Masacre de Titanes en el Olimpo
Cuatro hombres subirán al escenario del Mr. Olympia 2025 con algo que el resto solo puede imaginar: el peso de haber sido alguna vez, el mejor del mundo. Samson Dauda, Derek Lunsford, Hadi Choopan y Brandon Curry conocen ese peso. Lo han cargado bajo los reflectores mientras miles los observaban. Ahora regresan a reclamarlo o a defenderlo, y esa batalla interna es más brutal que cualquier serie de sentadillas.
La élite del bodybuilding es un club muy exclusivo. Solo once nombres en toda la historia del Mr. Olympia han ganado más de una vez. Once. En sesenta años de competencia. Este año, cuatro de esos potenciales miembros exclusivos estarán en el mismo escenario, cazándose entre sí. Si alguno gana, se unirá a Big Ramy como los únicos bicampeones de la última década. Desde que Phil Heath soltó la corona en 2017, nadie más que Elssbiay ha podido defender el título exitosamente al año siguiente. Dauda tiene la oportunidad de romper esa sequía. Vaya enormeresponsabilidad. La pregunta no es si tiene el físico. La pregunta es si puede soportar la presión de ser el hombre al que todos quieren derrotar.
Ronnie Coleman, ocho veces Mr. Olympia, el hombre que redefinió lo que significa ser masivo, eligió a Hadi Choopan cómosu favorito para el título este año. Esa declaración no es casual. Coleman entiende algo que la mayoría no: ganar el Olympia requiere más que genética o dedicación. Requiere hambre después de haberlo probado todo. Choopan ya estuvo en la cima en 2022. Recuperar ese trono lo pondría en una categoría casi mitológica: solo Jay Cutler lo ha logrado. Cutler lo hizo dos veces, derrotando a Dexter Jackson en 2009 después de perder en 2008. Si Choopan gana, será apenas el segundo hombre en sesenta años de historia en recuperar el Sandow. Eso no es historia. Eso es leyenda.
Derek Lunsford representa algo distinto: la posibilidad de dominación total. Si gana el Olympia este año, habrá conquistado el Arnold Classic y el Mr. Olympia en la misma temporada. Más allá de eso, Lunsford ya derrotó a Dauda, el actual campeón, al inicio de año en el Arnold. Ganar en Las Vegas significaría derrotar dos veces al actual Mr. Olympia. Esa clase de narrativa construye dinastías. Lee Haney. Dorian Yates. Hombres que no solo ganaban, sino que eliminaban cualquier duda de quién mandaba. Lunsford tiene la oportunidad de hacerlo en una sola noche explosiva.
Choopan y Curry enfrentan un reto estadístico que pocos han superado. Si terminan en el Top 5 este año, acumularán siete apariciones entre los cinco primeros lugares en un Mr. Olympia. Eso los colocaría por encima de Lee Labrada, Flex Wheeler y Kai Greene, tres de los competidores más respetados que nunca ganaron el Sandow. Curry y Choopan sí lo ganaron. Mantenerse en esa zona de élite año tras año, mientras el cuerpo envejece y los jóvenes hambrientos suben a demostrar que no hay marcha atrás, es una forma de tortura que solo los obsesivos pueden tolerar. Mike Mentzer lo dijo mejor: "El bodybuilding no se trata de levantar pesas. Se trata de levantar tu mente por encima del dolor".
Nick Walker es el gran outsider que nadie quiere enfrentar. Actualmente rankeado como el cuarto mejor del planeta, Walker tiene el tipo de físico que hace que los jueces reconsideren todo lo que creían saber sobre proporción y masa. Si gana, derrotará a cuatro Mr. Olympias en una misma noche: Dauda, Lunsford, Choopan y Curry. Busqué en los archivos y no encuentro precedente a esto. Cuatro campeones eliminados por un hombre que nunca ha ganado. Esa clase de victoria no solo cambia carreras. Cambia épocas.
Arnold Schwarzenegger siempre dijo que el Olympia no se gana en el gimnasio, se gana en la mente. La preparación física es el precio de entrada. La guerra mental determina quién se lleva la estatua. Dauda tiene que lidiar con ser el favorito, con las expectativas, con saber que todos lo están persiguiendo. Lunsford carga la frustración de haber perdido su título y la necesidad de demostrar que 2023 no fue suerte. Choopan lleva años siendo subestimado por su estatura, ignorado hasta que es demasiado tarde. Walker es el joven con todo que probar y nada que perder. Esas dinámicas psicológicas son más letales que cualquier déficit en los dorsales.
Mi predicción para el Olympia: Lunsford toma la corona, Walker confirma que el futuro ya llegó, y Dauda aprende la lección más dura del bodybuilding de élite: retener es más difícil que conquistar. Choopan. Andrew Jacked y Martin Fitzwater completan el Top 5 respectivamente, recordándonos que la consistencia es su propia forma de grandeza. Pero las predicciones son para cobardes. Lo que importa es que en octubre, en Las Vegas, veremos algo que no ocurre a menudo: hombres que ya lo ganaron todo arriesgándolo de nuevo.
Porque al final, eso es lo que separa a los grandes de los inmortales. Los grandes ganan una vez y se retiran con la historia asegurada. Los inmortales regresan sabiendo que pueden perderlo todo frente al mundo, y aun así suben al escenario. Hagan sus apuestas.



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