Rick Ross-God Forgives, I Don`t

Por un título como este, deberían darle un premio por pretencioso a Rick Ross, el gangster de fantasía, hay ocasiones en la vida en que la “mesa está servida” y las oportunidades se nos dan en “charola de plata” es decir, tenemos turno al bat y tres hombres embasados, no podemos fallar, y todo el peso del mundo está sobre nosotros.

Rick Ross, cabeza de Maybach Musc debió sentir este peso sobre su ya de por si pesado cuerpo, Ross, un singular hip hoppero que definitivamente hace un par de años no hubiese figurado en la lista de grandes promesas de nadie, actualmente se encontraba en los cuernos de la luna, con el hip hop comercial en estado bastante mal herido y con la esperanza que alguien como Ross lo reviviera, déjenme decepcionarlos aquí, pero God Forgives, I Dont, no es la gran esperanza salvadora del hip hop, Ross si perdona y falla en su gran oportunidad de hacerse del cetro de rey del hip hop, porque este disco, no es malo, es bueno, pero este era el momento en que Ross debió exigirse pura excelencia, un golpe certero y la historia sería otra.

Luxury rap, que es esa basura? Hablar y presumir de manera arrogante las riquezas obtenidas, exagerándolas claro, es como hip hoppers como Jay Z o Kanye West han perpetuado sus carreras, con un Jay Z cada vez más aburrido y alejado de la música y un West deseando ser el próximo Michael Jackson y no el próximo Jay Z, pero en estos días quien quiere ser Jay Z? ni el mismo Jay Z, Ross es el tercero en esta cúpula de rapperos ostentosos, Rick Ross es una historia de éxito bastante extraña, manejando una imagen de “padrote” y jefe de la mafia, desmentida hace poco cuando se descubrió que Ross solía trabajar como carcelero en una prisión, algo que debió restarle bastantes puntos en el juego barato de la credibilidad callejera que los hip hopperos suelen manejar,  Pray For Un arranca el disco con grandes fanfarrias, como si anunciara la llegada de algo bastante grande en realidad, hay que admirar la atmósfera cinematográfica que Ross añade al disco, pero esa misma sobre producción termina hundiendo a Ross, quien no es precisamente el MC más ágil o más hábil del negocio, la verborrea de Ross es lenta, torpe, un gruñido de oso grizzli que se queda fácilmente sin aire, si quitamos toda la música nos daremos cuenta que Ross repite la misma rima 1,500 veces, su cadencia es monótona, como la de Waka Flocka Flame, su talento es la actitud que le imprimen y el carisma que poseen, sólo que aquí, la apuesta de Ross pareciera ser a la música y no a sus rimas, lo cual se convierte en un error, Ross no es precisamente un Notorioius B.I.G., sus rimas carecen del poder de crear imágenes y cuando Ross pierde foco, sus líneas se vuelven aburridas y tediosas.

Ross trata de dar al disco una atmósfera de disco clásico, temas llenos de espacio y arreglos de piano, orquéstales y samples de música soul, que pareciera estar más en boga que el funk, tema tras tema Ross satura las piezas con arreglos demasiado ostentosos, los cuales son arrastrados al suelo por las pesadas rimas de Ross, Pirates pareciera ser una pieza eterna, Ross ha perdido todo el carisma y actitud de sus primeros, discos, la música carece de poder callejero y delata a Ross como un tipo aburrido, sin el suficiente colmillo para hacer algo verdaderamente intenso, en · kinas se asocia con Dre y con Jay Z, do enormes titanes que no salvan el tema, ni lo convierten en algo verdaderamente relevante, Dr. Dre, carece de una buena ejecución vocal, su fuerte siempre ha sido la producción y Jay z cada vez suena más harto del hip hop, así que lo que pudo haber sido una gran combinación, simplemente termina quedándose en un tema más, Ross nuevamente se decanta por el soul en Ashamed, Ross trata de cambiar el rumbo de su carrera en este disco, se aleja, al igual que Nas y que West del hip hop clásico, pero es obvio que Ross carece del talento de un West o un Drake (quien pareciera estar influyendo fuertemente en el sonido de Ross), en Sixteen, Ross por lo menos muestra inteligencia al asociarse con Andre 3000 de los OutKast, un hip hopper camaleónico que ha sabido hacer el crossover al pop, como probablemente Ross quisiera hacer, esperemos y que Andre le haya enseñado algo a Ross, ya que probablemente este tema es de lo más rescatable del disco, el siguiente tema Amsterdam se salva aplicando la formula del tema anterior, aunque esta vez Ross toma el toro por los cuernos, cambia un poco su rítmica un poco a la dureza del pasado y saca a flote muy bien otro tema, Hold Me Back es un tema irónico, habla de no detenerse, pero el tema es básicamente un regreso a su anterior estilo, hacia una zona que Ross conoce bien y es aquí dónde el disco comienza a experimentar una subida en la intensidad, Ross empieza a buscar la salida entre tanto arreglo superfluo en un ritmo que a todas luces exuda el estilo del productor Lex Luger, y que nos recordará ese tema clásico de Ross, Im MC Hammer, fórmula que nuevamente repite en 911, en dónde nos preguntamos para que reclutar productores que imitan el estilo de Luger?, y porque no reclutar a Luger?, Ni las colaboraciones de Drake (la obvia gran influencia en este disco), salvan a Ross y su discos de hundirse, salvo por el tema producido por Pharrell Williams de los legendarios Neptunes, Presidential, que presenta cambios en la producción y que pareciera un tema de otro disco, Ross pareciera sobrepasado por una sobre producción que en realidad no hubiese sido necesaria si Ross se hubiera puesto más afilado con sus rimas o si alguien como Raekwon, de los Wu Tang Clan, hubiese estado al frente, y es así como Rick Ross pierde su gran oportunidad, y el último dinosaurio del hip hop inicia su fatal tambaleo, señoras y señores, el hip hop inicia aquí su gran transformación.


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