Fushitsusha-Hikari To Nazukeyo
Se dice que la necesidad es la madre de la creatividad, y según relataba Kawabata Makoto, líder de los Acid Mother Temple, dado que mucha música occidental difícilmente llegaba a Japón, mucha de la música que se hacía décadas atrás, en la época antes del Internet, era básicamente la interpretación en base a las imágenes de revista de lo que era la música rock, así es como Merzbow creo su propia versión de la música concreta, como los Guitar Wolf crearon su versión de los Ramones, como los Boredoms crearon su propia versión de los Can y como los Kousokuya crearon su versión propia de los Crazy Horse, y ejemplos así podremos encontrar muchos, los japoneses básicamente veían las revistas estadohundidenses y creaban su propia versión de los que suponían tocaban aquellos legendarios grupos, fue así como Keiji Haino quedó fascinado por el “chamanismo” de un Jim Morrison, la explosividad de Jimi Hendrix y la experimentación de Albert Ayler, creando su propia mitología, su propio universo en dónde igual conviven la guitarra distorsionada de Hendrix, las vocales inhumanas de Damo Suzuki, la teatralidad de Jim Morrison, entre otras cosas, y fue así como después de ser parte de varias agrupaciones, Haino creo a los Fushitsusha, banda legendaria de noise y de libre improvisación, creadores de un estilo propio, capaces de integrar el espíritu experimental del free jazz en el rock de forma libre.
Como bien sabemos, Haino es un espíritu libre, un ser difícil de anclar, aunque lo identifiquemos fuertemente, Haino ha creado un estilo propio y único vocalmente y en la batería, ha editado un sin fin de discos solistas, y ha participado en numerosas colaboraciones con gente como Derek Bailey, John Zorn, Kawabata Maroto, Merzbow, Peter Brotzmann, los Ruins y más recientemente formando un trío poderoso de libre improvisadores, con Jim ORourke y Oren Ambarchi, que anualmente se reúnen para editar discos conformándose como un trío cada vez más poderoso, haciendo más fácil entenderse el porque, luego de años de disuelto, Haino ha decidido revivir a los Fushitsusha.
Mada Hikato Nazukerarenai Mono es una pieza con un bajo muy potente, a cargo de Mitsuru Nasuno, compañero de Haino en los Seijaku (banda de reciente formación, con quienes Haino en cierta forma ha conservado vivo el espíritu de los Fushitsusha), un bajo que pareciera atascado en un loop, repitiéndose de manera infinita, contundente, duro, atronador, un arreglo de batería que responde al reto, que pareciera extraída de los discos del gran Capitán Beefheart, y un Haino como cóndor sobrevolando y descargando sus poderosas vocalizaciones.
Ore No Wake Mae nuevamente abre con un bajo omnipresente, estático pero generador de un ritmo subterráneo, aquí la guitarra desgarradora de Haino se suma a las acciones mientras la batería de Ikuro Takahashi, de los ya mencionados Kousokuya se mantiene a la expectativa, la guitarra de Haino suena característicamente amenazadora y fantasmal, con una muy expresiva capacidad de sonar desgarradora y a la vez vibrante, y un Haino emitiendo guturales sonidos y poniendo a tope su garganta, un ejercicio inquietante de guitarras a cargo de Haino, en momento sonado en control y otras dejando que el caos se apodere de la pieza, con sonidos recurrentes, hipnóticos, como un Neil Young muy, muy, muy encaminado hacia el extremo de sus posibilidades ¿Qué si Haino no sabe tocar? ¿Qué si hace puro ruido? Bueno (Shire Ru) Toiukoto les servirá para salir de dudas, ya que mientras bajo y batería nos entregan una seré de ritmos con mucha influencia de jazz, Haino aplica un ejercicio jazzistico en su guitarra, en ocasiones al compás de sus compañeros, otras atravesándose en su camino y otras simplemente destripando su instrumento, y si acaso, les quedase alguna duda, Haino se mete en la piel del pirotécnico Hendrix en Aredakeha, pieza casi ritual en dónde Haino libera tonos fuzz de su guitarra al por mayor, para después sonar cercano a las guitarras punzo cortantes de mi admirado Robert Quine, recordándonos también la admiración de Haino por las guitarras de Lou Reed en las épocas gloriosas de los Velvet Underground, Chuushin No Ketsui es simplemente aplastante, con Haino proporcionando generosas dosis de feedback, en una de esas piezas llamadas freak out, en dónde todos a la vez se convierten en un equipo soberbio de demolición.
Todome Yari Hou inicia de manera lenta, con una batería y un bajo arrastrándose como si interpretaran una de esas piezas del genero doom, y un Haino proporcionando su oscura y arácnida guitarra, masiva y titánica a la vez, emitiendo hostiles dosis de ruido a la menor provocación, un Takahashi enorme, poniendo a temblar la tierra con cada golpe hecho a su batería.
Hikari To Nazukeyo es un regreso estelar de los Fushitsusha a la música extrema de vanguardia, un Haino que nunca se ha salido de su genial forma, pero que suena revigorizado con estos dos músicos, un sonido más controlado, con sendas inclinaciones minimales que los hacen mantenerse en ocasiones machacando un mismo retomo una y otra vez, Haino ejecutando una guitarra que se sale de cualquier parámetro y que lo colocan de inmediato del lado más extremo de la guitarra experimental, precisamente, junto a Hendrix, Bailey o Sonny Sharrock, ¿black metal? No me hagan reír, esto es más negro y metálico que cualquier sonido proveniente de Escandinavia, el demonio japonés lo hace de manera genial de nuevo, una vez más.
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