Damon Albarn-Dr Dee

Puedo decirles que Damon Albarn es de mis postmodernos favoritos, muy a pesar de que ha cometido errores gruesos, sus aciertos han sido buenos y muchos, Blur, Gorillaz y The Good, The Bad and The Queen, además de obviamente esa influencia africana que le ha ido imprimiendo a su música, pero vamos, no todo en este mundo es fácil, hay cosas muy difíciles y sacar adelante un proyecto como este de Dr. Dee, no es cosa sencilla y más cuando todos los que estaban inmersos en este gran proyecto, lo abandonan y te dejan con el barco a punto de hundirse.

Dr. Dee no es precisamente un disco de Albarn, bueno, si lo es, pero es su aportación al proyecto multimedia de nombre Dr. Dee (la historia de un matemático inglés en busca de los secretos del universo, si que grueso!), en dónde incluso estuvo alguna vez envuelto el mismísimos Alan Moore, y que en algún punto se retiró del proyecto, lejos del post punk o del afro beat, Dr. Dee es un acercamiento de Albarn a una bizarra opera con tintes africanos (basta escuchar las guitarras en Apple Carts, para darnos cuenta de lo que está buscando Albarn, un violonchelo que rasga el aire y lo torna en un ambiente más tenso, instrumentos de viento y la voz de Albarn que se dobletrackea para un efecto más llenador, y que sorprendentemente, termina sonando a algo muy cercano a los buenos discos del gran Robert Wyatt, será que esta es la nueva senda que busca Albarn? Ha alcanzado acaso una madurez que nos ha dejado a todos boquiabiertos? Las respuestas se van presentando poco a poco, en este de entrada complejo y maduro disco-experimento.

O Spirit, Animate Us, con sus teclados como de iglesia pone el tono oscuro al frente, en un  tema que bien pudo salir de la mente psicodélica de Syd Barrett en sus épocas más accidentada, Albarn saca a flote esta difícil empresa, cual Fitzcarraldo en película de Werner Herzog, pura imaginación y corazón para mover este barco a través de una montaña, si esto es una opera, señores, es una opera muy oscura, The Moon Exalted es precisamente una de esas piezas que nos pone en el campo en medio de la noche para apreciar como la luna brilla intensamente y es en ocasiones retada por las oscuras nubes, una pieza de singular complejidad dónde Albarn se hace acompañar de singulares instrumentos de cuerda, hasta llegar a esa especie de arpa africana conocida como kora, Albarn construye una pieza de belleza única, frágil, dónde su voz es la principal ejecutante y la melodía brilla gracias a un dedicado proceso de composición, ya si les interesa entrarle a la historia y hallarle el sentido a alguna de las letras tendrá que googlearle Dr Dee.

Debo confesar que de inicio piezas como Saturn me tomaron por completo fuera de guardia, pero como muchos de esos discos que he aprendido a disfrutar con el tiempo, Dr. Dee no es un disco inmediato, va creciendo poco a poco y va revelando sus placeres poco a poco, con cada escucha progresiva, o Coronation, dónde la kora nuevamente aparece y no sólo eso, sino que toma un papel protagónico, Edward Kelley espantará a muchos, y es que así es este disco, de plano te gustará o no, pero no habrá punto intermedio, pero es de agradecerse el poderoso tratamiento sónico que se le da al tema, entre fantasmal, entre vaudeville y andrógina aplicada, pero poco o nada nos puede preparar para Preparation (nada nos “prepara” para Preparation, que bien!) dónde los honores son rendidos ni más ni menos que por Tony Allen, si, el mismísimo director musical de la banda de Fela Kuti (si me preguntan, es precisamente Tony Allen el CORAZON del sonido de Fela), pero que se yo de este mundo, el caso es que este tema invita a subirle el volumen y ver como tiembla la habitación.

Watching The Fire Waltzed Away posee una complejidad vocal que me recuerda a los Beach Boys, obvio sin llegar a su grandiosa calidad vocal, claro aquí el punto es la opera, no el doo woop o los barber shop quartets, aquí el rollo es el famoso vaudeville europeo, pero aquí lo que es digno de aplaudir es el esfuerzo de Albarn de sacar adelante este difícil proyecto que pareciera más apropiado para un Robert Wyatt, ya mencionado o para el enigma hecho músico, el gran Scott Walker, discos como este sólo nos hace pensar en una cosa, si Albarn se llega a unir nuevamente con Graham Coxon (quien sacó un disco explosivo que ya reseñamos aquí), God Only Knows lo que pueda suceder…


Comments

  1. Anonymous5/12/2012

    ya se me antojo escuchar a Albarn y a Coxon juntos otra ves

    Charlie

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