Un Diciembre Muy Luctuoso

Un Diciembre Muy Luctuoso

Muchos muertos en el mundo de la música en tan poco tiempo, el jazzista Dave Brubeck, quien falleció hace casi una semana, el aniversario luctuoso de John Lennon, siempre enmarcado por una “cursilería” extrema que lo ata con su Happy Xmas (War Is Over) y la temporada navideña , la llamada “diva de la banda”, Jenni Rivera, en un accidente aún inexplicable en el que está implicado el robo de pertenecías y evidencias por parte de la misma policía en el lugar de los hechos (lo que explica la tardanza de las maniobras de reconocimiento), sumado a el uso de un avión viejo y accidentado previamente piloteado por un hombre con restricciones de edad y visibilidad (genial no?), y ahora a esta lista se suma la muerte del gran músico hindú Ravi Shankar, sin duda este ultimo un golpe bastante fuerte al mundo de la música universal.

La mayoría recordará a Shankar como gran influencia musical para los Beatles y para la música de la era psicodélica y el Summer of Love, mientras los Beatles y otros músicos se apoyaban espiritualmente con el Maharishi Mahesh Yogi (quien resultaría acosador de sus novias, en un plano espiritual, claro…), en lo musical, el guía era Shankar, poseedor de un talento singular en la sitara, instrumento de cuerdas nativo de la India.

Shankar sirvió de guía para un numeroso núcleo de músicos que buscaban nuevos sonidos experimentales, de ahí que gente como el llamado “Beatle callado”, George Harrison tomara el estilo y sonido de Shankar (incluyéndolo en discos como el monumental Revolver o el clásico Sgts Pepper) y lo adaptara a su propio estilo y desarrollándolo a la par de su clásico y característico estilo de slide, suceso que correría casi en paralelo con el interés de Brian Jones, “the one in the Rolling Stones”, por incluir sonidos del oriente (como en Paint It Black, dónde Jones toma la sitara), así mismo sirviendo también como fuerte de inspiración para otros músicos no tan cercanos a ese circulo,  pero dentro del genero del rock, como los Byrds, que adoptaron el sonido de la sitara, lo combinaron con los experimentos sonicos de John Coltrane y obtendrían como resultado el disco clásico Fifth Dimension, con un Roger Mcguinn soberbio (que a su vez sería una gran influencia en la guitarra de Lou Reed de los Velvet Underground), otros músicos que tuvieron la fortuna de trabajar con Shankar serían el incendiario guitarrista John McLaughlin de los Mahavishnu Orchestra (y dale con el rollo oriental), así como el compositor y músico fuera de serie Frank Zappa.

Pero la verdad el trabajo de Shankar con Harrison nunca fue algo que llamara poderosamente mi atención, era más un adorno, más una forma que carecía de un fondo, no así el trabajo de Shankar con uno de mis compositores favoritos, el minimalista Philip Glass, con Glass, Shankar editó el disco Passages dónde ambos daban seguimiento al interés de Glass por la música oriental, no sólo como un ornato o como una moda temporal, sino como una verdadera fusión y una puerta para la música occidental hacia la tradición clásica hindú, encontrando un punto común entre las sedosas ragas de Shankar y los a veces frenéticos y ásperos “aceleres” de Glass.

Que triste que Shankar haya emprendido el viaje final, pero como siempre, en el mundo de la música queda la obra, la que termina llegando al plano trascendental superando la existencia física, dejándonos una gran parte de si en su obra, la cual, al momento de iniciar, hizo a Shankar inmortal, ojala que la flaca pare ahí, por lo menos este mes.

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