Si Se Olvida
Si Se Olvida.
Por: Erreh Svaia
Dispersión Caprina
“El 2 de octubre no se olvida…” suele ser la consigna popular
en éstos días en un pueblo que suele tener muy mala memoria (acabamos de elegir
presidente a un ex PRIísta que nos librara del PRI) , solemos recordar la violenta
represión de la que fueron victimas grupos de estudiante en Tlatelolco y en
otros puntos, pero solemos olvidar por un lado el sistema represivo que era el
PRI en esos tiempos por un lado, y por otro, la infiltración de fuerzas
externas de una izquierda violenta que buscaba colocar una pieza justo en la frontera
de los EEUU, pareciera que hemos olvidado a personajes como Porfirio Muñoz Ledo
como parte fundamental del sistema del gobierno del PRI, aplaudiendo incluso
las acciones represivas de sus jefes, Gustavo Días Ordaz y Luis Echeverría, lo
olvidamos en el año 2000 cuando Muñoz Ledo, olfateando su futuro político se
hizo aliado de Vicente Fox, y lo olvidamos éste año, con Muñoz Ledo, como buen
sabueso, nuevamente olfateó la manera de seguirle dando vida a su carrera en la
política, y que decir del presidente electo, que en cuestión de apenas unos
años de los actos del PRI en el 68, se uniría a éste sistema hegemónico,
autoritario y represivo ¿Sería ésta su manera de presentar su desaprobación,
uniéndose a ellos?
La agitación interna en México del 68 pudo parecer a muchos
el campo fértil perfecto para instaurar un régimen de izquierda al estilo
Cubano, aunque Fidel, como buen “padrino” de la mafia jamás hubiera intentado
una acción directa contra el gobierno que lo apoyó en los años en que planeaba
la revolución cubana, los rusos preferían el financiamiento económico y la desinformación,
que más tarde derivaría en la llamada “teología de la liberación”, creada y
dispersa por la KGB, y China siempre prefirió mantener un bajo perfil, como
hasta nuestros días, pero quienes si levantaron la mano en esos años fue Corea
del Norte, quien no dudo en financiar y entrenar a guerrilleros estudiantes de
la escuela Patricio Lumumba en Moscú.
Para muchos el triunfo del presidente electo Andrés López, es
la “culminación” de la dura derrota de la izquierda en el 68, para otros,
quienes realmente capitalizaron esa derrota fue el PAN, el único partido que
para el 2000 pudo construir una verdadera oposición, aunque el rompimiento del
sistema tuvo sus orígenes dentro del mismo PRI en el 88, con las rupturas
internas que se dieron, el rebase de la derecha dentro del PRI, el NAFTA que
cercenó parte del sistema político del PRI y realmente inició su caída para el
año 2000, a partir de ahí, el PRI dejó de ser el sistema político en México, y
pasó a convertirse en solamente un partido político que tuvo que contender para
algunas veces ganar y otras perder.
En realidad México nunca fue ni ha sido un país de izquierdas,
la Revolución Mexicana fue la instauración de un sistema autoritario de cómplices,
una simulación bajo el mando de hombres fuertes, primero Plutarco Elías Calles
y después Lázaro Cárdenas, quienes crearon “el sistema”, el viejo Partido
Comunista vivió proscrito y en la marginalidad por décadas, utilizado como
carne de cañón por el sistema que creó una trampa para en la más pura tradición
política “crear” un problema y después “vender” una solución, solución que después
merecería a su autor la presidencia de la república como premio, una izquierda
que supuestamente abandonó al PRI en el 88 cuando Cuauhtémoc Cárdenas, el “junior”
del “Tata” Cárdenas y heredero al trono del PRI fue desbancado, esos viejos
PRIístas sistemáticos que huyeron y crearon el PRD usurpando el registro de los
partidos realmente de izquierda, a los que relegaron hasta desaparecerlos, ese
mismo “viejo PRI sistemático” que huyó del PRD cuando éste permitió un procesos
democrático y auditable dentro del partido, ese “viejo PRI sistemático” que
nuevamente se valió de la izquierda para darse “baños de pueblo” y adquirir un
tamiz “intelectual”, pero que no olvida su pasado mercenario y abrió las
puertas a partidos ultra conservadores de derecha y a partidos satélites del
PRI como el PT, y el PVEM.
El triunfo de Morena y su llegada al gobierno no es la culminación
de los lamentables hechos ocurridos el 2 de Octubre, el triunfo de Morena es el
retroceso a los años en que el PRI no era un partido, sino un sistema que
controlaba todo, a los gobiernos estatales, a las principales industrias, a los
medios, al mismo crimen organizado, a los empresarios y a la vida de todos los
mexicanos, hoy, sombras de ese control centralizado, de ese corporativismo, de
ese conservadurismo, de ese autoritarismo, de ese ente que paga para que no lo
golpeen y que a su vez da golpes o desaparece) y tomas violentas de quienes lo
critican vuelve, lo que estamos presenciando es una reversa total a lo que
provocó la caída del sistema, a partir del primero de Diciembre lo que veremos
es la restauración de éste sistema más allá de un partido.
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