Richard Youngs-Core To The Brave
Richard Youngs nos sigue retando, quiere vernos llevar ambas manos a la cabeza y dejarnos pensando “¿Qu茅 demonios pasa por la mente de este cuate?”, su discograf铆a cada vez se vuelve m谩s y m谩s extensa y su m煤sica m谩s y m谩s enigm谩tica, y es que s贸lo basta pensar que Youngs ha sido constante colaborador de gente como Jandek (si, ese tejano misterioso), Makoto Kawabata (si, el de los Acid Mothers) y Matthew Bowers (de los tremendos Skullflower), nos da una idea del nivel de eclecticismo que este multi instrumentalista ingl茅s sabe manejar.
Una voz que pareciera hacer eco en la gimnasta vocal de Robert Wyatt, una guitarra que en momentos se inspira en Niel Young otras en Derek Bailey, y una capacidad para en momentos infiltrarse en el folk y a su vez asirse firmemente al minimalismo de un Steve Reich o un Philip Glass, son cualidad que Youngs muestra de sobra en su m煤sica, por si esto fuera poco, Youngs, en los 煤ltimos a帽os ha estado produciendo 2 o 3 discos por a帽o, haza帽a que no podr铆a parecer tan impresionante a primeras instancias, pero si tomamos en cuenta que cada disco de Youngs presenta una alt铆sima claridad indiscutible, en verdad es una se帽al de un talento que parece inagotable.
Core To The Brave es uno de sus discos m谩s recientes de este 2012, pareciera que cada disco de Youngs fuese conceptualizado en base a algo, en ocasiones su voz, en otras la guitarra, en otras la improvisaci贸n y otras los sintetizadores, y este en particular se centra en el bajo, un instrumento que Youngs habilita prominentemente con una poderosa distorsi贸n y crea poderosos “loops” de este, agr茅guenle a esto extravagant铆simas participaciones de una percusi贸n que pareciera extra铆da del mundo de la m煤sica industrial y el free jazz por igual, nos dan uno de los discos, en verdad m谩s peculiares de Youngs, uno que como su “casi”, colega de apellido, Neil Young, nos deja clara muestra del inconformismo musical de Youngs, as铆 de su sabidur铆a para concertar con brillantes resultados un experimento, por m谩s osado que este sea.
Sweet Field of Life nos da de entrada esas sobresalientes vocalizaciones de Youngs, obvio descendiente vocal del Robert Wyatt m谩s avanzado, por discos y discos Youngs nos ha dejado claro que su instrumento principal es su voz, pero no encasillemos tan f谩cilmente a Youngs, aunque sea un vocalista sobresaliente, al igual que Wyatt, lo suyo son los arreglos imaginativos y la experimentaci贸n constante, el bajo poderosamente distorsionado se repite una y otra vez, recuerdan esas 煤ltimas notas del White Light/White Heat? D贸nde Cale y Sterling emit铆an notas de bajo tan destructivas como la pieza misma?. Imaginen por un momento ese sonido, y agr茅guenle unas percusiones, que f谩cilmente podr铆an remitirnos a unos Lightning Bolt (si, esos chicos de Brian Chippendale), pero no tan bestias, o a el buen Chris Corsano, y por que no, podr铆amos inferir que Youngs ha estado escuchando mucho a los Lightning Bolt.
The Sea of Providence contin煤a con la misma din谩mica, bajo y bater铆a a todo lo que da, no de una manera cuadrada y estricta, sino por el contrario, cacof贸nica y a su vez destartaladamente intensa, una pieza que a pesar del caos generado nos deja claro lo amenazante del tema y la vena cuasi religiosa que Youngs suele incluir en sus grabaciones.
La voz de Youngs podr铆a parecer lo 煤nico coherente dentro de esta masa ca贸tica de sonido, en una hermosa dicotom铆a entre la l贸gica y la il贸gica, Youngs como un maestro de ceremonias en una curiosa celebraci贸n de el orden y el caos, We Are The Messengers mete un poco de m谩s orden, sonando como una extra帽a versi贸n de la m煤sica “doom”, por parte de Richard.
Forever Hills of Everyday (cr茅anme para este tema ya me encuentro pregunt谩ndome de d贸nde sacar谩 Youngs tantos t铆tulos brillantes para sus temas), incluye peque帽os coqueteos con algo de melod铆a, pero no mucha, no se hagan ilusiones, ya que siguen dominando por un lado la estricta repetici贸n de los “c铆rculos” de bajo de Richard y esas bater铆as rebeldes y belicosas formando un tornado de sonido alrededor de Youngs.
Youngs alimenta sin dudas la fantas铆a de una loca colaboraci贸n entre Robert Wyatt y los Lightning Bolt, algo que en la realidad pueda nunca suceder, pero que en el universo de Youngs se muestra casi palpable, casi como algo que pudiese funcionar, una mezcla vol谩til y que en verdad requiere de una imaginaci贸n fugaz, Young sigue con su implacable paso y sus alt铆simos niveles de calidad, hoy por hoy uno de los m谩s grandes artistas trabajando bajo los radares y de origen verdaderamente “underground”, que nos demuestra que esos artistas que nos da un discos cada 2 o 3 a帽os no son m谩s que unos perezosos que siguen esperando a que su “musa creativa aparezca” sin darse cuenta que gente como Youngs no la deja ir y la explota a manos llenas.



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