In the Court of the Crimson King, King Crimson, 1969

In the Court of the Crimson King, King Crimson, 1969

Por: Erreh Svaia

Rock N Roll Animal

“En la Corte del Rey Carmesí”, editado en octubre de 1969, un disco que parece ir contra todo lo que se hacía comúnmente en aquella época y ambicionaba llegar a niveles casi sinfónicos, a la trascendencia a través de la búsqueda de un espacio propio, Robert Fripp (que ya había gestado la semilla de KC en su peculiar trio Giles, Giles and Fripp, de dónde aún conservaba al baterista Michael Giles) en la guitarra y Greg Lake en las voces y el bajo encabezan una banda colosal decidida a hacer trizas la tradición del blues rock omnipresente en aquellos años en el Reino Unido (liderado por los Rolling Stones), introduciendo inusuales elementos como el jazz y la música clásica, y de igual modo inusuales instrumentos en el universo del rock como el mellotrón y la flauta a cargo del multi instrumentalista Ian McDonald, si bien la psicodelia dominaba casi en la totalidad las ondas sonoras en aquellas épocas, los King Crimson llevaban su concepto más allá de ésta, atrás quedaban las flores y los colores estridentes, lo que KC presentaba era un universo oscuro y caótico, con unas voces y guitarras incluso agresivas y unos clarinetes y saxofones que recordaban lo mejor del jazz cósmico, para muchos éste disco es la punta de lanza del rock progresivo, para mi los KC iban aún más allá del rock progresivo, al igual que bandas como Wire, Television o los Stranglers, partiendo del proto punk, iniciando el punk rock y trascendido al post punk, KC se sitúa antes, durante y después del rock progresivo al igual que bandas como Can o Van der Graaf Generator, rehusándose a ser fácilmente etiquetados y sus larga carrera posterior sería prueba irrefutable de ello.

Las vocales de Greg Lake en la clásica y feroz 21st Century Schizoid Man son los suficientemente abrasivas para arrancar la pintura de las paredes cuando el tema suene a todo volumen, la estructura es compleja y repleta de deslumbrantes cambios, el trabajo de McDonald y de Giles es extraordinario a cada segundo, sólidos y fluidos a la vez, el bajo de Lake en duelo declarado con la guitarra de Fripp que empieza a mostrar señales del monstruo de seis cuerdas en el que abría de convertirse poseedor de un estilo único y una visión extraordinaria, I Talk To The Wind pone a Lake a la cabeza con hermosa pieza que marca una ruptura con la primer pieza, la banda se adentra en un sonido casi ambiental, delicado con una gran tendencia al detalle profundo, obras mayúsculas de artistas posteriores en el mundo de la música ambient pudieran encontrar su origen aquí, el Another Green World de Brian Eno pudieran verse inspiradas aquí sin dudas.

Para Epitaph, la naturaleza sinfónica de la banda se pone en pleno manifiesto, apoyados en las majestuosas y poéticas letras del escritor Peter Sinfield, fiel reflejo del espectacular trabajo de McDonald en el mellotrón y el extraordinario trabajo instrumental de todos y cada uno de los músicos, imposible dejar escapar las formidables líneas de bajo de Lake, las guitarras acústicas de Fripp y la poderosa y compacta batería de Giles, impredecibles y peligrosos a cada paso, con un tema que se va enriqueciendo a cada momento, con una banda capaz de jugar a su voluntad con tiempos, texturas y matices de manera no vista antes, osados y capaces de crear piezas que se escapan por completo al mundo del rock tradicional como en Moonchild, de una naturaleza imposible de etiquetar y que es parte de porque el calificativo de rock progresivo es tan limitado y poco apropiado.

El disco cierra de manera tan potente como abrió, aunque el tratamiento es un tanto diferente, In the Court of the Crimson King es un tema majestuoso, monumental, una obra maestra imposible de dejar pasar y que consigue penetrar en los adentros del escucha, un tema repleto de drama, poder y pasión, con todo el peso de la capacidad compositiva de McDonald así como de su sabiduría instrumental, 49 años de éste poderoso disco, un clásico y una obra maestra como pocas.