21 Lecciones para el Siglo 21, Yuval Noah Harari, 2018
21 Lecciones para el Siglo 21, Yuval Noah Harari, 2018
Por: Erreh Svaia
Vivlío Fagitó
Viniendo del autor de libros como Sapiens y Homo Deus, era
de esperarse una obra poderosa en esta nueva entrega del historiador Yuval Noah
Harari, y 21 Lecciones para el Siglo 21 no decepciona en lo más mínimo, en mi
caso, nuevamente se presentan las conexiones con otro libro que ya había leído
previamente, el ¡Sálvese Quien Pueda! de Andrés Oppenheimer, periodista defensor
del liberalismo, de el arropamiento de las nuevas tecnologías y de una
educación moderna y eficiente, duro crítico de regímenes como el de Donald
Trump y la llegada del presidente electo Andrés López, aunque si bien, Oppenheimer
desarrolla a lo largo de todo su libro el tema de la llegada de la
automatización y la pérdida de empleos por a la Inteligencia Artificial, para
Noah Harari, es apenas una breve mención al éste tema, como ya estamos acostumbrados,
Harari va más allá ahondando de manera más profunda en lo que podría ser una posible
crisis en varios aspectos en nuestros tiempos y el señalamiento del desarrollo
de un post liberalismo y la llamada “revolución cognitiva” que se ha ido
convirtiendo en su bandera a través de cada uno de sus ambiciosos libros.
La premisa del libro: “La claridad es poder” se convierte en
un factor capaz de estremecer el suelo en nuestros días de flujo interminable y
abrumador de información, a lo largo de su libro, Harari aborda temas como la
política, la cultura, la economía y la tecnología dando “saltos cuánticos” en
el tiempo para hacernos comprender la naturaleza de cada una de las etapas que hemos
vividos y los eventos históricos que les han dado inicio y fin, de la misma
manera dándonos una sencilla receta para enfrentar la incertidumbre percibida
hoy en día, explicando la facilidad y la conveniencia en nuestro pasado en que
era fácil tener una “percepción” de cual era el futuro y de “quien” dependía
ante la cuestión moderna de no poder resolver esas incógnitas de manera sencilla.
Harari señala atinadamente el papel de la información como
el nuevo recurso por el que habremos de enfrentarnos, quien posea la mejor
información, será sin duda el más capaz en la pelea y seguramente el más
cercano a ganar, de ahí que la batalla de nuestros tiempos se de en las redes y
en el ambiente digital, ya no en un campo de batalla necesariamente, ante el
torrente de información, la necesidad de tener “buena información”, esa
seguridad que tenemos el día de hoy por “saber” algo, es nuestro problema, ya
que creemos “saber algo” solamente, y de ahí el papel fundamental de la
educación en enseñarnos a navegar a través de la información, de discernir
entre el cúmulo de ésta y no ha generar todavía más información, el letal error
que muchos países cometen hoy en día.
Harari nos da un “paseo” por las ideologías dominantes del
siglo pasado, el fascismo que sucumbió durante la Segunda Guerra Mundial, el
Comunismo que se hundió tras la caída de la URSS y del Muro de Berlín, así como
el duro golpe que sufrió la ideología que aparentemente se veía como
triunfadora, el liberalismo durante la crisis del 2008, hoy en día la
tecnología pareciera alzarse como una suerte de “ideología” que es la que
pareciera reunir el mayor apoyo y que demanda prodigiosas cantidades de
información y la posibilidad de rebasarnos de manera vertiginosa, con
capacidades que nos resultaría imposibles desarrollar como humanos, ya no
serían la ideologías comunes las que amenazan con “esclavizarnos”, sino el
riesgo mayor, la capacidad de la tecnología de volver a gran parte de la humanidad
irrelevante.
La necesidad de mantenernos humildes ante el enorme monto de
historia a nuestra disposición que nos resulta hasta cierto punto inútil, es
otra de las premisas del libro, la sensación que tenemos todo el conocimiento
ya adquirido y por lo tanto, gran parte de nuestra existencia resuelta es una
enorme falacia, dado que hoy más que nunca dependemos de la tecnología para conocer,
para operar y para subsistir, convirtiéndonos en seres más dependientes y frágiles
al entorno que nuestros antepasados incluso, la necesidad no sólo de obtener
información, sino de aplicarla en nuestro día a día.
En la escuela nos han enseñado “que” pensar en lugar de
enseñarnos “como” pensar, y esa es parte de nuestras actuales y enromes áreas de
oportunidad, nuestros actuales métodos de educación se centran en “inyectarnos”
grandes cantidades de datos, en lugar de enseñarnos a realmente pensar, a
buscar y a discernir, una enorme necesidad que no ha sido atacada en la mayor
parte de los sistemas educativos, señala Harari es el aprendizaje a navegar a través
de la información disponible, a filtrar la información falsa o inútil y a
encontrar lo verdaderamente útil, ya no necesitamos tanta información, sino
saber encontrar la que es de calidad y entender cómo usarla.
Nuevamente y de una manera impresionante Harari consigue no
darnos una lección, sino más de veinte sobre como enfrentar a este siglo que
tanta ansiedad parece causar a muchos, una lectura que abarca mucho y que en ningún
momento se va a la deriva, que nos ofrece una visión y una formula de como
salir adelante, un historiador que no está aquí para dictarnos fechas y eventos
importantes, sino para indicarnos como usarlos para abrirnos paso hacia el futuro,
lectura obligada.
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