Permanencia y Bienestar


Permanencia y Bienestar

Por: Erreh Svaia

Full Metal Lifehacker

Mis hijos van creciendo y yo me voy haciendo viejo, hace poco leía sobre la edad física y la edad mental, la física, podemos luchar en infinidad de formas contra ella, podemos elegir mejorar nuestros hábitos alimenticios (menos carne roja, menos bebidas de cola, menos harinas procesadas, cero alcohol, cero tabaco, más agua, como decía Lee “Scratch” Perry en “Throw Some Water In”, más frutas y más verduras, etc.), ejercitarnos de forma diaria (45 minutos diarios hacen maravilla, a manera que uno va madurando conviene más trabajar ejercicios de fuerza), y tratar de manejar de la mejor manera posible el estrés del día a día, claro, algunos dirán ¿Cómo voy a dejar de “estresarme” si tengo que trabajar? Mark Manson en su maravilloso libro “El Sutil Arte de que Te Importe Un Carajo” puede tener muchas claves si te decides a leerlo, al más puro estilo estoico, debemos entender que hay cosas que están DENTRO de nuestro control, y es hacia esas cosas hacia donde debemos orientar nuestras acciones, hay cosas FUERA de nuestro control, no entender esto nos provoca estrés, tensión, presión, ansiedad y un torrente de radicales libres y hormonas que sin duda van acelerando el procesos de envejecimiento.

Descubrir la formula personal para poder retrasar un poco el proceso es importante, más nunca podremos detenerlo del todo (otra vez, hay cosas que está FUERA de nuestro control), gente como el investigador inglés Aubrey de Grey, autor del tremendo End of Aging o del interesantísimo The Mitochondrial Free Radical Theory of Aging (muy cercano al círculo de investigadores de Google, así que hay que entender que sus teorías van en serio) ya nos empieza hablar de una manera más fehaciente sobre la inmortalidad cada vez más al alcance del ser humano, posiblemente nosotros seamos parte de las últimas generaciones en morir, tal vez nuestros hijos tengan la opción de vivir, como vampiro, eternamente, difiero en el tema de la inmortalidad, prefiero pensar que la vida regular que me toca vivir, la pueda vivir de la mejor manera posible, hoy en día físicamente me siento mucho mejor que a mis veinte años, cuido mejor a mi cuerpo, y se siente así, vivir eternamente puede ser una suerte de utopía, al final, podría resultar en una maldición, una suerte de giro a convertirnos en prisioneros de una vida, hay que entender que pretender una exagerada permanencia, tampoco es el camino.

Nuestra otra edad, es la edad mental, en lo particular nunca he sentido haber envejecido más de mis 25-26 años, claro, he obtenido más experiencia, más conocimientos, más madurez, y sobre todo más control sobre mi vida, pero hablando de mis niveles de energía, siento que se han mantenido en esos niveles por casi dos décadas, me interesa seguir aprendiendo, me interesa seguir mejorando, los cambios me siguen pareciendo atractivos y retadores, y me fascina la idea de mantenerme flexible para afrontar y adaptarme rápidamente a la cada vez más veloz vida moderna y su consecuente incertidumbre, si me preguntan, me siento aún en mis 20s, aunque a veces, después de un buen entrenamiento en el gimnasio me dé cuenta de mi edad real, la espada se forja mediante fuego y duros golpes de mazo, para endurecer tus huesos, debes someterlos a presión, a veces a golpes como hacen los practicantes de las artes marciales, para proteger tu columna y tus rodillas, es necesario fortalecer los músculos de la espalda y las piernas, unas cosas protegerán a las otras, siempre y cuando sepamos mantenerlas fuertes.

A medida que uno avanza en la vida es más notorio el hecho que una de las verdades de nuestra existencia no es como estamos en nuestra juventud, sino como llegaremos a nuestra edad adulta y más allá, ¿Con nuestras capacidades físicas y mentales en el mejor estado posible, o notoriamente deteriorados ya? No me preocupa el envejecer, me siento en mejor estado que muchas de las personas de mi edad, y aunque podría estar mejor, día a día las cosas van mejorando en lugar de ir empeorando, al final si la tendencia es a mejorar mientras uno va avanzando en la vida, eso es ya una ganancia.

Hay maneras más accesibles de mantener el cuerpo, el espíritu y la mente joven, sin caer en los temas tecnológicos y de ciencia compleja como los ya expuestos por de Grey, realizar de forma constante deportes no de contacto que permitan fortalecer partes que protejan otras más delicadas y sensibles al deterioro, practicar juegos como el ajedrez o el “scrabble” que representen un esfuerzo mental constante, a fin de cuentas la mente, cual musculo, de no someterse a ejercicio continuo termina atrofiándose, leer un libro o aprender nuevas cosas es otra manera de mantenernos “jóvenes” y activos, bien lo decía Albert Einstein: “Una vez que dejamos de aprender, empezamos a morir”, sin olvidar que también la meditación (a manera de un “freno” en nuestra a veces acelerada vida) o practica moderada de alguna religión (como manera de “ejercitar” también nuestro espíritu) siempre es y será útil para mantenernos en acción y no permitir que lo que tengamos, nuestro templo, se nos venga abajo.

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