Converge- All We Love We Leave Behind (2012)
Converge- All We Love We Leave Behind (2012)
Recuerdo haya por los 90s haber escuchado el demo When Forever Comes Crashing de los Converge, sin duda alguna todo un clásico en círculos subterráneos, que sorprendía con su intensidad hardcore y su firmeza metalera, quine nos diría que 20 años después esa misma banda seguiría al pie del cañón con un evolucionado y “revolucionado” sonido, con un nuevo disco brillantemente ejecutado y de una fiereza aterradora en verdad.
All We Love We Leave Behind es un disco aterrador, de una velocidad vertiginosa, una furia desatada que escupe rabia y una contundencia letal, repleto de argumentos imposibles de evadir y difícil de escapar a semejante impacto monumental, si bien la banda denota una madurez prodigiosa, producto de su acelerada evolución de los últimos 10 años, dónde han construido una solidez envidiable y admirable técnica vertiginosa, discos como Jane Doe, You Fail Me, No Heroes o Axe To Fall han dejado en firme una respetable reputación como verdaderos monstruos del hardcore que en ningún momento rinden culto a la ineptitud instrumental.
Aimless Arrow, a pesar del título, es una flecha perfectamente bien dirigida, con un aplastante trabajo por parte de Ben Koller en la batería que literalmente nos deja como en película del genio francés Jean Luc Godard, sin aliento, con una destreza centellante con más cambios de ritmos en fracciones de segundos, que cualquier político de la izquierda mexicana, saludos señor Monreal.
Jacob Bannon saca su parte animal en cada tema, arrancando sonidos a su atormentada garganta de forma despiadada y manteniéndose a flote entre las complejas líneas de guitarra del genial Kart Ballou, los difíciles ejercicios de bajo de Nate Newton que en ningún momento cede espacio a Ballou y es tan predominante su instrumento como cualquier otro, y es que temas como Trespass tienen toda la pinta de ser una colisión de los instrumentos de cada uno de los participantes, y en efecto así es, mientras que sutiles líneas melódicas se alcanzan a distinguir en Tender Abuse, aunque esas son brutalmente soslayadas por Bannon quien saca la verdadera bestia con gruñidos casi death metaleros en el tema.
Por otro lado Sadness Comes Home muetra una introducción afín al heavy metal, con su llamativo ejercicio de tapping, para después entrar en un tema que debieron grabar con los Don Caballero o con la tremenda Marnie Stern para lograr un mayor impacto, aún así, Ballou hace lo suyo y no deja de brillar a lo largo del tema yendo de lo melódico a lo en verdad abrasivo cual abejorro inyectado con esteroides extraídos de cadaveres por el mismo Lyle Alzado (claro antes de que estos hicieran verdaderos estragos en la salud del tremendo y legendario defensivo).
Empty On The Inside posee un intrincado arranque, las guitarras inmersas y hundidas en suciedad, con una batería que a puro músculo busca destrabar la maquinaria, al tiempo que las guitarras de Ballou rugen buscando liberarse, la banda creando una base a fuerza de puro músculo usado al extremo, con un Koller sublime, pasando de lo tortuoso a lo sublime en segundos con singular talento, todo esto mientras Bannon recita sus brutales frases, Sparrow Fall y No Light Escapes son pura velocidad hardcore, con vocales indescifrables y verdaderamente animales, así como guitarras siniestras, Glacial Pace arranca con guitarras extraídas de la escuela del legendario Glenn Branca, mientras que Vicious Muse mantiene los tambores batientes y llenos de ansia combativa, para después ser latigueados por el bajo de Newton que hace lo suyo en Veins and Vails.
All We Love We Leave Behind es un sorprendente disco complejo, largo e intenso, que nos da claras señales de la envidiable forma y condición de esta banda, que nos guarda alguna sorpresas en todo momento, como en Coral Blue, una banda que no usa nada de relleno y que todo es pura energía, músculo e intensidad, un disco que en ningún momento baja la guardia, que asesta golpe tras golpe sin misericordia alguna, es un disco que no se toca el corazón y que ataca directo a la cabeza y a la yugular, una banda de hardcore que se niega a sonar “plana” y que muta su sonido, lo dota de pequeñas dosis de talento que les terminan haciendo lucir como lo que son, una de las grandes esperanzas evolutivas del genero, si no fuera el impacto tan brutal y tan despiadado, sin duda este disco terminaría en muchas listas de lo mejor del año y con justa razón, si no fuera por el temor que Bannon nos causa cunado ladra como el endemoniado Cujo de la novela de Stephen King..
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