Anti frágiles Mexicanos
Anti frágiles Mexicanos
Por: Erreh Svaia
Dispersión Caprina
Lo hemos podido apreciar de manera más cercana a lo largo
del sexenio que está por terminar, ese espíritu de la mitológica hidra, que al
cortarle una cabeza, responde generando un par más, conceptualizado por el brillante
escritor Nassim Nicholas Taleb, también autor de libros memorables como el
Cisne Negro y el reciente “Skin in the
Game (del que ya hemos hablado aquí), como el concepto del “Anti frágil”, las
cosas que se benefician de los ataques, el caos o la incertidumbre, según las
teorías de Taleb, organismos, individuos o sistemas responden mayormente de
tres formas ante éstos embates, unos sucumben, otros resisten, y otros, los
“anti frágiles” no sólo resisten, sino que se fortalecen gracias a las
ofensivas, un ejemplo del que ya hemos hablado bastante aquí, es el desarrollo
muscular, el cómo al ser destrozadas las fibras internas del músculo mediante
el levantamiento intenso y progresivo de pesas, el cuerpo humano en respuesta,
luego de un adecuado descanso y alimentación recupera esas fibras de una forma
más grande, fuerte y resistente, de ésta manera se vuelve “anti frágil”, lo
mismo sucede con los huesos de los practicantes de artes marciales, quienes
luego de golpear bloques de cemento y causar fisuras en sus huesos de forma
diaria, generan una resistencia en su estructura ósea como respuesta, que
termina asimilándose al mismo bloque y termina permitiéndoles romperlo.
En este aspecto, hemos podido observar a un Luis Videgaray
(un hombre de amplia experiencia en el servicio tanto público como privado),
todavía actual Secretario de Relaciones Exteriores, uno de los más grandes
ejemplos de esa “anti fragilidad” en la arena política, lo vimos llegar como el
principal coordinador de campaña del presidente saliente Enrique Peña,
conseguir el regreso del PRI a la presidencia del país, perdida hace 12 años,
podría ser su primer triunfo, y su posterior nombramiento como Secretario de
Hacienda, asegurando su permanencia como miembro del círculo más cercano a
Peña, considerado por muchos, casi como su “virrey”, Videgaray fue el principal
responsable de impulsar una reforma fiscal que apuntaló la estrategia
hacendaria que consiguió dar estabilidad al gobierno, fue un golpe duro para el
contribuyente, pero que dio firmeza económica al país, sin ahondar
desafortunadamente en el tema de la informalidad (uno de los problemas claves
del país) consiguió eliminar parte de la incertidumbre financiera que se
asomaba en el país, después de eso, vino una polémica decisión, en la cual,
ante la amenaza de Donald Trump, el equipo de Peña, encabezado por Videgaray
optó por invitar al entonces candidato a visitar el país, el resultado en
apariencia fue desastroso, un fuerte daño a la imagen de la presidencia y del
país, y un aparente impulso a la candidatura de Trump que en ese momento
parecía venirse abajo y logró repuntar gracias a este evento, lo que para
muchos pudo ser un error a nivel imagen, implicó una cercanía profunda entre la
gente de Videgaray y la gente de Trump, a pesar de ello, la salida del gabinete
de Peña fue inmediata, dejando a Videgaray aparentemente fuera de la jugada,
aunque sólo por unos meses (regresaría como Secretario de Relaciones Exteriores
y bajo la consigna de no saber sobre el puesto, pero querer aprender sobre él),
la realidad es que Videgaray pudo tener acceso a gente cercana a Trump, como su
hijo político Jared Kushner, entre otros y de ésta manera los fuertes embates
directos de Trump se fueron suavizando.
El siguiente paso importante de Videgaray sería preparar la
posible derrota ya casi anunciada de su partido, el PRI, estableciendo casi de
inmediato lazos con la posible nueva administración entrante al grade de que al
día de hoy se escucha cada vez con más insistencia la aparición de personajes
claves de Videgaray durante la administración de Peña, como José Antonio Meade
o Aristóteles Núñez, parte del equipo de la Secretaria de Hacienda leal a
Videgaray, así como la continuidad de los negociadores y las negociaciones del
TLC, en las cuales Videgaray junto a Idelfonso Guajardo siguen teniendo
injerencia, es muy posible que de ésta manera y con una visión futura
interesante y movimientos arriesgados, Videgaray consiga mantenerse vigente y
con una fuerte influencia en la nueva administración del presidente electo
Andrés López.
