Make El Viejo PRI Great Again

Make El Viejo PRI Great Again

Por: Erreh Svaia

Dispersión Caprina

Gran parte de la “plataforma” política del partido Morena, rumbo a las elecciones del 2018 fue la de “anclar” el origen del rechazo al actual régimen político en un período especifico de tiempo, desde 1982, hasta el año presente, en el que Morena, y en particular su líder, Andrés López denunciaban el “saqueo” del país llevado a acabo por el supuesto régimen “neoliberalista”, en primer lugar, ya hablar del un “neoliberalismo” de entrada descalificaría a cualquiera, considerando que en caso de existir, el “neoliberalismo” no ha sido aplicado en su forma total en ningún país, a diferencia de la típica “cantaleta” de la izquierda que defiende los fracaso del comunismo y del socialismo, afirmando que los experimentos como la URSS, o China, cuando han fracasado es porque no era verdadero “comunismo” o “socialismo”, podemos señalar aquí que muchos de quienes estuvieron envueltos en estos sendos fracasos que tuvieron como resultados la muerte de millones de personas, desde el primer momento se auto definieron como “comunistas” o “Socialistas”, a diferencia de esos supuestos paraísos “neoliberales”, en los que al día de hoy, nadie se ha auto definido como “neoliberal”, pregunta al amable lector: “¿Usted conoce a algún personaje que se haya auto definido como neoliberal?”, la obvia respuesta es que no, y es que el “neoliberalismo” no deja de ser una etiqueta simplista por parte de los idolatras del Estado omnipresente, contra aquellos que atentan contra éste, por el simple hecho de satanizarlos.

Ahora bien, resulta por demás irónico el reciente nombramiento de Manuel Bartlett como Secretario de la Comisión Federal de Electricidad, Bartlett, uno de esos “viejos PRIístas” como Andrés López y Porfirio Muñoz Ledo (si, ese que no sabía que Chávez había llegado a la presidencia de Venezuela por el voto) que estuvieron presentes en la época en que la “izquierda” interna del PRI, fue desplazada por la derecha, provocando una ruptura y la posterior formación del PRD, el pequeño, gran detalle aquí, es que Bartlett, quien ya había sido Secretario de Gobernación bajo el mando de Miguel de la Madrid Hurtado, primer presidente acusado del “desmantelamiento del Estado” y de tener supuestas tendencias “neoliberales”, no abandonó al PRI en 1988, como Muñoz Ledo, Cuauhtémoc Cárdenas o Andrés López, no, Bartlett estuvo presente en ese año y fue de los instrumentos principales, como organizador de las elecciones de ese año, del triunfo de Carlos Salinas de Gortari (en lo que muchos consideran un fraude gestado contra Cuauhtémoc Cárdenas con el ya clásico “Se cayó el sistema”), señalado por Morena y sus fanáticos, como el agente definitorio en el procesos “neoliberal” en el país, bajo el mando de Salinas de Gortari, Bartlett fungió como Secretario de Educación, si Bartlett tenía algo contra la “derecha” desplazando a la izquierda dentro del PRI, o la llegada de la supuesta “Mafia del Poder” (otra reducción simplista con fines electorales), esto no fue puesto de manifiesto y Bartlett siguió no sólo operando para el PRI, sino bajo el mando de CSG, varios capítulos oscuros de desapariciones de periodistas, negociaciones con el narco, etc, quedarían ligados al nombre de Bartlett, no sólo eso, en el año de 1992, Bartlett fue postulado por el PRI como candidato al Gobierno de Puebla, elección que ganaría, para posteriormente impulsar a Mario Marín Torres, si, el llamado “Gober Precioso” y su turbia historia de corrupción y abuso de menores, ¿Dónde estaba Bartlett cuando se instauró el “infame” FOBAPROA? Aún en el PRI.

La conexión con López iniciaría realmente hasta el 2006, en el que ya el PRI había sido derrotado y su regreso se veía complicado, entonces fue cuando Bartlett, oriundo de Tabasco, hijo de gobernador de ese estado, daría su apoyo al también oriundo de Tabasco, Andrés López, “lavando” TODAS sus culpas y convirtiéndose en un “defensor” a ultranza de la “soberanía nacional”, Bartlett ya con el Partido del Trabajo, de sospechosos orígenes “Salinistas” y de dudosa vocación democrática, se convertiría en un alfil de López, posición que le daría nuevamente un puesto público muy a modo, al frente de un monopolio del Estado con poder absoluto para generar incontable cantidad de jugosos contratos, en una era que demanda globalización, mercados libres, y competitividad, un monopolio de estado, dirigido por un viejo “dinosaurio estatista” son realmente noticias muy lamentables.

Con Bartlett queda claro que no es la “izquierda histórica” la que ha llegado al poder (el nombramiento del ex presidente nacional del PAN, Germán Martínez Cázares para dirigir al IMSS, es otra prueba de ello, curiosamente tanto Bartlett como Martínez han sido acusados de ejecutar fraudes electorales en 1988 y en 2006 respectivamente), Bartlett en ningún momento ha sido un personaje de izquierda, tampoco fue uno que estuviera en contra del “rebase” de la derecha en 1988, o que estuviera en contra de los eventos de 1968, Bartlett abandonó el PRI sólo hasta que estuvo seguro de que el regreso del partido al poder, y sus oportunidades ahí se agotaban, y con un agudo olfato político, que de eso no quepa duda, supo ver la “regeneración” del “viejo PRI” en Morena, la restauración de ese poder hegemónico y autoritario, que no duda en esconder su idolatría hacia el todopoderoso Estado, el nombramiento de Bartlett a cargo de la CFE no es un tema de orgullo, sino de vergüenza por la reinstauración de un régimen, de lo peor de éste por vía democrática, nunca el viejo PRI de los dinosaurios estuvo tan vivo como hoy.