Frank Ocean-Channel ORANGE

Alguna vez conocimos a Frank Ocean como parte del colectivo Odd Future Wolf Gang, liderado por el controversial Tyler The Creator, desde un inicio Ocean marcó su línea, lo de Ocean nunca fue el hip hop, ni la controversia, lo de Ocean es el buen R&B de color (si claro, el canadiense Drake podrá en ocasiones sonar a R&B, pero nunca como Ocean, Ocean es sin duda the real thing!), de ese que ya casi no se hace, de ese que se ha perdido y que ahora lo hacen los chicos y chicas de piel blanca, triste no? Pero no desmayen mis amigos, no todo está perdido, Ocean está aquí para salvar el R&B, ese glorioso sonido que gente como Marvin Gaye hizo grande en los 70s, ese sonido que Ocean rescató y nos presentó en su brillante Nostalgia, Ultra

Este año Ocean, inquieto y siempre activo compositor nos trae este enigmático channel ORANGE, escrito así tal cual, el cual luego de una singular intro, empieza con la hermosa Thinkin Bout You, dónde Frank nos deleita con sus dulces vocalizaciones, que van de un tono normal a un maravilloso y temperamental falsete, Ocean se mueve a la perfección entre las sombras de sus nostálgicas y oscuras composiciones, esta es música para nutrir el alma, estremecer un poco nuestros adentros y dolernos un poco de nuestras heridas, Ocean consigue crear un bálsamo musical para los dolores, consigue lo que otros grandes maestros han buscado, sanarnos a través de la música, y es algo que Ocean lo hace y lo hace muy bien.

Sierra Leone continúa con las oscuras y sentimentales exploraciones, el fondo es brillante y captura y moderniza lo mejor del sonido funk/soul de los 70s, con una batería que pareciera desbaratarse, Ocean crea una especie de burbuja de sonido, un pasaje directo a los grandes sonidos melosos de los 70s, ese sonido que pareciera estar en pleno proceso de extinción y que el hombre blanco pareciera decidido a convertir en algo plástico y comerciable.

Sweet Life es un tema hermoso, ligero, con un bajo inquieto y una batería que mantiene el ritmo de manera positiva, un piano eléctrico que produce sonrisas y un coro gigantesco que Ocean explota al máximo, hasta llegar al cielo, en un guiño total a la grandeza musical de Stevie Wonder en los 70s, pero no todo queda ahí, para el siguiente tema, Ocean nos tiene una gran sorpresa e incluye al enorme Earl Sweatshirt, personaje perteneciente a la pandilla de Tyler The Creator, y poseedor de uno de los más sangrientos y controversiales estilos de crear rimas, sin duda, Ocean sabe como sacudirnos y reventar cualquier expectativa, Super Rich Kids, aplica un ritmo entrecortado que sirve de plataforma perfecta para que estos dos, que son como el agua y el aceite, musicalmente hablando, puedan crear un territorio común en dónde liberar su espíritu de colaboración, porque aquí Earl no viene a derramar y esparcir sangre, Earl viene a cantar y vaya que el chico lo hace bien, haciendo de esto una de las grandes sorpresas de este disco.

Crack Rock posee un envidiable ritmo, avanza con bella cadencia y Ocean nos entrega tristes líneas sobre drogadicción y muerte, directamente del centro de su alma, con una técnica vocal en verdad envidiable, Ocean, sin duda es la VOZ, aun y que las duras letras callejeras poco o nada tengan que ver con el mundo del soul, aunque no nos olvidemos del Superfly de Curtis Mayfield!

Pyramids es probablemente uno de los temas centrales de este disco, con un brillante arreglo musical y nuevamente una brillante ejecución por parte de Ocean, cuya tibia voz, sigue siendo nuestra principal guía a través de este extraño viaje, el cual va adquiriendo modernos arreglos hasta situarnos en una versión moderna del R&B que Ocean cabalga con virtuosa gracia, Ocean no sólo sabe como sacudir nuestro interior, también sabe como poner nuestros pies en movimiento, y en Lost mantiene esta inercia, mantiene los pies ligeros y continúa moviéndose en un tema que pudiera sonar modesto, pero que en realidad suena compacto y sobresaliente, al grado de poder considerarse como uno de los grandes temas del disco, mientras que Bad Religion pareciera invocar el espíritu de los Procul Harum, y Pink Matter desata un sentido lamento en el cual Ocean se hace acompañar por el Outkast Andre 3000, aunque la verdad, sin llegar a mucho.

Un disco que posee defectos, momentos flojos, pero que sus temas (la mayoría) de alto nivel lo sacan a flote y lo colocan cerca de lo sublime, un disco que pertenece a otro tiempo a otra época y a otro espacio, traído por Ocean, un ser que pareciera no pertenecer a nuestro mundo, espectacular.


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