Stare Case-Lose Today

Disco editado en el 2011, parte de la familia de los entrañables Wolf Eyes, y digo familia ya que dos de sus miembros (o sea dos tercera partes) forman parte de este proyecto de nombre Stare Case, la banda argumenta que el concepto principal de este disco es una re valoración del blues, tendríamos s que ver a que tipo de blues se refieren, ya que aficionados a Stevie Ray Vaughn o a BB King no encontraran mucho de interés aquí, la verdad es que si hay algo de ese sentimiento de nostalgia y tristeza del blues, algo de su naturaleza mutante de origen y de sus a veces fantasmales alegorías, si recordamos por ejemplo la música los primeros “bluesisteas” como Charlie Patton o Robert Johnson, sus leyendas eran casi de seres fantasmales que interpretaban tristes melodías heredadas de tradiciones milenarias (algunas datan hasta la misma Etiopía, que según estudiosos es la nación más antigua del mundo), y rara vez eran dogmáticas, es decir, en el blues original no había verso-verso-coro-verso-verso, sino que la música era más cercana a su “primo”, el jazz. Desde este enfoque y con el también antecedente del blues “fantasma” de el tejano Jandek, contamos con bases firmes para poyar la teoría de los Stare Case sobre sus “blues”.

Nate Young, vocalista y “ruidista” principal de los Wolf Eyes es la “cara” principal del grupo, proporcionado no sólo la voz, sino también debutando como bajista, la voz de Young a diferencia de lo que conocemos en los WE, no se rodea de incesante distorsión y está muy alejada de ese “monstruo” que conocemos, su voz, si acaso, aquí sólo se hace acompañar de espectrales ecos, mientras que el bajo en realidad a pesar de ser uno de los protagonistas del sonido se limita a líneas muy minimalistas que se repiten una y otra vez, carentes de intensidad, pero transformándose en un instrumento de la lánguida emotividad que inunda el disco.

Po otra parte tenemos a John Olson, quien aportara saxofón y clarinete (entre otros sonidos) a los Wolf Eyes (o sea el único de los WE que quedó fuera aquí fue Mike Connely) pareciera por mucho seguir con su estilo propio, introduciendo líneas de sonido de manera parca, sin saturar la atmósfera, su clarinete suena en momentos muy puntuales, las atmósferas suenan igual de lejanas que en los Wolf Eyes, pero mientras que con ellos la lejana amenaza se pócima peligrosamente en momentos, en Stare Case rara vez llega a convertirse en una amenaza inminentes, Days Like Faces es muy cercana al ya mencionado Jandek, menos obviamente la guitarra de este.

First Fire pareciera la sombra de los Wolf Eyes haciéndose más presente con la esquelética electrónica haciendo eco a Detroit y su techno, pero aquí no hay mucho espacio para lo digital y entre el bajo en verdad “comatoso” y las escasas percusiones tribales (en este caso maracas), poco queda para la modernidad, este sería el sonido apocalíptico de las plantaciones sureñas del futuro, mientras arden consumidas por el fuego.

Por momentos, como en el inicio de Lose Today, pareciera que los Stare Case hicieran referencia a una de sus viejas influencias, los Throbbing Gristle, por momentos el ruido se hermana con el silencio, de la misma manera amenazadora que los ingleses comandados por P-Orridge, si bien los Wolf Eyes, han sabido establecer una poderosa leyenda convirtiendo en una admirable “fealdad” todos los residuos sónicos del dub el free jazz y el techno, los Stare Case se abocan al blues más primitivo y lo emparentan tangencialmente con un muy minimalista espíritu de la música industrial.

Dont Get Caught avanza de manera lenta, tenebrosa, con el saxo de Olson en ocasiones asomándose, dando la cara, llevando de una manera por demás curiosa la narrativa de este disco, buscando su lugar alternándose con la voz de Young.

Toda una experiencia de “sonido”, tal vez no musical, Stare Case han creado una nueva bestia (en disco, ya que el proyecto ya tiene años funcionando) que si bien muy difícilmente se desmarca del fantasma de los Wolf Eyes (como podría con dos tercios del grupo?) tiene una visión propia, que se embebe de los mismos paseos por el dub, coqueteos con el ruido y la electrónica muy primitiva de su grupo base, pero que sabe llevar correctamente una nueva dirección, que podría resultar una experiencia valiosa a la hora que ambos miembros decidan retomar el rumbo con su grupo original.