El Futuro es Historia-México y el Regreso al Sistema de Partido Único
El Futuro es Historia-México y el Regreso al Sistema de Partido Único
Por: Erreh Svaia
Dispersión Caprina
Tengo una imagen muy vivida en mi mente, recuerdo estar con
mis padres un domingo por la mañana haciendo fila para que ellos votaran, era
una fila más o menos larga y llegaba hasta la cochera de una casa, de ahí
entraba a una habitación interior, recuerdo el reclamo de la gente ya que las
urnas en dónde se depositaban las boletas no se hallaban a la vista, sino en el
interior de la casa, recuerdo personas reclamando el deseo de que las urnas
estuvieran a la vista, recuerdo gente alzando a la voz, dándose empujones y
jalones al tiempo que el zafarrancho iba en incremento, recuerdo que al final,
las urnas no salieron a la vista, recuerdo que la gente también exigía representantes
de los demás partidos y no había, se temía que en el interior de la casa se
estuvieran ingresando votos de manera ilegal o clandestina, después de que se
calmaran los ánimos, varias personas se iban molestas señalando que al final
siempre ganaban los mismos.
Tuve la fortuna de ver como a poco esto empezó a cambiar,
esa imagen fue previa a los 80s, una época que considero bastante oscura ya que
si esto pasaba en las ciudades, en lugares relativamente informados, imaginar
lo que podría suceder en zonas muy remotas y poco conectadas con la dinámica
moderna, imposible, por lo general se decía que el PRI siempre ganaba porque
engañaban a la gente que vivía en las zonas más pobres y poco educadas del país,
se aprovechaban de llevar los colores de la bandera, explotaban el
nacionalismo, engañaban a la gente señalando que eran de izquierda y que se
preocupaban por “el pueblo”, también se aprovechaban de la falta de presencia
de representantes de los demás partidos, utilizaban la fuerza de los
empresarios y sindicatos coludidos con el gobierno, el PRI era todo, los
militares, los empresarios, los sindicatos, los líderes sociales, y hasta los
intelectuales estaban con el PRI, pensar en una oposición real era cosa de
sueño, el PRI no era un partido, el PRI era un sistema, TODO un sistema que decidía
sin consultar al ciudadano común el destino del país, lo que impulsaba al PRI
Sistema de aquellos años era su increíble cohesión y disciplina, “Todo en el
PRI, nada fuera del PRI, nada contra el PRI”, parafraseando a Mussolini y su
máxima respecto al Estado, así era el PRI Sistema hasta finales de los 80s, en
que la dura crisis generada en la irresponsable política populista respecto a
la economía, los malos manejos financieros en pro de la llamada “justicia
social”, el deseo de mantener aislado a un país en medio de una naciente
dinámica global y la ineptitud para manejar una política económica que
dividiera riesgos en lugar de la glorificación del petróleo llevó al país no
sólo a la quiebra económica, también al PRI Sistema a la quiebra política, el
cambio de estafeta presidencial por parte del nefasto José López Portillo hacia
Miguel de la Madrid, más orientado hacia los mercados que hacia el nacionalismo
apuntaba en la dirección correcta de acuerdo a la dinámica global, y seis años
más tarde, un nuevo sisma al desarrilarse el ascenso al “trono” destinado al heredero del verdadero PRIismo,
Cuauhtémoc Cárdenas, en favor de otro hombre de mercado, Carlos Salinas.
