Jimmy Page-Lucifer Rising And Other Soundtracks

Este disco posee la curiosa característica que fue hecho por una de las GRANDES estrellas del rock de todos los tiempos y curiosamente estuvo en un baúl por décadas, prácticamente olvidado, lo que resulta verdaderamente increíble es que al escucharlo en la actualidad, nos damos cuenta de cuan adelantado estuvo a su tiempo.

Jimmy Page siempre fue el chico inquieto y brillante de la escena de músicos de estudio ingleses de finales de los 60s, junto a su gran amigo John Paul Jones participaron en cientos de sesiones de solistas como de grupos, siempre reacios de arrancar un grupo propio para evitar el estrés de las giras, sucumbiendo finalmente a la tentación cuando se dieron cuenta del potencial que tenían entre manos con la llegada de los sonidos más pesados a esas tierras.

Lucifer Rising And Other Soundtracks es un disco radical para la época, Page usa equipo de la época, si, pero lo usa de una manera poco ortodoxa, más una pieza de arte que un objeto para el consumo de las masas, una pieza especial y personal que nos muestra algo más de alguien del que casi todos saben mucho, pero ignoraban esto, Lucifer Rising fue una pieza compuesta y ejecutada por Page con la intención de que esta figurara como tema de fondo para una de las legendarias cintas del cineasta de culto Kenneth Anger, Anger conoció a Page gracias a la afinidad que ambos sentían hacia el ocultismo y la admiración por Aleister Crowley, Page conjuró esta y otras composiciones en un período de casi tres años, espacio de tiempo que fue muy largo para Anger, quien terminó asignando el proyecto a Bobby Beusuleil, alguna vez aspirante a músico y preso por su participación en los asesinatos perpetrados por Charles Manson (curiosamente otro músico aspirante) y su “familia”.

Lucifer Rising es un tema extraño, que definitivamente destila parte del interés de Page por las culturas de oriente medio, interés que también se filtraría a Led Zeppelin, haciendo de este punto una interesante conexión entre ambos proyectos de Page, aquí Page hace uso de sintetizadores, melotròn y demás instrumentos de origen hindú, para crear un interesante trabajo con fundamento en el mundo del drone, la electrónica primitiva y la música hindú, curiosamente mucha de esta música no sonaría muy alejada de los trabajos realizados por gente como James Ferraro en la época de los Skaters o de Lopatin y su proyecto Oneothrix Point Never, lo que es interesante es como, a primera instancia podríamos preguntarnos: Porque Page nunca hizo algo similar con los Zeppelin? Porque nunca se atrevió a ser tan post moderno con su banda principal, la respuesta hoy en día la podríamos tener de gente como Thurston Moore de Sonic Youth, quienes en sus discos en disqueras multi nacionales muestran una mezcla de rock moderno y pop y que en sus discos independientes bajo el sello SYR muestran una cara radicalmente distinta, con estructuras libres, improvisaciones y acercamientos al noise, en algo que nos lleva a concluir que Page usaba estas “salidas” para experimentar con nuevos sonidos, los cuales se filtraban en ciertos puntos a la banda que tenía con Jones y compañía.

En Incubus, Page hace extraños sonidos en su guitarra eléctrica, usándola más como un instrumento de percusión que como un instrumento de cuerda, y ya para Damask, usa su famoso arco (si, él mismo que usaría más tarde con los Zeppelin) y lo descarga contra su guitarra para obtener sonidos rasposos, para después transformarlos a través de ecos, delays y distorsiones,  el resto de los temas transita por los mismos parajes ya descritos y muy en mi humilde opinión se acercan de manera muy superficial al sonido que los Neu! Estaban creando en Alemania (claro sin el ritmo apache de Klaus Dinger), aunque Page de alguna manera compensa la ausencia de percusiones con el sonido de estas emitidas mediante un sintetizador.

Este es un disco histórico, del que muy probablemente muchos fans del rock preferirían pasarse de largo y olvidar, pero para nosotros amantes de la música en general y arriesgados escuchas preferimos escuchar y aprender la grandeza de un músico que no se conformó con lo que tenía a su alcance, que no se limitó a crear solamente la música de “moda” en aquellos años, sino que se atrevió a abrir su mente y su corazón, aunque haya sido sólo para su propio regocijo.