La Globalización Triunfa en Rusia
Por: Erreh Svaia
Dispersión Caprina
Hace apenas un par de años el tema de la inmigración era
centro de las discusiones en Europa, en Francia, el llamado Frente Nacional a
cargo de los Le Pen parecía imponerse como una fuerza xenofóbica en busca de
impulsar el sentimiento nacionalista y contrario a las políticas de integración
de la Unión Europea, el triunfo del liberal Emmanuel Macron dio un necesario
respiro al liberalismo y al internacionalismo que parecía sucumbir ante eventos
nacionalistas como el Brexit y el ascenso de los gobernantes de ultra derecha
en los países identificados como lo los "visegrad".
El proceso de crear una nueva identidad en Francia ha sido
complicado, salpicado de episodios de racismo y violencia terrorista,
aumentados por fenómenos radicales como el ascenso del ahora mermado Estado
Islámico, el triunfo de la selección nacional de fútbol francesa en el mundial
de Rusia, parece convertirse en una muestra del ascenso de una nueva identidad
en éste país, integrando fuertemente migrantes de las alguna vez colonias de
éste país, migrantes provenientes de Camerún, Argelia, del Congo, Mali y de
Senegal que sin duda han reforzado de forma importante a la escuadra
futbolística que disfruta en las últimas décadas de una notable hegemonía entre
los mejores equipos del mundo.
Más significativo resulta el triunfo de Francia ante una
escuadra representativa de Croacia que ha demostrado mucho corazón en la
cancha, pero su exacerbado nacionalismo fruto de un histórico proceso de
"balcanización", o divisionismo interno dentro de una unidad
previamente integrada, con un marcado origen en la Yugoslavia del enorme Tito,
unida a sangre y fuego y que propiciará una cruel guerra entre sus componentes
al caer el régimen autoritario que los unía artificialmente, resulta
significativo el ver a una escuadra racialmente integrada, imponerse ante una
racialmente segregada, todo esto en el seno de una Rusia conservadora que
pareciera buscar imponer como corriente hegemónica, el nacionalismo, y abatir
el avance de la globalización, la migración y la creación de nuevas identidades
fruto de la integración racial.
Será difícil ver esto en un país como los Estados Unidos de
América, con una tradición hasta cierto punto racista, que ha frenado parte de
ésta integración y progreso, omnipresente en varios estados de ese país,
mientras en México pareciera asomarse un proceso curioso a considerar a los
migrantes de centro y Sudamérica que buscan atravesar el país para llegar a los
EEUU, la consideración de crear una patrulla fronteriza, no para restringir la
entrada a los estados del sur del país, y su localización en los estados del
norte pareciera hablar de una estrategia de contención y una posible
integración de los migrantes en la dinámica economía del país, que pudiera
traer algunos cambios a observarse en la vida social de México.
Por hoy parece haber triunfado la integración la migración y
la globalización ante el nacionalismo, la xenofobia y la
"balcanización".
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