Anaal Nathrakh- Vanitas (2012)

Anaal Nathrakh- Vanitas (2012)

Vanitas es un disco que impacta profundamente de principio a fin, a cargo de los verdaderamente bizarros Anaal Nathrakh, banda que ha sabido mezclar la brutalidad del black metal con elementos experimentales provenientes de mundos distantes como la electrónica o la música industrial, The Blood Dimmed Tide arranca con cantos gregorianos y después despliega una brutalidad tremenda, como una inesperada explosión del boiler que amenaza con arrancarnos la cara y dejarnos deformes en un instante, tortuosas, intensas y rabiosas vocales de agudeza bestial, las cuales se mezclan con guitarras tremendas como enormes huracanes al ritmo de unas veloces baterías imposibles de seguir, al grado de que estas, son ejecutadas por endemoniadas maquinas de ritmo poseídas por el mismismo demonio.

Forging Towards The Sunset sigue la ruta de la brutalidad con vocales que se entrelazan gracias al multitrack una y otra vez como pelea de rabiosas bestias, en medio de un muy creativo colage que consigue sacar a flote algo de melodía entre tanta rabia, una banda que liberada del lastre de un baterista humano se entrega a un grado extremo de ejecución que desafía lo conocido, cuyas guitarras suenan inventivas, creativas y rebosantes de ideas poderosas, rara vez repitiéndose o cayendo en motivos monótonos.

To Spite The Face suena en un principio como un producto humano, pero después las baterías meta humana y las vocales de fiera animal salen adelante, la peor pesadilla de Conlon Nancarrow, pionero del uso de ejecutantes artificiales para sus composiciones se hace presente aquí a través de miles de martillazos rítmicos reproducidos en segundos, al tiempo que las vocales, se intercalan entre gruñidos y voces que saben transmitir un profundo sentido de desesperación y desolación.

Una de las grandes sorpresas, además de la alucinante introducción repleta de intensas secuencias, es un titulo en español, llamado Todos Somos Humanos, con intensas e incansables baterías a velocidades absurdas, vocales que suenan a bestial desollada en vida, y bajos ultra profundos que sin duda añaden una relevancia importante a estos temas que los hacen salir del underground y que sin duda los meten directo en la carrera por la vanguardia musical, In Coelo Quies, Tout Finis Ici Bas sigue nuevamente dejándonos con la boca abierta, la banda explotando hasta el extremo su afinidad por los llamados blast beats, los cuales no dejan de sonar y parecen tomar una dimensión casi de ornato más que de llevar un ritmo, lo cual me parece extraordinario, ya que se abandona un cliché en el genero, aunque tanta insistencia en este corre el peligro en convertirse en otro.

You Cant Save Me, So Stop Fucking Trying es una pieza destinada  salvar el predicamento anteriormente descrito, cayendo más en el mundo de la música industrial de gente como Ministry, aunque llevado a niveles nunca antes imaginados por Al Jourgensen y compañía, mientras que Make Glorious The Embrace Of Saturn se inclina más por resaltar el tremolo picking tan tradicional en el black metal y después abandonarlo en cuestión de segundos al inundar el espacio con ritmos que se cortan y guitarras épicas, para después darnos un ligero, muy ligero descanso con los ritmos más lentos de Feeding The Beast, una pieza que nuevamente combina con inteligencia vocales graves y agudas, envueltas en un halo de brutalidad, al tiempo que nos muestra poderosas guitarras repletas de rebosante inventiva y sonidos perturbadores.

Of Fire, and Fucking Pigs, y A Metaphor For The Dead se encargan de cerrar un brutal y poderoso disco que solo puede ser descrito de esta manera, rebozante de deslumbrante técnica y precisión, pero dotado de un salvajismo que espanta y asombra, consiguiendo de esta manera los Annal Nathrakh, un nuevo triunfo en el mundo de la música monstruosa, brutal y letal.


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