, los teclados predominan y pareciera que por un momentos Clark se olvidase de los 80s y nos mandara en un viaje sin escala a finales de los 70s a esa época en que los alemanes se pusieron a experimentar con la electrónica buscando alejarse de los clichés del rock estado hundidense.

The Spectacle of Light Festival pudiese ser una versión lo fi del trabajo de los Emeralds, saturando el espacio de una mezcla de sonido sintetizado y ruido, Clark nos presenta una curiosa mezcla de sintetizadores, sonidos difíciles de identificar y abstracción casi total, algo un tanto cercano a esos discos que hizo Eno con Fripp en dónde los músicos se “bañaban” de incesantes ecos e iban tejiendo una telaraña de sonidos, convirtiéndolos en eternos loops que se repetían una y otra vez.

Da gusto escuchar que el legado de los Skaters sigue ahí, y según Ferraro el proyecto no está muerto y que algún día regresaran, con Ferraro, tanto con Clark es difícil saber si están diciendo la verdad o están bromeando, por un lado Ferraro afirma que es miembro de la Iglesia de Lenny Kravitz y por otro Clark señala que el próximo proyecto de los Skaters será un disco con puros sonidos extraídos de la película de James Cameron Avatar…

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