Beak>->>

No nos engañemos, hoy en día el krautrock está de moda, hace unos 15 años que empezamos ha hablar de él, lo más común es que todos nos vieran con caras de que estábamos locos, otros creían que Scorpions eran la única banda de rock  existente, inclusive en Alemania misma nos decían que éramos unos mexicanos locos, que en Alemania sólo escuchaban techno, y que mejor nos pusiéramos a escuchar música de mariachis.

Casi dos décadas después la obsesión con los sonidos alemanes nos sigue teniendo cautivos, pero adivinen que? No somos los únicos esta vez, el mundo se ha devorado el krautrock, ama a Radiohead, a Wilco, a los Secret Machines,  a los LCD Soundsystem y hasta a los Kraftwerk les han reivindicado (y vinieron a tierras aztecas), el krautrock anda en boca de todos, Faust acaba de presentarse en el país, Can acaba de editar disco con temas inéditos, que otra señal se requiere para finalmente entender que no estamos locos, no olviden de que con XOY grabamos buen krautrock mexicano (surrealista no?) hace unos 7 u 8 años.

Ahora nuestro amigo Geoff Barrow de los enormes Portishead nos trae un nuevo episodio musical junto a sus Beak>, a quienes ya hemos disfrutado anteriormente en dos grabaciones, acérrimos admiradores del krautrock, The Gaol es una introducción extraña y surrealista a este nuevo capítulo que lleva por nombre, también extrañamente >>, un bajo es aporreado brutalmente al tiempo que sintetizadores suenan como ambulancias de pesadilla, mientras la batería mantiene un ritmo constante, los paramédicos han llegado.

Pero >> realmente comienza con Yatton, una pieza que en los primeros segundos concreta una mecánica unión entre bajo batería y lanza un ritmo mecánico en la más espectacular tradición motorik, acompañado obviamente por pesadillezcas vocales en el estilo del legendario Damo Suzuki o Ian Curtis, la banda mantiene con estricto apego el ritmo mecánico y las variaciones minimales van siendo efectuadas de manera de manera detallada, con unos teclados que podrían fácilmente recordarnos a unos Kraftwerk o a unos Devo quedándose casi sin batería.

Spinning Top es otra joya minimalista, que arranca con un breve chapuzón en la música concreta, antes de adentrarse en un ritmo hipnótico, que busca hacernos caer en trance, una pieza que se repite incansablemente, como un loop, con unas vocales nuevamente de pesadilla, vaya que Barrow y compañía saben aferrarse a un buen ritmo y a una buena línea de bajo, mantener un perfil discreto y buscar la hipnosis colectiva de una manera tan sutil que asusta, Eggdog hace eco a la legendaria escena de Canterbury, muy en especifico a los Soft Machine y al buen Robert Wyatt, será que una colaboración entre Robert y los Beak> fuese posible?, Liar con su bajo ligero como pluma me recuerda los mejores momentos de Holger Czukay con los Can antes de que abandonara el bajo por los experimentos con radio y cintas, mientras que Ladies Mile es un ejercicio de oscurísima electrónica abstracta.

Wulfstan II es un puñado de dura psicodelia, bajos con fuzz órganos eclesiásticos y barrocos, ritmo sólido, además de las vocales resonantes que pareciera ser la directriz en este disco, bañadas de eco y al igual que los Om parecieran contar con una fuerte influencia litúrgica, se acordará alguien en estos días de In A Gadda Da Vida?

Elevator es una pieza mecánica, con fuertes influencias electrónicas, algo muy cercano a los que solían traernos los legendarios Silver Apples y que obviamente Barrow ha estado aplicando con los Portishead, mientras que Deserters es una pieza extraída directamente de los Can en sus épocas del atmosférico Future Days.

Beak> continúa con su música sin compromisos de ningún tipo, sin filosofías y sin pretensiones, denso y oscuro krautrock al por mayor, Barrow hace a un lado elementos que causen distracción y se concentra en los ritmos mecánicos, en estructuras esqueléticas, en electrónica primitiva y en atmósferas oscuras, Beak> pareciera tomar algo del espíritu de los enormes Can, pero le añaden suficiente músculo y experimentación para no caer en la mera copia, verdaderos amantes del krautrock, aquí hay un buen disco y una razòn màs para seguir adorando el genero.

Comments

  1. Hace mucho que no leía una reseña tan buena. Excelente.

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  2. Muchas gracias, genial que haya sido de tu agrado.

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