Neil Young-Psychedelic Pill (2012)
Neil Young-Psychedelic Pill (2012)
Neil Young es admirable, incansable y siempre inquieto, de los pocos artistas verdaderamente consolidados y exitosos que se atreven a jugarse la reputación y a experimentar en cada disco, si, Neil puede equivocarse con algunos conceptos de sus discos, pero tengan la seguridad que por lo menos la mitad del disco será rescatable, y hay que respetarle por su arriesgadísima inclinación a la experimentación, ya sea metiéndose con la electrónica, con el noise, el drone, la libre improvisación, con el black metal (a un nivel visual, revisen la portada del Le Noise) o con lo que le venga a la mente, ustedes mencionen el genero y Neil se la juega en él.
Psychedelic Pill es su segundo disco en el año, (además de todo lo anteriormente dicho, prolífico, no como otros músicos flojos que editan cada tres o cuatro años), luego de aquel Americana con feroces versiones de música folk estadohundidense, Neil está de regreso nuevamente de la mano de los Crazy Horse, lo cual es garantía de descargas eléctricas y volúmenes extremos.
Conceptualista como pocos, Neil Young se enfoca en Psychedelic Pill al pasado, a retomar algunas anécdotas de su vida, tal vez inspirado por la posible publicación de una autobiografía, y en paralelo al uso preponderante del delay en el disco Le Noise, pareciera que el phaser es el efecto escogido para este disco, y aunque en el primer tema, Driftin Back pareciera que la ruta es acústica, Neil de inmediato empalma el sonido de acompañamiento de los Crazy Horse para borrar cualquier indicio de un disco acústico, casi de inmediato, después del coro aparece de manera sutil las guitarras eléctricas y la dura batería de los Crazy Horse, y es así como esa magia dinámica y poética que disfrutamos en el Zuma, se vuelve a hacer presente, los Crazy Horse desafían los tiempos y mientras el Americana sonaba un tanto pasado de su tiempo (y como no, ese era el concepto), aquí Neil y compañía suenan renovados y actuales, con nuevos bríos como buen caballo bronco, con todo y sus estridentes y disonantes guitarras entrelazándose en un caótico jam.
Psychedelic Pill derrocha magia eléctrica a través del phaser, y es dónde PP da en el blanco con su concepto, un disco eléctrico y psicodélico, a la vez que funciona como un acid flashback sonoro de primer nivel, arrojando una idea que resulta brillante y que Neil se muestra efectivo para plasmar, y pensar que en la época de los casetes odiaba cuando estos sonaban así, ahora Neil de manera a propósito nos brinda esa sensación de cinta magnetizada a todo lo que da.
Ramada Inn es sin duda un tema en el que Neil aplica su capacidad para contar historias, un escritor prolífico, compositor y genio sin duda, de los pocos que se pueden poner al nivel de Bob Dylan o Lou Reed, Psychelic Pill es prueba fehaciente de ello, posiblemente el disco más largo que Young nos ha dado en su carrera.
Born In Ontario es una pieza brutal de rock de garaje, un Young haciendo lo que mejor sabe hacer, dando rápidamente en el blanco, con unos Crazy Horse proporcionando las suficientes dosis de abrasión y distorsión, con una melodía que curiosamente me trae a la mente a Lou Reed, aunque Reed no cantaría algo así sobre Ontario.
Twisted Road es nuevamente un expresivo jam entre Young y los Crazy Horse, mientras que Shes Always Dancing tiene un bizarro inicio coral que después entra en conocidos territorios eléctricos, For The Love Of Man es el tema más placido del disco, con la frágil voz de Neil al frente, para después cerrar con la devastadora Walk Like a Giant con la espinosa guitarra de Young contra el fondo rugoso proporcionado por los Carzy Horse, para cerrar un disco de dimensiones monumentales, que si bien no alcanza la perfección muestra un altísimo nivel de calidad y confirma a Young como uno de los artistas maduros más relevantes de la época, que se une a otras joyas de la madurez como el Tempest de Bob Dylan o el La Futura de los ZZ Top, etc.
Es un gran musico y este disco promete muchisimo. Neil es de los mas grandes de la historia de la música y un verdadero mago de la guitarra sensible, añorante con tonos pesados y oxidados que llegan muy profundo.
ReplyDeleteNo podrìamos estar màs de acuerdo, es un disco en dònde se nota que Neil disfruta de tocar y tocar junto a los Crazy Horse, como solìan hacerlos Can, tocar sin parar hasta que llegaba la mañana...
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