Deerhoof-Breakup Song

Sería muy difícil, creo que hasta imposible describir de una manera fehaciente, lo que realmente sucede en los Deerhoof en estos momentos, este año editan este Breakup Song y el resultado es por demás impresionante, la banda se encuentra en un punto muy distante de lo que podríamos pensar que debe ser un grupo de rock, lo cual es en verdad muy bueno,  postmodernos de pacotilla, debieran estar muy alertas, ya que sin creen que Radiohead está haciendo la música más vanguardista de los años presentes, se han estado perdiendo a este banda, y eso es un pecado.

Lo que Satomi Matsuzaki y compañía nos presentan en esta ocasión entra y sale dentro de lo que podríamos clasificar como abstracto con suma facilidad, por momentos tenemos las vocales azucaradas de Satomi, por otro lado los amorfos ritmos a cargo de Greg Saunier, quine definitivamente desafía cualquier preconcepción de lo que un ritmo puede ser,  y presenta una auténtica osadía hecha ritmo, donde todo, absolutamente todo se vale, y por si fuera poco, agréguenle a este ya de por si volátil mezcla las guitarras, esas que parecieran querer arrancarnos la cabeza en todo momento.

Es así como inicia este disco con Breakup Songs, tema con ritmos imposiblemente quebrados y que la banda busca la manera de armar y componer en el aire, y nuevamente nos deja con la boquiabierta, ya que el ejercicio funciona de alguna manera, no como rock, no como música electrónica, no como punk, ni como música de libre improvisación, sino como un todo y nada a la vez, después la influencia del hip hop se hace presente en There`s That Grin, aunque nada para arrancarse el cabello, ya que la banda se las arregla de manera genial para aplicar ritmos de la vieja escuela que Satomi maneja a la perfección, Bad Kids To The Front podría denotar por momentos algo de la influencia de los ritmos calientes de gente como Can con ciertas desviaciones serias en la electrónica abstracta, que nuevamente la banda conjuga maravillosamente, que más podemos decir cuando escuchamos sonidos tan disparatados siendo ensamblados de manera tan inesperada, desafiando cualquier preconcepción, y manteniendo un alto nivel de intensidad que no nos abandona o que nos termine aburriendo, ese es el gran éxito de estos Deerhoof, que en mucho se alejan de rock, se atreven a hacer algo más y a sorprendernos nuevamente, alguna duda? Que tal la electro Zero Seconds Pause, que nos arroja brutalmente dentro de la pista de baile de manera tan inusualmente provocadora y descarada, bueno, después de todo que tan lejos estaban los Can de provocarnos el mismo efecto hace ya casi 4 décadas, ni que decir del tremendo Saunier que hace un trabajo ESPECTACULAR en este disco, convirtiéndose en el pegamento que une todas estas piezas de manera que nos hagan sentido, aunque pareciera de inicio imposible.

Mothball The Fleet nos presenta una fuerte incursión en el post punk melódico, con la banda experimentando con sonidos, teclados, ritmos, conservando un delicado equilibrio entre lo alucinante y lo pop, desapareciendo por momentos las orillas rugosas de los primeros temas, nuevamente retomando ritmos funk ardientes, al más puro estilo Can en Flower, con una Satomi queriéndonos poner en trance como hacia el legendario Damo Suzuki.

To Fly Or Not To Fly es abrasiva de principio a fin, un excelso ejercicio de rudeza extrema, que la banda libera de manera compacta y concisa, para después traernos el que quizás sea el momento más bizarro del disco, The Trouble With Candyhands, en dónde la banda se atreve, si, se ATREVE a introducir ritmos cubanos de manera admirable dentro del contexto de una curiosa gema del noise pop, que nos deja pensando, habrá un limite que esta banda conozca? Radiohead post modernos? Entonces donde dejamos a Deerhoof que les llevan años luz en post modernismo de adelanto a la banda de Thom Yorke?

We Do Parties combina fieras guitarras punzo cortantes con un ritmo mecánico y compacto a la vez, que por si fuera poco, incluye también lo que podría ser la melodía más infecciosa del disco junto con la genial Fete D Adieu que finaliza este disco de manera perfecta.

Deerhoof está de regreso y continua en la senda de la experimentación, sin soltar en una de sus manos el mundo del pop, una curiosa mezcla que los Deerhoof más de una vez nos han demostrado su talento para hacerlo.