Lil B- Task Force

Aunque es difícil o casi imposible seguirle el paso, saben que soy fan de Lil B y de todo aquel que este en verdad decidido a cambiar las reglas del juego dentro del hip hop, un genero que vale la pena salvar antes de que se vaya al carajo, antes de que los ridículamente llamados gangstas lo hundan, antes que el machismo, la misoginia y la homofobia lo condenen a desaparecer; ahora bien, hay que ser sinceros, no todos los discos de B son buenos, afirmarlo seria una gran mentira, pero en una producción tan prolífica, como la de B, no resulta difícil encontrar cosas rescatables como este Task Force, recién editado este mes, y que si no me equivoco es el noveno o décimo disco que B edita este año (Wow!)

Stick, que abre esta grabación, es contagiosa, e inmediata, de lo más contagioso que B nos ha traído en los últimos meses, con su insistente ritmo, sus bien estructuradas rimas, también hay que señalar que Task Force es lo más lo fi que B ha he hecho en mucho tiempo, si en algunas ocasiones, el sonido de B se llenaba de lustre, aquí suena al rojo vivo y en ocasiones se acerca interesantemente a conseguir una distorsión natural por saturación, así que, después de unos meses, B regresa más inspirado que nunca, Task Force, el tema es bastante oscuro, B nuevamente cambia su estilo vocal para abordar este tema, sintetizadores le acompañan en todo momento, lo acercan un poco a esos inmensos sintetizadores y coros de Stevie Wonder en Pastime Paradise, B continua su iconoclasta viaje acompañado de esos singulares sintetizadores, Dig Deep, como su nombre lo señala, es poderosa, potente con profundos bajos, el sonido de B adquiere una inusitada densidad aquí y una abrumadora abrasión, mientras que en Thuggin Hill Death abre con un sample de soul muy de los 70s, B continua con su batalla por romper estereotipos en el genero, haciendo uso de samples que difícilmente le funcionarían a alguien más, e ignorando o exagerando todo los clichés contenidos en el mundo del hip hop a manera de denuncia, pero una cosa hay que señalar aquí, B cada vez es mejor en la creación de buenas rimas y melodías, el “Yani del hip hop”, como algunas veces se auto describe B por su afición a los teclados, no sólo está en la casa, sino que está decidido a ponerla patas arriba, tanto que ya no se ve muy lejano el momento en que B se acerque al mainstream, lo cual nos confirma con facilidad en un tema como Spontaneous Combustion que no pide nada a nadie y que posee suficiente encanto para aparecer en la radio, aunque como los mejores B sacude un poco el ambiente con el siguiente tema Fuck Me, que estremecerá a cualquier mentecato de una forma similar a cuando Krud Bobain cantaba esa de Rape Me, y todas las almas inocentes se asustaban, mientras que Im The Police es un tema sucio e infeccioso, lo mejor de B en mucho tiempo, vital, vibrante y gracioso, B nuevamente arrojando las letras más alucinantes y absurdas que es capaz de crear, acercándose también a la genialidad que ya irradiaba desde su época con los The Pack; Sand es un tema con un ritmo rebuscado, genial y complejo, B sorteando todo tipo de vicisitudes para no repetirse o para no sonar como el resto de los hip hoppers y ahí consiguiendo un verdadero triunfo a la originalidad, alguna duda? Chequen Like A Gun, todo un triunfo a los ritmos bizarros, B en su momento más abstracto probablemente acercándose y bastante a lo industrial, y a reventarle las bocinas a más de uno.

Task Force Platoon 6 es uno de esos temas demenciales a los que B nos ha acostumbrado, el recién llegado podrá pensar que B está acompañado por 3 o 4 MC`s, cuando en realidad el auto proclamado “dios del estilo based”, sobre graba voces que el mismo emite alterando su tono o su pronunciación, Myself nuevamente nos cambia el juego, un ritmo relativamente inocente, que B pervierte con generosas dosis de ruido, mientras que en Hell On Earth vuelve a pisar fuerte el acelerador y nos trae un tema sólido, bien logrado con un estilo lento y expresivo que B parece abrazar mucho últimamente, para después ponerse duro en Gran Dad Lil B, o el gran cierre de este disco con Choclate Girl, uno de esos temas dónde B satura peligrosamente el espacio, crea una maraña de sonido denso y vital, sobre el cual aplica rimas al por mayor, al igual que en Ryan Seacrest o en No Tolerante, dónde pareciera que la pared de sonido creada por B le dejara muy poco espació para sus rimas.

B continúa su peregrinaje cuyo objetivo final es transformar a base de pura fuerza bruta el hip hop, y hay que admitir que lo está haciendo, no sólo como artista, sino como ejemplo y como influencia en otros que le siguen y que están poco a poco llevando al género a una re valoración de todo lo que este significa.