Pero no sólo en lo individual hemos vistos ejemplos de la
“Anti Fragilidad” en fechas recientes, pudiéramos observar con atención el
avance de esa vieja corriente del PRI, ejemplificada por gente como Porfirio
Muñoz Ledo, Manuel Bartlett y el mismo presidente electo Andrés López, casi en
su mayoría miembros del viejo PRI autoritario y hegemónico que gobernó por
décadas el país y descrito por el Premio Nobel de Literatura, Mario Vargas
Llosa, como “la dictadura perfecta”, cuando ese viejo PRI se convirtió en
victima de su propia locura populista durante los 70s y a inicios de los 80s,
el ala más orientada a la “derecha” (considerando al PRI como un partido
orientado al centro que en ese entonces trataba de equilibrar una izquierda y
una derecha), consiguió desplazar a la izquierda del timón, y sacar por la
ventana el llamado “nacionalismo revolucionario” en favor de un centro derecha
que rescatar al país de la quiebra económica y que hiciera frente a los cambios
en la economía y la política mundial, esa izquierda “revolucionaria y
nacionalista” al separarse del PRI, encontró una manera de reinventarse como un
partido caudillista (con el icónico Cuauhtémoc Cárdenas a la cabeza) de
izquierda al sumar a los entonces incipientes partidos radicales de izquierda
como los socialistas y los comunistas, el partido consiguió de ésta manera
reinventarse y convertirse en uno de los partidos de masas (al igual que el
PRI) dentro del país.
Ante los cambios en la política global, la extinción de la
URSS, la evolución del viejo comunismo y el socialismo hacia el espectro de la social
democracia, y finalmente la caída del bloque soviético, el viejo PRI, ahora
convertido en el PRD, buscó transitar esa misma senda, casi consigue un triunfo
en la carrera presidencial, y años más tarde obtuvo la Jefatura del entonces
Distrito Federal, el puesto político de más importancia después del presidente,
y así continuar avanzando con el relevo de Cuauhtémoc Cárdenas, Andrés López, ambos
personajes se convertirían en los indiscutibles líderes de izquierda en las
décadas siguientes, hasta que una nueva disputa bloquearía los avances
democráticos durante las administraciones de Vicente Fox y de Felipe Calderón,
para cuando la administración de Enrique Peña iniciaba, un llamado al consenso
y al centralismo sirvió de base para arrojar un grupo de reformas bastante a destiempo
y sin la profundidad requerida, pero necesarias desde años atrás, ese
movimiento al centro nuevamente provocó fisuras en los partidos mayores como el
PAN y el PRD, se provocaron nuevos rompimientos internos, y ante la
imposibilidad de obtener el control completo, Andrés López decidió romper con
el PRD (en su etapa de búsqueda democrática mayor), y crear un partido a través
de su corriente política dentro del PRD, dando vida a Morena, partido
aparentemente de izquierda, nacionalista, conservador e idólatra de la
revolución mexicana, efectuando un paradójico giro de regreso a las raíces del
viejo PRI, en su avance, esa vieja corriente del PRI a enfrentado y crecido a
la par del PRI, ha desertado del PRD y ha tomado esa estructura clientelar
(heredada del mismo PRI), y su estructura de masas, así como esa orientación al
caudillismo, al autoritarismo y al hegemonismo que muchos vimos morir con el
PRI en 1988, y que pareciera renacer con más fuerza que nunca, al grade de
haberse hecho del poder una vez más hace un par de semanas.
No hay que olvidar que ejemplos como el Brexit, la consulta
popular para la paz en Colombia y la elección de Donald Trump, han sido
ejemplos inquietantes sobre las teorías del “Incierto” de Nassim Nicholas Taleb,
han sido eventos inesperados que se han fortalecido de una forma un tanto
irracional y que a pesar de sus muchos detractores, se han convertido en
corrientes capaces de triunfar, algunas veces volviéndose poderosamente “anti
frágiles”, otras solamente aprovechando la debilidad de las estructuras
tradicionales, el enojo de la gente exacerbado por las redes sociales, una cosa
hay que apuntar en eventos como los antes mencionados, y posiblemente el
triunfo en la carrera presidencial de Andrés López, han sido eventos que se han
orientado hacia un peligros nacionalismo y proteccionismo, así como en
detrimento de la democracia, acciones que pudiesen resultar un tanto confusas y
que pudieran disfrazar de avance un posible riesgo mayor que muchos parecen no
prever.
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