Sigur Ros-Valtari

Ser铆a dif铆cil hablar de evoluci贸n  o de cambios en los Sigur Ros, despu茅s de todo, esta banda islandesa, “sobrinos” de Bjork, construyeron un inicio de carrera basados en m煤sica ambient minimalista, cuyo fin musical, m谩s que crear canciones o bonitos coros para cantar, era desafiar los c谩nones musicales del momento, a favor de verdaderos “paisajes sonoros”, usando como inspiraci贸n las gentiles y a la vez inh贸spitas tierras islandesas y buscando traducidos musicalmente a un idioma propiamente musical, tarea que se escuchaba compleja y pretenciosa de inicio, pero que fue llevada a cabo de manera inteligente y sensible a la vez, llegando a un extremo tal, que Jonsi, vocalista de la banda se olvid贸 de las palabras e ideo un idioma propio que se compenetrara mejor con la m煤sica, si, en el m谩s puro Magma style, las palabras salieron sobrando y la m煤sica encontr贸 su propio idioma, claro, que dif铆cil mantener algo tan cercano a una novedad por tanto tiempo, tal vez por eso, cuando editaron Med Sum Evrum Vid Spilum Endalaust en el 2008, la banda estaba ansiosa por presentar una evoluci贸n que los alejara, moment谩neamente de cualquier se帽al de estancamiento, la banda acort贸 la duraci贸n de sus canciones, introdujo ritmos a sus “paisajes sonoros” y Jonsi por primera vez incluy贸 palabras reales en las canciones, si claro, se volvieron m谩s accesibles, “sell out!”, gritar铆a m谩s de uno de sus viejos fans, pero la verdad fue el refinamiento de un estilo que la banda hab铆a construido por a帽os, un  toque de vitalidad humana en lo que hasta ese momento hab铆a sido una banda de esp铆ritus.

Ahora con este Valtari, la banda busca plasmar las lecciones aprendidas al acercarse m谩s a su lado humano y buscar un balance con su espiritual pasado, parte de la respuesta se encuentra en Eg Anda, pieza que abre el disco y en la que Jonsi suena m谩s a un elemento de la naturaleza, que a un humano, Jonsi se transforma en viento y su voz “danza” frente a nosotros, al tiempo que casi imperceptibles ritmos comienzan a suscitarse tras 茅l, y g茅lidas guitarras como t茅mpanos de hielo comienzan a derretirse frente a 茅l, es as铆 como una de las bandas m谩s “visuales” musicalmente hablando, por tratar de describirlo de alguna manera, nos introducen a un nuevo cap铆tulo en su evoluci贸n, bajo y teclados toman la pieza y Jonsi se presenta en forma humana esta vez, o tal vez el fantasma de algo que alguna vez fue humano, la magia de los Sigur Ros es sin duda como ser tan ambient, y a la vez tan pop a la vez, algo que sin duda el maestro Brian Eno ha conseguido orquestar algunas veces, pero que es sin duda territorio de estos Sigur Ros, y un estilo en continua evoluci贸n.

Un disco que les ha costado sangre y l谩grimas a la banda, cuyas grabaciones iniciaron casi 5 a帽os atr谩s y que represent贸 para el grupo muchas barreras por romper, por un lado, los fans de sus primeros a帽os, quienes se sintieron traicionados ante su previo disco, los nuevos fans, que muy probablemente esperaban m谩s de esas joyitas pop de corta duraci贸n muy accesibles y preciosistas, y la inquietud de la banda de agregar nuevas dimensiones a su sonido, en pocas palabras este Valtari debi贸 ser un disco doloroso e inquietante, y efectivamente lo es.

Ekki Mukk arranca con una elaborada secci贸n de cuerdas, y la voz de Jonsi que poco a poco va emergiendo desde el fondo, la pieza se va elevando paulatinamente con la introducci贸n de sintetizadores, y es de esta manera como los Sigur Ros contin煤an su constante b煤squeda de la belleza, inc贸modo y revolucionario a la vez, el hecho de que esta banda se alejara tanto, durante su carrera de sonidos duros, ritmos accesibles y dem谩s afiches que eran imprescindibles, o parec铆an serlo antes de que esta banda iniciara su carrera, rebeldes? Claro, nos han inculcado tanto el concepto de los ritmos, de la distorsi贸n, del volumen, de la intensidad, que cuando nos encontramos con temas como este, no deja de hacernos sentir inc贸modos y reconocer la belleza en esos minimalistas tonos de piano.

Varud es una pieza que nace en la nostalgia, que evoca sonidos del pasado, cuyos arreglos de cuerdas buscan llevarnos a帽os atr谩s, a la librer铆a de nuestra mente y extraer viejas vivencias, y despu茅s la pieza es llevada por los mismos arreglos de cuerdas y una especie de coro a cargo de Jonsi que pareciera recordarnos que un sonido de tanta belleza a veces es tan dif铆cil de encontrar y aceptar en estos d铆as, una belleza tan et茅rea como est茅tica sonora, resulta casi inaceptable en estos d铆as, prog, m谩s all谩 de los prog, un idioma propio que se nutre de la naturaleza y de sus paisajes m谩s desoladores sin duda alguna, el sonido del viento, del agua, del hielo derriti茅ndose, del sol y de la luna, de la llegada del d铆a y la ca铆da de la noche, combinados con el sutil ritmo del latir de nuestro coraz贸n.

Un disco con un dejo de sabor de amargura, una cubeta de agua fr铆a para los que esperaban que la banda se acercara a煤n m谩s a las masas con un trabajo m谩s accesible, que de entrada Valtari no lo es, un disco valiente que suena a la banda retomando ra铆ces y a帽adiendo peque帽os detalles nuevos a su sonido, el cual definitivamente ya no es tan abstracto como en el pasado, pero que de alguna manera nos ha comunicado m谩s claves para entenderlo y poder apreciarlo mejor.


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