Beth Orton-Sugaring Season (2012)

Beth Orton-Sugaring Season (2012)

Disco más reciente de una antigua conocida, Beth Orton, compositora e intérprete inglesa, lanza este Sugaring Season, disco que de inicio abre con la mística Magpie, la cual obviamente nos trae a una Beth como dignísima heredera del folk eléctrico ingles del calibre de bandas como Fairport Convention y mis admirados Pentangle, curiosamente Beth podría ser una de las pocas solistas que se muestran tímidas con su condición de solista, adoptando en el estudio un papel más grupal con viejos conocidos de ella como el baterista Brian Blade, Ted Barnes y otro sujeto digno de admiración, Marc Robot, en las guitarras, además de otros personajes como el bajista Sebastián Steinberg, el tecladista Rob Burger, además de otro colaborador cercano, el buen Sam Amidon, una leyenda contemporánea del folk de vanguardia

Orton se refugia y de que manera en su grupo de conocidos, los cuales en todo momento se muestran receptivos a la visión de Orton y aportan de una manera admirable a la música de esta, en especial el trabajo de Blade y Steinberg es digno de admirarse, proporcionando a todos los temas una base fluida y dinámica, que hace de este disco de folk algo admirable e inmediatamente arrebatador, como explicar que aunque no soy fan del folk, hay ocasiones en que los discos de ese genero simplemente me enganchan como pocos? Difícil de explicar la verdad.

Magpie y su mística tejida con vibrantes guitarras y la voz de Orton, como de alma en pena deambulando por un nebuloso bosque ingles, una sólida base rítmica proporcionada por la batería de Blade, quien en lugar de mantener un simple ritmo pareciera aportar el corazón a este banda, manteniendo sus latidos de una manera admirablemente orgánico, gran parte de lo inmediato que resulta esta composición, con una Orton hipnotizando con su ejecución vocal alcanzando intrigantes matices y una conclusión en verdad admirable.

Dawn Chorus, desde su inicio me trae a la mente una de las grandes leyendas del folk ingles, Nick Drake, cuyas melancólicas melodías parecen haberse apoderado del espíritu de Orton en esta ocasión, en la cual Burger aporta esos arreglos de acordeón que sin duda estrujan fuertemente nuestro lado sentimental, con un bajo moviéndose de manera inquieta bajo nuestros pies, o el lento arrastre de Candles, nuevamente enmarcado por los arreglos oportunos de Burger y los arreglos de las guitarras que van tejiendo esta oscura y fina telaraña, parte del encanto de este disco es que rara vez cae en espacios comunes entre otros discos de folk, busca crear sus propias atmósferas y sus propios tiempos, Orton encuentra la manera de dirigir de manera sobresaliente a este grupo de músicos compartiendo su visión y consiguiendo un sonido delicado, elegante, bien orquestado y que contrasta a la perfección sus momentos más oscuros y su acercamientos a la luz.

Something More Beautiful nuevamente se nutre de una poderosa sección rítmica y un piano que cala bastante hondo en el alma, la dulce voz de Orton por momentos alcanza sitios en los cuales su fragilidad se pone en evidencia, pero resuelve de manera magistral y se arropa en el excelso acompañamiento de sus invitados, quienes sobre todo en este tema, uno de los más demandantes del disco consiguen dotarlo de suficiente drama y emotividad.

Call Me The Breeze, con su ritmo galopante podría recordarnos el Two Of Us de los Beatles, y si en algún momento compare la voz de la Orton con la neblina, aquí ella misma admite transformarse en una brisa, en un tema dinámico en el que su voz alcanza arrebatadores rangos en los cuales denota el manejo de esta como un muy interesante instrumento más de este ensamble, y en el cual los teclados de Burger traen a la mente los alucinantes con que iniciaba el clásico Like a Rolling Stone del GIGANTE Bob Dylan.

See Through Blue es un tema que llama poderosamente mi atención, un tangencial acercamiento al cabaret alemán, a las épocas doradas de Weil y una Orton que aunque no es una Lotte Lenya, se aplica notablemente en un tema que hiere directamente el corazón de la misma manera que el clásico inmortal Lili Marleen.

Un disco invernal que Orton confecciona y ejecuta a la perfección, plena de confianza en si misma, en conjunto con un grupo de músicos que reconocen sus alcances y por ello no se muestran nada tímidos en sus aportaciones, las cuales  terminan construyendo y fortaleciendo los temas que Orton pone en la mesa, para los que nos hemos deleitado con gente como Nick Drake o John Martín, aquí esta la heredera.