Desinformación, Ion Mihai Pacepa, 2013
Desinformación, Ion Mihai Pacepa, 2013
Por: Erreh Svaia
Vivlío Fagitó
Se volvió una compañía para mí por un largo tiempo, Disinformation
es un libro bastante extenso e intenso, escrito principalmente por Ion Mihai
Pacepa (con apoyo del estudioso Ronald J. Rychlak), un hombre de alto rango en el
servicio secreto en Rumania durante el régimen de Ceasescu, y que se convertiría
en el desertor de más alto rango salido del “bloque soviético”, gracias a la
deserción de Pacepa y su llegada a los EEUU fue que muchos de los secretos
detrás de la “cortina de hierro serían revelados”, principalmente la tradición
rusa de la “revisión histórica”, mediante la cual, figuras de culto como Stalin
surgirían, y enemigos del régimen serían lentamente “destruidos” para ser
recreados como villanos, a la vez que se utilizaban poderosas campañas de
difamación a todos niveles para atacar y dividir occidente, de ésta forma
enemigos jurados del comunismo, como la Iglesia Católica se convertirían bajo
la narración rusa en “aliados de los Nazis”, esto con miras a destruir la fe cristiana,
fuerte obstáculo para el comunismo y futuro centro de la narración (junto a los
valores morales occidentales) de la llamada Escuela de Frankfurt y el Marxismo
Cultural, que básicamente sumaba Marx a Freud),el antisemitismo (considerando
la intervención de judíos como León Trotsky en la original revolución rusa), la
intervención Estadounidense en Medio Oriente sería acentuada consiguiendo una
brutal radicalización del Islam que apuntara sus baterías hacia Estados Unidos de
América principalmente que terminaría con los terribles hechos del 9-11.
En Disinformation, Pacepa crea un poderoso hilo narrativo
que nos adentra en el mundo lleno de matices de la desinformación rusa, una
tradición que hoy parece salir al público en medio del fenómeno conocido como
las “fake news” o noticias falsas, pero lo que pareciera una novedad de nuestra
época de Internet y redes sociales, es en realidad un fenómeno originado desde
épocas de Josef Stalin, de la reescritura de la historia para acomodarla a
modo, siempre a favor del culto a la personalidad de los tiranos, esto además
de la llamada “necrofagia” política, otra tradición rusa en la cual el nuevo
gobernante destruía la imagen del anterior, Khrushchev denunciaba al “monstruo”
de Stalin, Brehznev denunciaba al “carente de autoridad” Khrushchev, Gorbachev
denunciaba al “obsoleto” Brehznev, Yeltsin denunciaba al “traidor y débil”
Gorbachev, y Putin denunciaba al “borracho” Yeltsin, ya le tocará al sucesor de
Putin denunciar a su antecesor como dictador, autoritario, corrupto, etc, para
no perder la tradición revelada por Pacepa, tal vez sería Goebbels el que nos
trajera esa máxima que dice que “Una mentira repetida mil veces se convierte en
una verdad”, pero sería Stalin y su maquinaria propagandística los que la
convertirían en una poderosa arma rusa.
No resulta sorpresa que uno de los mitos originales del antisemitismo,
el sacrificio de niños cristianos para Pascua, que en el año 1144 desatará una
persecución contra los judíos en Inglaterra, sería “reactivado” por los desinformadores
rusos para afectar a la candidata Hillary Clinton, bajo el revisionismo de ésta
mítica historia, Clinton estaba envuelta en una red de pedofilia cuyo cuartel
de operaciones era el sótano de una pizzería, la pizzería en particular,
realmente no contaba con un sótano, pero la mentira repetida hasta el hartazgo,
tuvo su efecto en la parte más desinformada e ignorante de la población,
buscando favorecer al candidato más nacionalista y desestabilizador de todos,
Donald Trump, ciertamente Rusia no poseía control alguno sobre Trump, pero el
hecho de apoyar en éste caso al personaje más incongruente, sabían provocaría
un caos político y el divisionismo en Occidente, todo un éxito para alguien como
Putin que buscaba aplicar ese divisionismo a manera de venganza contra la división
del imperio soviético.
Otro de los mitos revelados por Pacepa es el correspondiente
a la Teología de la Liberación, movimiento impulsado desde ciertas fracciones de
la iglesia, llamado de “liberación” como se solían caracterizar muchos de estos
operativos encubiertos y financiados por la KGB, consistía en detectar la
manera de entrar a Latinoamérica a través de uno de sus elementos más
poderosos, la religión (utilizando para éste efecto a el Consejo Mundial de
Iglesias, el grupo religioso más grande después del Vaticano), identificar a
figuras como el “Che” Guevara con figuras como Jesucristo, y crear narrativas idealistas
como sus “Diarios de Motocicleta”, para buscar amalgamar la teoría socialista
con el cristianismo y lograr despertar la imaginación de muchos afectados por
la pobreza en la región, además de escritos como la “Teología de la Liberación”
escrito por Gustavo Gutiérrez, sacerdote adiestrado según Pacepa por la KGB en
Francia, no resulta sorpresa que el hoy Patriarca de Moscú, Kirill, brazo
derecho del Estado liderado por Putin, haya sido alguna vez representante principal
de la URSS en el Consejo, además de ser señalado como agente de la KGB (la
iglesia utilizada nuevamente como medida de control de la población, como opio
de las masas, para hacer que Marx se retorciera en su tumba ante las grotescas
desviaciones soviéticas), ¡Vaya casualidad!
El libro de Pacepa es una joya narrativa e histórica, en
algunos momentos confluye con otras narrativas similares a cargo de gente como
Raymond Aron, George Orwell, Anne Applebaum o Garry Kasparov, señalando la
estrategia de desinformación rusa como arma característica a lo largo de la
historia de ésta nación (que en algún momento provocó poner de su lado a los
grandes intelectuales franceses, denunciado por Aron en “El Opio de los
Intelectuales”, además de convertirse hoy en día en una realidad llevada a la
desproporción por el efecto de las redes sociales y el internet, que como se
dice del diablo, su mejor característica es hacernos creer que no existe.
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