Karen Dalton- In My Own Time (1971)

Karen Dalton- In My Own Time (1971)

Heroína sin reconocimiento de los 60s, Karen Dalton se yergue como una de las causas injustamente no peleadas del pasado y miembro más de discos injustamente no valorados como los de los Velvet, los de los Love, los oscuros discos de los Beach Boys o los del casi olvidado por las masas, Nick Drake.

In My Own Time es precisamente eso, la Dalton a su tiempo, como pieza central de un complejo rompecabezas en los cuales su productores buscan seguir su paso, rodear y cobijar las descaradamente desnudas y sensibles interpretaciones de esta MONUMENTAL interprete, una Dalton frágil en su exterior, pero poderosa en su interior, con un Something On You Mind que siempre me aniquila, que es sin duda uno de mis temas favoritos de todos los tiempos, que inicia con un bajo deprimente y unas cuerdas llenas de luz que abren como el alba rompiendo con la oscuridad los primeros minutos de la mañana, la frágil voz de la Dalton, una voz tan hermosa y malherida como la de la gran “Lady Day”, Billie Holiday, a quien Dalton evoca en todo momento, con una belleza que pareciera desintegrarse a cada palabra, como presenciar una rosa perdiendo sus pétalos, hermoso espectáculo aunque de consecuencias fatales, el canto del cisne como dirían los Led Zeppelin, y ni que decir de ese violín que me puede partir el alma en todo momento.

"Yesterday
Anyway you made it was just fine
Saw you turn your days into nighttime
Didn't you know
You can't make it without ever even trying
And something's on your mind...,"

Nunca las palabras escritas por Dino Valente volverían a alcanzar este nivel de hermosa expresión.

Otro disco de inicios de los 70s, 1971, también como el disco de Wyatt del que acabamos de hablar, con una hermosa versión de When A Men Loves A Woman, dotado de una fuerza natural, no fingida como en recientes versiones, un tema clásico que Dalton aborda sin sentimientos exagerados, y con arreglos hermosos que arropan y exaltan su fragilidad y condición de cantante folk, siempre apoyada por uno de sus más fervientes admiradores, el bajista Harvey Brooks, bajista de gente como Miles Davis, Bob Dylan y Richie Havens, nada màs…!), quien ejerce aquí como eje principal para lo que gira alrededor de Dalton, apoyándola no sólo con sus instrumento sino con la dirección de las grabaciones y arreglos.

In My Own Dream es otro hermoso tema recreado por Dalton, con un hermoso acompañamiento de pianos a cargo de John Simon y la guitarra country de Bill Keith, quien sin duda aporta bastante en la atmósfera de este tema, que es seguido de uno de los temas claves de la Dalton, Katie Cruel, tema difícil, si, que nos habla, aunque no sea una pieza compuesta por ella, de la compleja naturaleza de la Dalton, siempre difícil con la gente a su alrededor.

How Sweet It Is nos liberar por completo la magia de la Dalton, quien simplemente juega con maestría a través del acompañamiento, dándose más de una oportunidad de improvisar la ejecución de sus líneas, Captain Beefheart, con todo respeto hágase a un lado, y ni que decir de las guitarras, soberbias en esta pieza.
In A Station es un tema sorprendente con denso teclados de inicio y después ese poderoso bajo de Brooks, con una Dalton al máximo de su capacidad expresiva, haciéndonos pensar una y otra vez: Porque? Porque discos como estos se perdieron en el tiempo y en la miopía de compañeras disqueras que no supieron valorarlo, porque a pesar de los esfuerzos de Brooks, y otros, no fue suficiente para despegar la carrera de una mujer con un pedigrí musical impresionante, que igual evoca a la ya mencionada Holiday o a Dylan? Cosa nada fácil, vaya tema, con Dalton arrancándonos el alma, sin la necesidad de los gritos, como hacia la Joplin, nada que ver.

Take Me es otra pieza de descarada expresión que sin duda le pudieron dar lecciones a la Joplin o a la Midler, una mujer con una alma tan desnuda y tan llena de belleza, a pesar de su muy atormentada vida, con este disco, probablemente el mejor de su carrera, poco escuchado y poco valorado, pero que difícilmente alguien podrá decirme después de escucharlo, que no pertenece a los verdaderos clásicos de la historia de la música, que pena si se acaba en verdad el mundo y no pudieron disfrutar de esta joya.


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