Rumbo al 2021
Rumbo al 2021
Por: Erreh Svaia
CRANEOSCOPIO
Seguramente el 2020 pasará como uno de los peores años en la historia reciente, no sólo para México, sino para todo el mundo, el cierre del 2020 será para México un momento intenso, sumamente convulsionado, considerando que
en México, a partir de octubre ya estaremos en territorio de las elecciones
intermedias del 2021, por si fuera poco, los EEUU, el vecino país del norte
también estará viviendo un período electoral, con un Donald Trump en plena
contienda con Joe Biden, en lo que pudiera otro capitulo de las elecciones más
polarizadas en los EEUU, con un Trump que sin duda buscará la manera de
utilizar a su “amigo” del sur, el presidente López, para buscar captar la mayor
parte posible del voto latino, tradicionalmente inclinado al lado Demócrata,
éste año, parecería que Trump apostará al presidente López para que juegue a su
favor y haga campaña para beneficio de ambos, resultará paradójico en realidad
escuchar al presidente de “izquierda” López, lanzando elogios al presidente de “derechas”,
Donald Trump.
Por otro lado, el presidente López aparentemente tendrá que
hacer “malabares” para cumplir con la “misión” encomendada por Trump, y a la
vez pode preparar el escenario para las elecciones del 2021, en las cuales su
capital político pareciera estar perdiendo fuerza y pudiera complicarse su
presidencia, en medio de una menguante popularidad, un indicador que el
presidente a tratado de proteger de forma intensa, pero que parece irse
erosionado fuertemente ante la incapacidad de acción que el gobierno federal ha
ejercido ante crisis provocada por la inseguridad, el sector salud, la inversión
extranjera y la presente crisis por el coronavirus y el colapso económico que
se vislumbra posteriormente, en medio de toda ésta tormenta mayúscula, vemos al
presidente López, insistente con su proyectos faraónicos, de un aeropuerto, una
refinería, el rescate de Pemex y un tren en medio de la selva, cuyos costos
sumados podrían ser mejor redireccionados para una mayor eficiencia en el
combate a la contingencia por el coronavirus y a un rescate económico
posterior.
López se encontrará bastante ocupado a finales de éste año,
obviamente preocupado por lo que serían las primeras elecciones mayores desde
que llegó a la presidencia, una suerte de prueba en la que el presidente
buscará una re aprobación de su mandato, aunque como hemos visto, su
popularidad cae, su partido Morena, ha perdido impulso debido principalmente a pugnas
internas y división, además de casos como el de la Ciudad de México, en el que difícilmente
se podría afirmar que Morena ha hecho una administración del todo eficaz,
pareciera que el fin del capital político del presidente López está cerca y que
la fuerza mayoritaria que gozó en las cámaras podría estar por terminarse, lo
que en definitiva pondría en jaque su ambicioso proyecto de gobierno conocido
como la Cuarta Transformación.
Las bajas en las calificaciones y el hundimiento en los
precios del petróleo han puesto el escenario complicado para ésta primera mitad
del año, mucho de lo que venga después será dictado por la capacidad de los gobiernos
locales de actuar de forma independiente para proponer agiles soluciones para
buscar rescatar a los pequeños y medianos negocios que sufran el embate por la
crisis económica deriva da de los cierres de empresa por la contingencia de
salud, la habilidad que muestren los gobernadores para rescatar a las empresas,
combatir el desempleo y atraer la inversión, será decisiva para definir la narrativa
del segundo semestre del año, y plantear los escenarios con miras a las
elecciones del 2021, y aunque aún no podemos vislumbrar una oposición sólida
que haga frente a la mayoría de Morena, hemos visto que la realidad ha sido la
principal opositora del presidente y su proyecto, y a la vez, la principal
demoledora de su popularidad y de la fuerza de su partido, quien sin candidatos
fuertes y establecidos, una falla que pareciera seguir a Morena, perderá la
fuerza y arrastre con la que contaba en el 2021, perdiendo por completo su
fuerza en el norte del país, y abriendo graves grietas en el centro y sur.
El mensaje es claro para quien pretenda tomar la batuta
rumbo a un triunfo electoral en el 2021, una propuesta de verdadero valor para reformar
el sector salud, una como la que llevó a cabo Corea del Sur y que confirmó apabullantemente
en las recientes elecciones al partido en el poder, demostrando la enorme
oportunidad que el presidente López dejó ir por culpa de su estrategia de
austeridad y su falta de flexibilidad para actuar de forma rápida y contundente
(incluso negando la pandemia al inicio, al igual que Donald Trump), la otras es
el tema del desempleo, la verdadera apuesta a crear riqueza atrayendo proyectos
de inversión derivado de generar confianza en los inversionistas extranjeros y
nacionales, otro “talón de Aquiles” para el presidente López, quien en más de
un año de gestión se ha mostrado totalmente
incompetente para cumplir con éste requisito para el crecimiento del país, la
mesa está apuesta y las demandas sobre ella, y parecería que el presidente
López, su proyecto de gobierno y su partido son los menos aptos para sobrevivir
intactos.
Cabe mencionar también aquí que como ciudadanos, es
imperativo restar la importancia que tanto hemos dado en éstos últimos años al
poder político, el mismo presidente López habla de su desconfianza hacia los
organismos civiles y hacia las instituciones autónomas, lo cual sin duda ha
restado agilidad y capacidad a todo el sistema para reaccionar de forma adecuada
ante la actual crisis, el papel del ciudadano debe ser cada vez más relevante,
proponiendo y actuando con mayor fuerza, incluso, reescribiendo su papel sobre
la participación, haciendo un lado a los tradicionales partidos políticos, y usándolos
solamente como plataformas, como debió ser desde un principio, para lanzar
verdaderos proyectos de cambio surgidos del mismo ciudadano, el 2021 podría ser
la oportunidad de una verdadera renovación del sistema político mexicano,
renovar la manera en que se manejan los partidos tradicionales, incrementar la
participación ciudadana y fortalecer la autonomía institucional, debe ser el
inicio, aunque esto signifique el fin del proyecto autoritario y personalista
del presidente López.
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