Precisamente, en la turbia elección ganada por Salinas, es
en dónde pudimos ver como el PRI sistema se quebró, Salinas entendía la
dinámica de los mercados y sabía que el país no sobreviviría de no sumarse a
ella, para éste efecto se requería tomar una decisión temeraria, que el PRI Sistema
cediera parte de su poder sobre la economía, sólo quitando la influencia total del
gobierno sobre la economía se podría brindar confianza al inversionista
extranjero, sólo así daría resultado el abrir las puertas de México a la
globalización, sin el estigma de estar cautivos del capricho de un solo hombre,
quien encabezaba el PRI Sistema, lo que hizo Salinas fue básicamente hacer que
el PRI Sistema perdiera un barco, y eso resultó desagradable para los nacionalistas
y los idolatras del Estado, de ahí su eterna e injustificada etiqueta como uno
de los máximos y eternos enemigos del país, a partir de ese punto el PRI
Sistema se quebró, un sacrificio a los dioses para calmar la tormenta, el PRI
dejó de ser un sistema, así como el emperador japonés Hirohito dejó de ser un
dios, y se convirtió en un partido casi vulnerable, lo que permitió la
proliferación de la oposición que ahora si pudo generar fuerza y crítica masiva
a los males del pasado, como última instancia, el PRI, ya como partido trató de
salvar algo de poder transfiriendo, como hizo la KGB con sus vastos recursos económicos
antes del colapso de la URSS, sus recursos a los estados, “dinamitando” de esta
forma la llamada “presidencia imperial”, si la KGB transfirió los fondos
económicos de la URSS a naciones extranjeras, esperando un regreso años más
tarde gracias a Putin, el PRI transfirió recursos a los estados para conseguir
un regreso, años más tarde, gracias a Enrique Peña, en el caso de México, lo
que hizo imposible el regreso del PRI Sistema fue precisamente eso, que el PRI
ya no era un sistema, era sólo un partido y fue fácilmente acotado por la
prensa, por los empresarios, por las instituciones y por la ciudadanía, el nuevo
PRI resultó más vulnerable de lo que se pensaba, un partido más que resultó
derrotado en el mes de Julio.
Lo cual nos trae al día de hoy, en que una verdadera alianza
amplia (en el más puro estilo "corporativista del viejo PRI Sistema) entre ex Perredistas, ex Panistas, ex Priistas, empresarios, líderes
sindicales, partidos de izquierda radical y de ultra derecha (Partidos satélites del anetrior PRI partido) consiguieron
posicionar a un nuevo “caudillo” al estilo de la familia Cárdenas, ésta vez en
la persona del presidente electo Andrés López, el antiguo PRI Sistema perdió su
anonimato y obtuvo una cara de persona, en el antiguo PRI Sistema, lo que previno
la tensión social por décadas era el presidente imperial, que se renovaba cada
seis años, en el caso actual de Morena, ya como partido oficial, sería difícil afirmar
esto dada la omnipresencia de López en el partido, y la ausencia real de
liderazgos que pudieran balancear el equilibrio dentro del ahora partido oficial,
el regreso de una abrumadora mayoría en las cámaras de Senadores y Diputados
pareciera remitirnos casi tres décadas atrás, el deseo de que el Estado retome
su papel preponderante dentro de la dinámica nacional, también apunta a tres
décadas atrás, las banderas del nacionalismo revolucionario, de la “petrolización”
de la economía, de la pérdida de la autonomía de las instituciones, también
apunta a tres décadas atrás, tal vez éste lunes, después de conocer el
resultado de la reciente “consulta ciudadana” para conocer la opinión de una
minúscula parte del país sobre la continuación de la construcción del nuevo Aeropuerto
Internacional, en lugar de retrasar una hora el reloj ante la llegada de una
nueva estación, lo que debamos hacer es retroceder el calendario casi 4 décadas
y pensar que el Futuro se ha convertido en la Historia que ya conocemos, en que
las puertas al mundo se cierran, las apuestas se hacen sobre una sola vocación,
y las decisiones de toda índole se toman por razones exclusivamente políticas, la
expansión de los controles del estado central y el sometimiento de los agentes
políticos a una sola cabeza, también resulta en un viaje al pasado, los ataques
duros hacia la prensa y la desaparición de la oposición, parecen ya no querer
dejarnos dudas, nuestro futuro ya es historia.
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