Testament-Dark Roots Of Earth

Si se trata de hablar de Thrash Metal, generó que empecé a escuchar a mediados de los 80s, hay 5 grandes bandas que acapararon toda la atención, Metallica, Slayer, Megadeth, Anthrax y Testament, en el caso de Metallica, sabemos perfectamente la enorme subida y posterior caída en popularidad de la banda, con una reputación muy dañada, pero que en estos últimos años un muy buen disco (Death Magnetic) y un muy arriesgado experimento (Lulu, con Lou Reed), han revindicado, Slayer, por otro lado sin moverse de su dirección original de manera obstinada han conseguido mantener su reputación intacta, pero las pocas innovaciones desarrolladas han hecho poco por sacarlos del estatus de culto, Megadeth, del polémico Dave Mustaine de alguna manera siguió el camino de sus ex compañeros de Metallica, se acercó al mainstream y por poco se quema como Metallica, con inteligencia sorteó la caída y consiguió mantener su banda que sigue con bastantes seguidores, pero que no ha recuperado su poderío anterior, por otro lado, Anthrax perdió a su vocalista Belladona, quiso hacer metal más serio con John Bush, perdió el rumbo también y luego de recuperar a Belladona ha estado haciendo notables aportaciones musicales, pero en esta ocasión hablaremos del quinto (no hay quito malo), es decir de los Testament, banda que de alguna manera consiguió crear un sonido elegantemente técnico, en gran parte gracias a su guitarrista el virtuoso Alex Skolnick (quien divide su tiempo entre el thrash y el jazz), en mi humilde opinión, Testament debió seguir la senda directo al éxito que Metallica  recorrió, el sonido de Testament en cierta forma era similar a Metallica, sólo que los Testament habían conseguido pulir el sonido que Metallica había conseguido con el Ride The Lightning, cuando estos ya estaban metidos en los excesos del And Justice For All…, The Legacy, The New Order y Practice What You Preach son joyas del genero, la banda perdería un poco el rumbo con la perdida de miembros o la distracción de otros proyectos emprendidos, retomando el rumbo con su último gran discos editad en el 99, The Gathering, para regresar casi una década después con The Formation Of Damnation, primera parte de un largo “1-2”, que continua con este Dark Roots Of Earth, un disco que desde su primer tema Rise Up, derrocha energía y poder al por mayor, da gusto en verdad escuchar a esta leyenda del Thrash acertando al blanco en cuanto a su música, recolectando elementos de su sonido clásico y sumándoles la brutalidad contemporánea, con una música intensa, furiosa y llena de virtuosismo, con un Chuck Billy, sobreviviente al maldito cáncer, que grita a tope de su garganta y escupe suficiente veneno para considerarles igual de letales que en sus primeros años, Native Blodd es un tema inmenso, con intrincados pasajes, un trabajo estelar de baterías y un Skolnick brillando en su guitarra, un Billy inyectando melodía entre tanto ritmo intrincado, proporcionándole un cierto atractivo a los machacantes temas.

Dark Roots Of Earth es muy probablemente la manera en que Metallica debió atacar temas como Unforgiven, metiendo melodía y sensibilidad, sin abandonar el poder y la furia, mientras que Trae American Hate denota la influencia del hardcore, esencial influencia en los primeros años del genero, A Day In The Life añade variedad con un Skolnick siempre atento a enriquecer los temas, unos coros efectivos y el demoledor trabajo de la batería a cargo del legendario Gene Hoglan, mientras que en Man Kills Mankind la guitarra actúa como un mortal taladro entrando en nuestros cráneos, al tiempo que la batería se acerca a velocidades inusitadas sin perder precisión, y en Last Stand For Independece pareciera que toda la banda se empeña en adentrarnos en un verdadero torbellino sonoro, la agilidad, precisión y buenas melodías, siempre han caracterizado la música de los Testament y en este disco, no es la excepción, Dark Roots Of Earth es un segundo paso muy en firme hacia la restauración del estatus de esta banda-leyenda, y si no lo creen basta con escuchar el poder que la banda derrocha en temas como Dragon Attack.
Testament sigue de manera firma en la senda del regreso, una banda casi en su tercera década de existencia, una banda que conserva milagrosamente toda la energía y destreza de sus mejores tiempos, que aún se atreve a sorprendernos y sacudirnos con su poder.


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