Leonard Cohen-Old Ideas
Lo que me asusta y me fascina de Cohen es que ya cuando inició su carrera, su “sonido” por llamarle de alguna manera ya estaba en una etapa de madurez y de vanguardia a comparación de la música popular de la época, aún así, Cohen sigue manteniéndose a la vanguardia y sus escritos se siguen volviendo más complejos, más mordaces y más sabios.
Otro punto importante es que Cohen no ha cambiado sus ideales, sus principios o “valores” para alcanzar el “mainstream”, sus canciones de deseos insanos, odio, amor, culpa y demás siguen tan vigentes y tan incómodamente reflexivos, como lo fueron antes, tal vez más, y ha sido el “mainstream” el que ha tratado de absorber a Cohen y no este sumergirse en la comercialidad, poderosos ejemplos la participación de temas de Cohen en los soundtracks de Natural Born Killers o The Secretary como piezas centrales de las cintas demuestran una desesperada búsqueda de instalar a la brevedad ese mundo “post Cohen” que tanto predicaba Kurt Cobain y al que tanto ha escapado Cohen.
Going Home es “Cohen clásico” directo y perfecto, siempre manteniendo la oscura mirada del mundo al que Cohen nos ha acostumbrado, su manejo de las personas y de los puntos de vista, los ángulos de opinión que suelen manejar, algunos muy duros, implacables y otras veces piadosos, intimista a más no poder con piano eléctrico, sección de cuerdas y coros como de iglesia dominical, la voz de Cohen, a pesar de su edad no pierde nada de su característica fortaleza y contundencia, un hombre sabio, formado por los años, que no requiere mucho aspaviento para soltar un golpe certero y mortal.
En Amen se inclina un más por un ritmo jazzy, para el que no conociese a Cohen, en base a la voz, no sería difíciles imaginarse una bestia humana del tipo de Nick Cave, pero envejecida, que aún sigue amenazante, con sus canciones de perversión, culpa y redención, y es que Cohen continúa básicamente una tradición iniciada en Francia por Brel, con canciones más humanas de lo permitido por la música pop, canciones y temas verdaderamente humanos y real y no la artificialidad y superficialidad del comercialismo, que resistieron y aún lo hacen Dylan, Lou Reed, Neil Young y precisamente Cohen.
Curiosamente el tiempo a puesto muy a la par la voz de Cohen con la de Tom Waits, su voz se ha vuelto más dura, pero le ha dado a la vez más cuerpo para llenar espacio de sus canciones, le ha dado más fuerza para llevar por si mismo el peso de un importante tema, sin requerir un mayor acompañamiento, como en Show Me The Place, o The Darkness, con su mayor dinamismo en el ritmo y esa guitarra robusta que nos transporta al Cohen más accesible y a la vez el más encantadoramente perverso y oscuro, con ese ambiente de bar a altas horas de la madrugada.
En Anyhow, el arreglo musical es fascinante y minimalista, y en Crazy To Love You brilla el Leonard Cohen más clásico, sin mucha producción y sin mucho acompañamiento más que su guitarra acústica, de vuelta el Cohen de So Long, Marianne o de Bird On A Wire, el poeta de la perdición directamente sobre la encrucijada, sin nada más que una guitarra.
Banjo es quizás la pequeña pieza “novedad”, que tal vez pudiera sonar atractiva de inicio, pero sabes que carece de la profanidad del resto y que básicamente se construye a partir de un motivo poco trascendente, cuando mucho es interesante escuchar a Cohen dándole un pequeño giro a su sonido, aunque nada que pese.
Cohen se vuelve más intimista con los años, pero su sonido adquiere una nueva madurez y una nueva confianza de que lo que hace siempre esta bien hecho, ya que en realidad no es un producto que busque adaptarse a las modas, es música atemporal, que suena tan fascinante como en los 70s y tan relevante como pocas, Cohen se reinventa en pequeños detalles, ya que en realidad no lo requiere, tiene algo que no puede anclarse en el tiempo, sino que por el contrario flota libremente a placer, Lullaby, es hermosa por demás y me trae a la mente un poco el sonido campirano del Neil Young más apegado a sus raíces, mientras que Differente Sides podría traernos memorias del Cohen más “movido”, como en su clásico First We Take Manhattan, Cohen tal vez no este creando una obra maestra, pero tampoco se está volviendo auto complaciente, la vieja serpiente sigue conservando su feroz ataque y su veneno, da gusto saber que "las viejas ideas" de Cohen, sean mucho mejores que las nuevas ideas de muchos.
Me ha gustado tu critica.
ReplyDeleteAgradezco tus comentarios, saludos!
ReplyDeletea mí también!
ReplyDeleteNo es una crítica, no me considero crítico ni nada de eso, quien en este mundo querría ser crítico?, es sólo mi muy humilde opinión, saludos!
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