Sly And Robbie-Blackwood Dub

Considerada por muchos conocedores (e ignorantes como yo) como la mejor sección rítmica de la historia musical, Sly & Robbie regresan a sus verdaderas raíces, el dub en su esencia más pura y brutal, esa combinación, esa consagración del bajo y la batería unidos de manera mágica y entrelazados, y magnificados por los ecos eternos del tablero de grabación (a cargo de Alberto Blackwood, quien debió hacer tan buen trabajo que en  su honor se tituló el disco)

Esta vez, la mejor sección rítmica del mundo toma el sitio de honor como centro de esta portentosa sacudida musical, esta vez no hay una Grace Jones, o Peter Tosh, o un Gregory Isaacs a quien acompañar, sólo el latigueo constante del bajo y el golpeteo de la batería.

Dirty Filthy es pura magia dub, baterías masivas que estallan ante nuestros oídos, una guitarra lejana que acompaña y un bajo que dicta la línea por dónde la música se va dirigiendo, inquieto, a la expectativa de las ocurrencias de Sly Dunbar, quien no pierde nunca el ritmo, es implacable con su batería, y un Robbie Shakespeare inspirado, con un bajo muy up tempo, que nos deja claro que este Blackwood Dub, no es disco cualquiera, es uno de los mejores discos de dub de los años más recientes.

Lo importante que cabe destacar aquí es la reafirmación de las raíces de un estilo musical que las nuevas generaciones han tratado de adueñarse por medio de la digitalización, pero que jamás ha podido ser duplicado fielmente, ya que esos ecos eternos sólo pueden ser engendrados en los viejos estudios de Jamaica, y creados por estos verdaderos genios del reggae, Shabby Attack es un ataque dub más intenso, con un Shakespeare dándole duro a su batería, sacándole toda la resonancia posible y dirigiéndola al infinito, un Sly Dunbar manteniéndose firme con ese bajo estacionado en un ritmo constante, dando una base firme a las ejecuciones de Shakespeare que pareciera deleitarse aporreando sus instrumentos y emitiendo esas insistentes señales que se van perdiendo poco a poco, en cámara lenta, mientras Burru Saturday es más nostálgica, más oscura, con un acompañamiento inquieto de guitarras, y unos Sly & Robbie, que a pesar de las ondas expansivas que emiten a través de sus instrumentos, suenan compactos, unidos, completamente mimetizados como una máquina de ritmos, como un vehiculo de guerra blindado destruyendo todo a su paso.

Música moderna, quien necesita música moderna? Está música ha sido moderna y adelantada a su época desde hace décadas,  este es el futuro, este fue el futuro que los visionarios de Jamaica vislumbraron en los 70s, y que está más vigente que nunca en los nuevos “artistas”, técnicas de estudio que se desarrollaron y que ahora se aplican a diestra y siniestra en el pop desechable, Sly & Robbie, la sección rítmica más imitada, un sonido que encontramos en casi toda la música actual, esa batería que se hincha y se expande hasta reventar, ese bajo más profundo que una caverna, inmenso que rueda y avanza de manera implacable, una escuchada a Frenchman Code es suficiente para poner nuestra mente a flotar ante la hiper dimensionalidad de este sonido, una genuina obra maestra que consiguen estos dos, acompañados de varios amigos (percusionistas y guitarra) que redondean un disco soberbio, the real thing, si queremos hablar de dub, the real thing, si queremos hablar de drum & bass, the real thing, si queremos hablar de ritmo, si claro, la electrónica suena muy bonita, pero esta es una verdad imposible de negar, una dimensionalidad musical, una magia tan palpable que se sale de las bocinas y nos golpea, esa agradable sensación que se produce cuando el sonido empieza a penetrar nuestra piel através de los poros y nos hace mutar.

Comments

  1. Anonymous5/11/2012

    ¿tsssss alucinantes, estos dos, creo que hasta han topcado con dylan no?

    RLV

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  2. la verdad, he leído sobre eso, no recuerdo haberlos escuchado, lo que me hubiera gustado más es que estos dos hubiesen estado en el disco nuevo de los PIL

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